"Tuvo un desenlace terrible. No lo imaginábamos porque era joven. (Desde el Hospital Dr. Cosme Argerich) nos avisaron a la madrugada. Es lo peor que nos pasó en la vida. Los chicos están destrozados", relató Claudia Lima al ser consultada este viernes, horas después del fallecimiento de su marido, Jorge Agüero, quien, recién luego de tres días de espera en la guardia y pese a la gravedad de su cuadro de coronavirus, logró acceder el sábado pasado a una cama de terapia intensiva de ese establecimiento porteño.
Entrevistada por Télam, esta vecina del barrio de La Boca dijo: "No sé cómo se sigue ahora, pero sé que soy una más de las miles de familias que están atravesando lo mismo. Es terrible". Por momentos al borde del llanto, Claudia señaló que no desea que nadie viva lo que ella y sus seis hijos, entre ellos los mellizos de apenas cuatro meses, están viviendo.
"Que mis hijos no hayan podido despedir a su padre es terrible. Yo lo esperaba. Lo estábamos esperando. Teníamos sueños que cumplir", balbuceó Claudia, quien está desempleada y apenas recibe la Asignación Universal por Hijo (AUH) por parte del Estado nacional como toda asistencia social a su familia.
El caso de Jorge, quien se ganaba la vida vendiendo churros por las calles de La Boca, se inscribe en un complejo cuadro sanitario en la Ciudad, el cual el jueves reportó un total de 2.686 nuevos casos de coronavirus y 55 fallecidos.
De acuerdo con el reporte oficial del Ministerio porteño de Salud, difundido este viernes, la ocupación de camas UTI en el sistema público de salud es del 80,4%. Según ese reporte, en el sistema de salud público sólo quedan disponibles 80 camas de terapia intensiva sobre un total de 500, ya que están ocupadas 420 plazas; mientras que hace un mes, el sistema de Salud de la Ciudad reportaba una ocupación de camas de terapia intensiva del 35,1%.
El reporte agrega que, en los casos moderados, la ocupación es de 42,6% (639 sobre 1.500 disponibles) y en los leves, de 10% (500 sobre 5.000).
En tanto, Jorge Rebordelo, el hombre infectado con coronavirus que debió esperar durante una semana para poder acceder a una cama de terapia intensiva en la ciudad de Buenos Aires, murió en las últimas horas debido a su grave estado de salud, informó su hija Nadia, que fue quien difundió el caso en medio de la desesperación por no conseguir cama para su padre.
La mujer confirmó que su padre falleció el martes último a las 5 de la madrugada debido a un paro cardiorrespiratorio, tras un mes y 4 días de haber contraído el coronavirus, cuyo resultado positivo fue comunicado el 10 de abril pasado.
"Perdí a mi papá en un mes, pasó su cumpleaños solo y estaba esperanzado en seguir viviendo, no pensé nunca estar de este lado", manifestó hoy a Télam la mujer.
Tras considerar que "este virus lastima a todo el mundo, destruye familias, es algo muy feo", Rebordelo lamentó seguir "viendo a la gente que se junta y no toma conciencia".
"Él no tuvo una buena atención en Medicus, esperamos una semana cama en Terapia Intensiva y la conseguimos por contactos y gracias a los medios de comunicación que nos dieron el espacio para ser escuchados", manifestó.
"El mismo día de su cumpleaños le confirmaron que era positivo por covid, el 14 entra en la clínica Medicus y queda internado en sala común, lo pasan a sala de emergencia y gracias a nuestros contactos y pedido en medios de comunicación, el 21 lo trasladan a la clínica Otamendi y lo intuban en UTI", recordó.
Según contó la mujer, su padre era exfumador, lo habían operado del corazón y tenía dos stent coronarios, y durante su internación se detectó, a través de una tomografía, que el hombre padecía de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
"Tuvo una infección, comenzó a estar muy hipertenso y con tantas drogas comenzó con fallas renales; aguantó un tratamiento de diálisis, el lunes pidieron otro de urgencia y era muy riesgosa para su corazón, porque actúa como de filtro con la sangre, y el martes me dieron la noticia", recordó la mujer, quien remarcó que lo despidieron el miércoles con una misa en el barrio de Chacarita, porque luego del 28 de abril dio negativo por coronavirus.
"Mi viejo era un tipazo, todos estaban y estamos muy tristes, en su grupo de amigos, le decían moneda porque era con lo único que lo enojaba, porque la moneda tiene doble cara y él no", contó.
En tanto, la hermana de Nadia, de 42 años, quien se contagió coronavirus como toda la familia y durmió en el pasillo de una clínica hasta ser derivada con neumonía bilateral a otra institución de salud en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, fue dada de alta hace una semana.
"Respondió bien al tratamiento, aunque continúa con antibióticos y debe realizar ejercicios con la kinesióloga porque le cuesta recuperar la respiración", remarcó la mujer.