En una reunión con periodistas realizada en el Ministerio de Salud, Carla Vizzotti brindó precisiones acerca del avance del plan de vacunación frente a la llegada de 5 millones de dosis antes de que culmine mayo. Además, detalló los aspectos logísticos vinculados al proceso de inmunización, con énfasis en la brecha entre las dosis que llegan y las que se aplican. Describió además cuál es la situación epidemiológica en relación a una “meseta alta de casos”, con una curva muy difícil de sostener si el objetivo es evitar que colapse el sistema sanitario.
“En la actualidad, estamos negociando con absolutamente todos los laboratorios y pensamos en las vacunas que deberían llegar ahora y también con una mirada prospectiva hacia el futuro. Sin embargo, sabemos que el 31 de diciembre no desaparecerá la pandemia, el mundo está en medio de una situación que permanecerá”, expresó la ministra. Luego continuó: “La emergencia de nuevas variantes no nos permite afirmar cuándo terminará esta situación de excepción global, no estamos en condiciones, nadie lo está. Hoy tenemos acceso a las vacunas pero solas no son suficientes. De hecho, estamos en un piso muy alto y se acerca el invierno. Necesitamos redoblar los cuidados y avanzar con la vacunación”, sostuvo.
En relación a la brecha entre las dosis que llegan y las que se inoculan, aspecto vinculado al ritmo de aplicación que la inmunización a escala alcanza, Vizzotti apuntó: “La semana que más dosis aplicamos llegamos a las 1.200.000. Hasta ahora no ha habido un cuello de botella en la aplicación. Las provincias se han preparado de una manera excelente. Estamos en condiciones de acelerar más todavía”, afirmó. El 75% de las personas mayores de 60 años recibieron una dosis, por ello, frente a una situación que se revela favorable planteó: “Estamos en la etapa de estimular a las provincias para que ese 25% restante pueda ser captado. Hay mucha gente que quizás no pudo anotarse, o bien, que tiene alguna duda al respecto de la vacunación. Estamos trabajando para vacunar lo más rápido posible antes de que llegue el invierno”.
Cómo sigue el plan de vacunación
A la fecha, Argentina recibió 12.698.000 de dosis, si se tienen en cuenta el millón de dosis de Sputnik V que arribaron a suelo doméstico durante los últimos días. De ese total, ya se aplicaron 9.541.511: 7.912.175 personas recibieron la primera y 1.629.336 fueron inoculadas con el esquema completo. Aproximadamente el 75% de las personas mayores de 60 años recibieron una dosis; un paso importante si se considera que la población objetivo dentro de una primera fase de vacunación es alcanzar los 14 millones de personas inmunizadas (entre los miembros del personal de salud, los adultos mayores, los menores con comorbilidades, docentes y fuerzas de seguridad).
Desde aquí, y con la mira colocada en conquistar esa meta antes de que lleguen las temperaturas más frías, el gobierno optó por diferir la segunda dosis, al menos por tres meses. “Las personas que recibieron la Sputnik V al principio del proceso de inmunización, como es el caso del personal de salud, ya completaron su esquema de dos dosis. En lo que estamos trabajando desde fines de abril es en el cronograma, buscamos seguir recibiendo el componente 1, pero también empezar a recibir componente 2. El objetivo es completar los esquemas de todas las vacunas, tanto de Sinopharm, como de AztraZeneca/Covishield”, explicó Vizzotti. Después siguió con una aclaración sobre este punto que, en algunos casos, genera dudas: “No hay problema con pasar los tres meses entre la primera y la segunda dosis. Luego de los 90 días no se pierde el efecto de la primera, no pasa nada en verdad”. Lo que hizo la cartera sanitaria fue decidir, del mismo modo que lo hicieron otros ministerios a lo largo del mundo (el ejemplo paradigmático es Reino Unido) diferir la segunda dosis, porque desde una perspectiva sanitaria es preferible inmunizar a más gente con una dosis que a menos con dos.
A su turno, también refirió a las cuatro millones de dosis de AstraZeneca que llegarían durante este mes. “Las AztraZeneca que llegarán serán utilizadas para completar los esquemas de los que recibieron la primera dosis hace tres meses y, además, son tantas que sobrarán para inmunizar con la primera dosis a nuevas personas”, señaló. Y destacó que los primeros lotes llegarán desde Estados Unidos y los próximos ya provendrán desde México. Cabe recordar que éstas son las vacunas cuyo principio activo fue fabricado en el laboratorio mAbxience, propiedad del empresario local Hugo Sigman, y cuyo procesamiento y empaquetado final debía realizarse en Liomont (México). A las cuatro millones deberán sumarse, las 861.600 dosis de AstraZeneca pero que llegarán a través del mecanismo Covax (plataforma de la OMS). Se trata de frascos “multidosis” que ocupan menos volumen, son más cómodos para el traslado, se almacenan de manera sencilla y, en efecto, la distribución a los distritos es más rápida.
