Los primeros días de mayo son propicios para vislumbrar un espectáculo astronómico: la lluvia de meteoros Eta Acuáridas, que se podrá percibir en las noches despejadas de las semanas iniciales de mayo, a raíz del paso por la órbita terrestre de escombros del cometa Halley.
Son meteoros que viajan a 66 kilómetros por hora dentro de la atmósfera de la Tierra. En el caso concreto de las Eta Acuáridas, se suelen ver hasta 30 meteoros por hora en el momento de mayor intensidad. Su recorrido por la órbita de la Tierra se da entre el 20 de abril y el 21 de mayo y en esta oportunidada alcanzará su mayor esplendor en las próximos dos semanas.
¿Cómo es que llegan a la Tierra los rastros de un cometa? Sucede que cuando un cometa se aproxima al Sol, deja un rastro de polvo detrás de sí. La órbita de la Tierra se aproxima a esos rastros y se produce el contacto con la atmósfera, donde los restos se desintegran y generan rayas coloridas en el cielo.
El fenómeno se puede percibir a simple vista, sin ayuda de aparatos adicionales. De acuerdo con la NASA, hay que acostumbrar los ojos a la oscuridad de la noche durante media hora, tras lo cual se podrán ver los meteoros. En el caso de los países de América del Sur hay buenas perspectivas de avistamiento por la posición de la constelación de donde provienen los meteoritos: la constelación de Acuario.
Las partículas que forman la lluvia de meteoros, sin embargo, no provienen del último paso del cometa Halley por la Tierra, en 1986, sino que se separaron del astro cientos de años atrás. Las partículas proceden de una zona cercana a la estrella Eta Aquarii, de allí el nombre de Eta Acuáridas.
El Halley se aproxima a la Tierra cada 76 años. Su anteriores visitas fueron en 1910 y en 1986 y está previsto que se vuelva a acercar en 2062.