Independiente trasladó un poco de su buen andar en la Copa Sudamericana (está puntero e invicto) al campeonato local este domingo y consiguió los resultados que tanto necesitaba para seguir con vida en la Copa de la Liga. En primer lugar, venció a Huracán por 3-1 en Parque de los Patricios y, segundo pero no menos importante, recibió el guiño del destino con la caída de Talleres (ante Lanús) y el empate de Unión (contra Colón de visitante).
Así, los de Julio Falcioni, quien sigue ausente por cuestiones personales -el equipo fue dirigido nuevamente por Pedro Monzón-, finalizaron terceros en la Zona B y se medirán con Estudiantes de La Plata, el segundo de la A, por cuartos de final.
Independiente fue mucho más que Huracán, de flojo andar en el certamen (13 puntos), aunque lejos estuvo de conseguir una victoria sin sufrimiento en el Palacio Tomás Adolfo Ducó. Es que a las numerosas falencias defensivas del Globo, el Rojo hizo mucho para compensarlas con errores propios.
Lo cierto es que la visita abrió el marcador luego de un desborde y centro de Fabricio Bustos que encontró el despeje del arquero y el rebote en el central colombiano José Moya para concretar el gol en contra. Esa fue la segunda infortunia del defensor en la misma jugada, ya que segundos antes le había propinado una fuerte patada a un compañero intentando despejar la pelota.
Independiente ya disfrutaba del triunfo y de lo que venía escuchando desde afuera, con el triunfo parcial de Lanús sobre Talleres y el de Colón sobre Unión, justamente sus dos rivales directos por la lucha para meterse en cuartos. Pero cuando todos ya pensaban en el descanso, Franco Cristaldo los bajó de su dulce sueño con un certero cabezazo a los 44 minutos.
Con el empate la historia tomó otro color para Independiente, que se nubló ofensivamente a pesar de las intervenciones del siempre imprevisible Alan Velasco. Tuvo que aparecer la picardía de Silvio Romero para salvar a los suyos. El capitán simuló una infracción en la puerta del área y se hizo cargo del tiro libre, para sorprender a propios y extraños con un remate por abajo de la barrera que se tornó inalcanzable para el joven Sebastián Meza.
Huracán estuvo lejos de volver a igualar la historia, con muy poca sintonía entre sus miembros de ataque, que fueron siendo reemplazados uno por uno a excepción del capitán Norberto Briasco. Finalmente, el Rojo sentenció la historia cerca del cierre con un bombazo desde afuera del área de Domingo Blanco. En cuartos, se verá la cara con Estudiantes en una llave donde el otro duelo es Colón-Talleres. Sin grandes cucos en la costa, el Rojo se ilusiona.