El juicio conocido como causa Klotzman comienza hoy con su etapa final, con los alegatos de clausura y las posibles ampliaciones de declaraciones indagatorias de los acusados. El esperado juicio comenzó el 23 de septiembre del año pasado, a cargo del Tribunal Oral Federal N° 2 de Rosario, integrado por Mariela Emilce Rojas, Osvaldo Facciano y Eugenio Martínez. El primero en alegar será el fiscal Adolfo Villatte, que se extenderá durante tres miércoles, días de las audiencias semanales. Luego será el turno de las querellas y por último de la defensa.
En el proceso, tres ex policías federales de la Delegación Rosario y un ex militar de inteligencia son juzgados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 29 víctimas entre agosto y noviembre de 1976 en el centro clandestino de detención “Quinta de Fisherton”, que funcionó en Rosario durante la última dictadura cívico militar. Las víctimas fueron integrantes de la organización PRT-ERP o tuvieron alguna vinculación con sus miembros.
El valor de estos juicios orales y públicos quedó en evidencia, una vez más, al develar la existencia de una víctima desconocida. En la primera jornada del juicio, un antropológo forense contó que, en el marco de una investigación personal que emprendió sobre el centro clandestino de detención, pudo dar con el paradero de una víctima desconocida para la causa judicial, cuyos datos aportó. De ese modo, Daniel Guilbes pudo declarar en la causa, como publicó el periodista José Maggi, en Rosario/12, el 1° de noviembre pasado.
El debate oral que comenzó en septiembre había sufrido postergaciones durante más de tres años. Llegaron acusados el capitán del Destacamento de Inteligencia 121, Jorge Alberto Fariña; y los ex integrantes de la Delegación local de la PFA: el ex oficial Federico Almeder, el ex auxiliar Juan Langlois y el ex inspector Enrique Andrés López. Los cuatro están imputados por multiples privaciones ilegítimas de la libertad, torturas, homicidios y apropiación de niños y actualmente están detenidos con la modalidad de prisión domiciliaria. También se encontraba imputado por estos hechos el sargento de la PFA Juan Dib, quien falleció poco antes del comienzo del juicio.
También se juzga la apropiación de la hija del matrimonio Klotzman-Barral, que recuperó su identidad el 7 de abril de 2011, a través de un análisis de histocompatibilidad efectuado por el Banco Nacional de Datos Genéticos. El relato de Fernando Brarda, sobreviviente del centro clandestino de detención, y la posterior investigación permitió determinar que la niña fue sustraída por los represores y entregada a una familia en la ciudad de Santa Fe.