El presidente Alberto Fernández y el Papa Francisco intercambiaron regalos en la audiencia que mantuvieron en el Vaticano. Fernández le le obsequió productos orgánicos hechos por jóvenes recuperados de adicciones de la villa 31 y una medalla sobre las Islas Malvinas. Jorge Bergoglio, por su parte, le entregó un mosaico con la imagen de un hombre y una mujer cultivando y cuidando la tierra.

La gira presidencial por Europa tuvo su escala en la sede vaticana. Allí, Fernández fue recibido por el Papa junto a otros funcionarios y concretaron el tradicional intercambio de presentes de ambas comitivas.

Fernández le llevó a Bergoglio productos orgánicos como miel y derivados hechos por  adictos recuperados de hogares de la villa 31, una medalla por el aniversario de Malvinas y una estola de la Basílica de San José de Flores, barrio en el que creció el ex arzobispo de Buenos Aires. 

Otro regalo que le acercó el Presidente fue una estatuilla de San José igual a la que hay en la Basílica donde el cura comenzó su camino religioso en el catolicismo acompañada por una estampita de Lujan, una colección de la Divina comedia traducida y un libro biográfico de Enrique Santos Discépolo.

Por otro lado, Francisco le obsequió a Fernández un mosaico con la imagen de un hombre y una mujer que "responde a la invitación del Señor en el Génesis", cultivando y cuidando la tierra, según informaron en el Vaticano. 

Acompañando al mosaico se lee la inscripción "Que el fruto de la tierra y del trabajo del hombre se convierta en alimento para la vida eterna”.

Además Bergoglio entregó al presidente una copia de la encíclica Fratelli Tutti y su último mensaje de la Jornada Mundial por la Paz.