El primer jefe de la Policía de la Ciudad, José Potocar, quedó detenido ayer acusado de ser el jefe de una asociación ilícita que presuntamente pedía coimas a comerciantes y cuidacoches en Núñez. El gobierno porteño, que había suspendido a Potocar de sus funciones hace cuatro días, defendió la decisión de haberlo designado y confió en su pronto regreso al cargo, aunque el policía parece repetir el periplo de Jorge “Fino” Palacios, el primer jefe de la Policía Metropolitana. De todas formas, el jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, aseguró: “Dijimos desde el primer día que iba a haber tolerancia cero para los casos de corrupción”. Desde la oposición, cuestionaron el mecanismo con el que se eligió al jefe de la nueva policía y exigieron que el ministro de Seguridad, Martín Ocampo, dé explicaciones en la Legislatura. De momento, no concurrirá.
Potocar se presentó espontáneamente al Palacio de Tribunales junto con su abogado, Cristian Poletti, luego de que se conociera que el fiscal José María Campagnoli había solicitado su detención al juez Ricardo Farías. “No voy a quedar detenido porque voy a hacerme respaldar por todos, porque soy policía. Estuve en otros países, en Japón, Estados Unidos, Alemania y Francia, y hay respeto y consideración por el policía”, afirmó antes de ingresar. Entró, se enteró que el juez había firmado la orden y quedó detenido.
A Potocar se lo acusa de haber participado de una asociación ilícita para recaudar dinero de cuidacoches y comercios de distinto tamaño en Saavedra y Núñez a cambio de que no les ocurriera nada a los que pagaban. Cuando llegó ayer a la oficina del juez Farías, se le notificó que quedaba detenido e imputado por los presuntos delitos de cohecho y asociación ilícita en calidad de jefe. Según informaron en el tribunal, Potocar entregó su pistola y su placa, y se negó a declarar. Su abogado, en cambio, aseguró que “se ofreció a contestar todas las preguntas, pero nadie le preguntó nada”. Aseguró que pedirá su excarcelación. Por ahora, fue alojado en dependencias de la Gendarmería.
Potocar estaba al frente de la Dirección General de Comisarías cuando ocurrieron los presuntos delitos, por los que ya hay otros seis policías detenidos. Entre ellos, la comisaria inspectora Susana Aventi y el subcomisario Marcelo Stefanetti. Todavía continúa prófugo el comisario Norberto Villarreal. En el despacho de este último, los investigadores secuestraron un cuaderno que indicaba cifras de recaudación y pagos (ver facsímil). Una de ellas se refería a “DGC”: se supone que aludía a la Dirección General de Comisarías, a cargo de Potocar. También hay declaraciones de subalternos que lo mencionan como parte del esquema de cobro de coimas. “En abuso de su posición de poder, Potocar brindó una colaboración fundamental sin la cual el desarrollo de este esquema no hubiera sido posible”, afirmó el fiscal Campagnoli en su pedido de detención.
Defensa PRO
En el gobierno porteño, decidieron suspender a Potocar ante la inminencia de una definición en la causa, pero continúan defendiéndolo hasta hoy.
“Potocar está suspendido provisoriamente. Hoy no es el jefe. Pero nada va a ocurrir hasta que la Justicia no se expida”, indicaron cerca de Larreta.
–¿Fue un error designarlo?
–De ninguna manera. Potocar es ejemplar y no se conocía esta situación cuando se lo designó.
En el Ministerio de Seguridad dieron una respuesta parecida: alegaron no conocer estos antecedentes, que fueron publicados por el periódico cooperativo Tiempo Argentino hace dos semanas. También advirtieron, ante los cuestionamientos opositores, que para designar a Potocar se recurrió a una cláusula transitoria de la Ley de Seguridad, que permitía nombrar al jefe de la Policía sin cumplir con el procedimiento de evaluación pública de antecedentes por diez días que estableció esa norma en su artículo 77. “Si se hacia así, el 1 de enero no ibas a tener un jefe de Policía para la nueva fuerza. De haber uno nuevo se hará lo que dice el artículo 77, porque esa cláusula era por una sola vez”, indicaron.
