Independiente igualó con Montevideo City Torque por 1 a 1 como visitante, en un encuentro correspondiente a la cuarta fecha del grupo B de la Copa Sudamericana. El delantero argentino Gustavo Del Prete, con pasado en las divisiones formativas de Independiente, marcó el único tanto local cuando iban 43 minutos del primer tiempo, de penal, y Jonathan Herrera, por la misma vía, empató a los 45+1m. del complemento para la visita, que sufrió las expulsiones de Julián Pacchini (9m. ST) por roja directa y de Silvio Romero (16m. ST), por protestar desde el banco de suplentes.

Con esta igualdad el "Rey de Copas" mantiene la punta, con ocho puntos en la zona, y Montevideo City Torque suma cinco unidades. Ahora esperará por el resultado de Bahía de Brasil (5) frente a Guabira, de Bolivia, el único que sigue en cero.

Independiente, con un equipo alternativo y la cabeza en los cuartos de final de la Copa de Liga Profesional de Fútbol (LPF) en los que enfrentará a Estudiantes en La Plata, se acomodó con una línea de cinco plantada y un cerrojo defensivo, que por momentos tuvo ocho hombres dentro de su propio campo.

Al local le costó romper el planteo. Buscó por los costados, con sociedades que no aparecieron y una posesión de pelota pasiva, en contraste a la verticalidad y velocidad rival. En ese contexto se salvó cuando Jonathan Herrera reventó el palo derecho del arco custodiado por Cristopher Fiermarín.


El 'City' padeció cada minuto, no le encontró la vuelta ni la forma de quebrar al conjunto dirigido momentáneamente por Pedro Monzón.

Sólo por una vía podía hacerlo: por un error defensivo, y este sucedió cuando Patricio Ostachuk cometió un penal infantil y el formado en las Inferiores de Independiente, Gustavo Del Prete, lo cambió por gol.

Independiente cambió para el complemento, se abrió al mismo tiempo que adelantó a sus hombres, y así peleó más por la pelota pero también brindó mayores espacios en el fondo.

La nueva idea duró poco por la expulsión de Juan Pacchini (9m.), que dejó el pie y metió una plancha tan inocente como violenta. Igual, Independiente siguió yendo por las bandas y contó con dos ocasiones de peligro antes de los 20 minutos.

El equipo uruguayo no sacó diferencia de su hombre de más, sino que por el contrario, cedió terreno y se dedicó más a pelear que a jugar cuando todo le resultó favorable. A pesar del momento que lo invitó a liquidar la historia con tranquilidad, se aferró a la ventaja y despreció los caminos que lo llevaron a la misma.

Independiente se diluyó también, entró en un conflicto constante con los rivales y con el árbitro paraguayo José Méndez al sentirse perjudicado.

La roja desde el banco de suplentes sufrida por Romero tras varias protestas, desencajó al resto de sus compañeros, que vieron cómo se esfumó la posible entrada de su capitán y goleador habitual -tampoco estará ante Bahía-.

Sin embargo, y rodeado de conflictos, Alan Velasco frotó la lámpara y su asistencia terminó en un penal agónico, en el que Jonathan Herrera clavó un derechazo fuerte al medio. El punto se sintió como un triunfo para un equipo que navegó por aguas turbulentas durante casi todo el encuentro.

El camino de Independiente en la Copa Sudamericana continuará el martes de la semana próxima contra Bahía, de Brasil, como local, en un partido decisivo para la clasificación.