El Ejército israelí lanzó este martes más bombardeos en la Franja de Gaza luego de que milicianos palestinos dispararan cohetes hacia Israel en una escalada que ya dejó tres israelíes y 28 palestinos muertos, incluidos diez niños.
En las primeras horas de la mañana dos mujeres israelíes murieron cuando cohetes lanzados desde Gaza cayeron en una zona residencial de la ciudad costera de Ashkelon, informó el servicio de socorristas de Israel. Más de 60 israelíes resultaron heridos en otros ataques similares. Horas después, la Policía israelí informó que una tercera mujer falleció en la localidad de Rishon Letzion, cerca de Tel Aviv, por el impacto de otro cohete lanzado desde la Franja de Gaza.
Ya con la muerte de las dos primeras mujeres, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que iba a "incrementar tanto la fuerza como el ritmo de los ataques" en Gaza contra los grupos islamistas palestinos Hamas, que gobierna en la región, y Yihad Islámica. "Hamas recibirá ahora golpes que no esperaba", dijo.
La respuesta de Hamas no se hizo esperar. "Si (Israel) quiere una escalada, estamos preparados y si quiere detenerse también estamos listos", amenazó el líder del movimiento islamista en Gaza, Ismael Haniyeh, y exigió que las fuerzas israelíes se retiren de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén, sede de dos importantes mezquitas para el mundo islámico y el epicentro en los últimos días de la escalada de represión y enfrentamientos entre israelíes y palestinos.
Pero la violencia no se limita ni siquiera a esos dos territorios, Gaza y Jerusalén. El lunes un palestino ciudadano israelí fue asesinado a tiros por un colono judío israelí en medio de protestas en la ciudad de Lod, una de las ciudades de mayoría palestina más importante de Israel; mientras que el Ministerio de Salud del Gobierno palestino en la ocupada Cisjordania informó hoy que un palestino murió y otro resultó herido por disparos de soldados israelíes cerca de la ciudad de Naplusa.
En medio de una escalada que hace temer lo peor en la región, Egipto anunció que estaba tratando de mediar un alto el fuego, pero el ciclo de violencia parecía estar tomando demasiado impulso. Incluso antes de las dos primeras muertes israelíes, el Ejército dijo que se enviarán refuerzos a la frontera entre Gaza e Israel y el ministro de Defensa israelí ordenó la movilización de 5.000 reservistas, todas señales de una campaña más amplia por delante.
Los ataques en Gaza continuarán "las próximas horas o los próximos días", dijo el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz. El fuego cruzado llegó luego de varios días de los peores enfrentamientos en Jerusalén entre palestinos y policías y colonos israelíes desde 2017, justo en coincidencia con el mes sagrado islámico de Ramadán, dedicado al ayuno y la oración.
Más de 550 palestinos resultaron heridos desde el viernes pasado en los choques en la Ciudad Vieja de Jerusalén este, la antigua ciudadela amurallada que alberga algunos de los lugares más sagrados del islam, el judaísmo y el cristianismo. La actual ola de violencia, al igual que otras anteriores, incluyendo las dos Intifadas o levantamientos palestinos contra la ocupación israelí, se vio alimentada por la disputa en torno a la soberanía de Jerusalén, uno de los asuntos más calientes del largo conflicto.
Israel capturó los territorios palestinos de Cisjordania, Gaza y Jerusalén este en una guerra en 1967 y luego se anexionó esa parte de mayoría palestina de la ciudad. Los palestinos quieren fundar un Estado en Cisjordania y Gaza con capital en Jerusalén este. Miles de palestinos ciudadanos de Israel marcharon el lunes a la noche por varias ciudades del país para denunciar la represión de las fuerzas de seguridad israelíes, en una de las mayores manifestaciones en años de la minoría palestino-israelí.
Israel lanzó tres grandes ofensivas contra Hamas en Gaza desde que el grupo islamista tomó el control de la región con costa al mar Mediterráneo, que está separada de Cisjordania, donde queda Jerusalén, por el territorio del Estado de Israel. Recientes olas de violencia terminaron luego de algunos días de bombardeos cruzados, por lo general gracias a la mediación de Egipto o de Qatar.
Desde que comenzaron las hostilidades transfronterizas, ayer, milicianos de Gaza lanzaron más de 500 cohetes contra Israel, dijo hoy el Ejército israelí. El Ministerio de Salud de Gaza dijo hoy que 28 palestinos, entre ellos diez niños, murieron en los bombardeos de Israel contra el enclave y que otras 152 personas resultaron heridas.
Un vocero del Ejército israelí dijo hoy a periodistas que 16 de los muertos en Gaza eran milicianos de grupos armados palestinos, entre ellos el movimiento islamista Hamas, que gobierna en la región costera. El vocero, teniente coronel Jonathan Conricus, agregó que el Ejército estaba en las "fases iniciales" de ataques contra blancos de Gaza que había planeado de antemano. Conricus dijo que el sistema antimisiles israelí interceptó más del 90 por ciento de los cohetes lanzados desde Gaza. Uno de ellos, sin embargo, impactó anoche contra un edificio de siete pisos en Ashkelon, dijo el Ejército, e hirió a seis personas.
Israel respondió al lanzamiento de cohetes con 130 ataques de aviones de combate y helicópteros contra objetivos militares en el enclave palestino que da al mar Mediterráneo, que mataron a 16 miembros de Hamas y Yihad Islámica, dijo Conricus. Un edificio de doce pisos en el centro de la ciudad de Gaza, donde las principales figuras de Hamás tenían sus oficinas, fue destruido en un ataque israelí
Autoridades de Gaza dijeron que nueve de los diez chicos murieron ayer en el primero de los bombardeos israelíes, que mató a 20 personas en la ciudad de Beit Hanoun, en el norte de la franja. Siete de los muertos en la localidad, incluyendo tres chicos, eran miembros de la misma familia, dijo el Ministerio de Salud de Gaza.
Más de 100 personas resultaron heridas en los ataques aéreos, agregó el Ministerio de Salud. Por su parte, la Yihad Islámica, el segundo grupo islamista más numeroso de la Franja de Gaza, anunció hoy la muerte de tres de sus comandantes en los ataques israelíes.
La ONU dijo estar "profundamente preocupada" y condenó "cualquier incitación a la violencia", mientras que los 22 países de la Liga Árabe y los 57 de Organización para la Cooperación Islámica (OCI) culparon a Israel de esta última escalada de violencia.