Logística
En la actualidad, hay 3 millones de dosis que están en territorio doméstico y aún no fueron aplicadas. En la última semana arribaron un millón de dosis de Sputnik V. De ese total 300 mil fueron producidas en una planta nueva en Moscú y las 700 mil restantes llegaron con un nuevo formulario de certificación de calidad. “Las vacunas llegaron con todas los papeles, están almacenadas en las condiciones requeridas, mientras la gente de logística de nuestro ministerio y el Centro Gamaleya intercambian la documentación necesaria. Una vez que todo es debidamente chequeado, se liberan para su distribución en los distritos”, subrayó Vizzotti. Enseguida continuó con su descripción de la situación y expresó: “Las vacuna no están detenidas, se está cumpliendo el proceso de control de calidad que realiza Anmat para asegurar que las dosis que se inoculan responden a parámetros necesarios. La entidad regulatoria destrabará la situación lo más rápido posible, sus inspectores trabajan con velocidad, pero sobre todo trabajan bien”.
El procedimiento desde que un avión con miles de dosis desciende en territorio argentino no es nada sencillo y las instituciones comprometidas trabajan contrarreloj. Desde aquí, la ministra ratificó el compromiso de los trabajadores y trabajadoras de su cartera y recordó lo que sucedió durante la administración macrista. “Cuando llegamos al Ministerio, había cerca de 12 millones de dosis en la aduana que habían permanecido por ocho meses estacionadas allí. De esas, una buena parte se hallaban al límite del vencimiento”.
Luego continuó con los argumentos que permiten comprender la diferencia existente entre la cifra de vacunas que arribaron y las que fueron aplicadas. “Entre que las vacunas llegan a las provincias, impactan en el sistema y figuran en el Monitor de Vacunación lleva un tiempo. Hay veces que las aplicaciones se realizan un día y se registran al día siguiente. Por otro lado, hay 12 provincias que tienen sus propios registros e interoperan con el nuestro (Nomivac, creado en 2013), por este motivo, la aparición en el sistema lleva un poco más”, detalló. Y completó: “La gente debe saber que no hay dos millones de dosis sin moverse, por el contrario, hay mucha gente trabajando. Nunca habrá la misma cantidad entre las distribuidas y aplicadas, y a medida que sigan llegando aviones, la brecha será mayor. Es parte del proceso”.
Curva de contagios
Además, se refirió a la situación epidemiológica y las tendencias de infecciones. “Esta tercera ola nos planteó una situación bastante particular, caracterizada por un incremento exponencial de casos. Ese pico superó el número máximo de infectados del año pasado y tensionó muy rápido el sistema de salud”, dijo. Desde esta perspectiva, amplió el paisaje del escenario actual: “El crecimiento exponencial se detuvo en AMBA pero necesitamos que la tendencia positiva se afiance aún más rápido. Hay tensión en el sistema de salud, tenemos provincias como La Pampa, Catamarca y Formosa que nos tienen muy preocupados”, puntualizó. Más tarde subrayó las diferencias entre esta ola y las anteriores. “Tenemos un sistema de salud mucho más robusto que nos permitió dar respuesta a la cantidad de contagios que estamos teniendo. No sé si se llegó a percibir el peligro de desbordar el sistema en AMBA, todavía estamos al límite”. “Como ventajas, podemos decir que contamos con 400 respiradores más (además de los 3682), un equipo de salud vacunado y entrenado. La desventaja es que ese equipo está más cansado, los recursos humanos son finitos y hay variantes que complican las cosas”, puntualizó.
Por último, también se refirió al proyecto de Ley de Emergencia Covid que el gobierno busca aprobar en el Congreso. “La idea del proyecto es tener parámetros fijados teniendo en cuenta que lo que nos muestra la pandemia es la dinámica impresionante que implica esta situación. Hay cosas que suceden que hacen que todo el tiempo las decisiones deban reevaluarse. Necesitamos indicadores homogéneos para estratificar el riesgo en el país”. Desde aquí: “Se propone una serie de indicadores para medir los riesgos, para actuar frente a situaciones de alarma epidemiológica y sanitaria, que ameriten la posibilidad de intervención del presidente. Necesitamos que las provincias y los municipios puedan saber cuáles son los valores de incidencia, de razón y otros factores objetivos para identificar las situaciones e implementar medidas”.