De todas formas, Larreta comenzó a despegarse del jefe de la Policía: “La Justicia avanza y es un poder independiente. Nosotros sabíamos que estaba mencionado en la causa y por eso tomamos la decisión”, indicó, sobre su suspensión, definida sorpresivamente el sábado pasado. “La Justicia tendrá que definir esa situación”, se desvinculó Larreta, a quien le toca enfrentar lo mismo que experimentó su antecesor con El Fino Palacios.
Contra los consejos de su círculo íntimo, Macri había designado a Palacios como el primer jefe de la Policía Metropolitana, lo que generó conmoción en el ámbito político y entre los familiares de víctimas de la AMIA. En su momento, Macri envió al entonces ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, a la Legislatura a decir que Palacios era “el mejor policía para conducir la Metropolitana”. Cuando el comisario fue procesado por el presunto encubrimiento al atentado a la mutual judía, Macri debió pedirle la renuncia. Duró tres meses en el cargo. A continuación, renunció su segundo, Osvaldo Chamorro, involucrado en la causa por las escuchas ilegales.
El año pasado, la gobernadora María Eugenia Vidal se vio involucrada en una polémica con Elisa Carrió, quien acusó al jefe de la Policía bonaerense, Pablo Bressi, de estar relacionado con el narcotráfico. No obstante, Vidal consiguió mantener en el cargo a Bressi, algo que Larreta no habría podido. Su principal estrategia es enterrar el tema, sacarlo de la agenda mediática y esperar que la oposición no reúna los votos para interpelar a sus ministros en la Legislatura.
Explicaciones
Desde la oposición, la estrategia es la opuesta. Ayer presentaron un pedido de citación al ministro de Seguridad para que brinde explicaciones en la comisión de Seguridad de la Legislatura. Lo firmaron el legislador de la Corriente Nacional de la Militancia Gabriel Fuks, el jefe del bloque kirchnerista, Carlos Tomada; la jefa del bloque peronista, María Rosa Muiños; Inés Gorbea, que conduce el bloque de Martín Lousteau; el jefe del Frente Renovador, Javier Gentilini; además de Adrián Camps, del Partido Socialista Auténtico, y Gustavo Vera, de Bien Común. Todos piden que Ocampo asista a “dar las explicaciones correspondientes sobre la suspensión del jefe de la Policía de la Ciudad y sobre la investigación en curso por presuntos hechos de corrupción”. Desde el entorno de Ocampo indicaron que, de momento, no tiene pensado concurrir. “Si el juez lo procesa, ahí se verá”, indicaron.
En la sesión del próximo jueves, se discutiría la conformación de la Comisión de Seguimiento de la Etapa de Consolidación de la Policía de la Ciudad, a lo que accedería el bloque PRO. Se trata de una comisión estipulada en la ley que dio origen a la nueva fuerza.
“La historia se repite. Otro Jefe de la Policía de la Ciudad fue detenido por estar involucrado en una causa de corrupción”, indicó Tomada. “Hoy se llega a esta nueva designación fallida, tras la negativa del gobierno porteño a responder el pedido del bloque del FpV porteño de realizar una audiencia pública previa, porque la audiencia pública está prevista por ley y la Policía de la Ciudad merece mecanismos transparentes, democráticos y participativos. Una vez más, el PRO debe asumir su responsabilidad por sostener una conducción opaca de la nueva Policía de la Ciudad”, indicó.
Gentilini también cuestionó la forma en la que se designó a Potocar. “No nos extraña que hoy tengamos que estar pasando por esta grave situación institucional”, advirtió. En tanto, Vera reclamó “que hable Potocar para que haya ‘mani pulite’ en comisarías. Detrás está Guillermo Calviño, que era jefe de los traspasados de la Federal y que tiene varias causas”. “Desde 2007 y 2008 –afirmó Vera– se ha verticalizado y masificado la recaudación en las comisarías de la Ciudad.”