En la tarde del jueves el portavoz del Ejército de Israel, Jonathan Conricus, informó que soldados de aquel país habían ingresado a la franja de Gaza en el marco de la operación militar en curso contra el movimiento islamista palestino Hamás. "La aviación israelí y tropas en tierra realizan en la actualidad un ataque en la franja de Gaza", declaró el Ejército de Israel en un breve mensaje oficial.
Pero cuando se suponía que la invasión ya era un hecho, el propia fuerza armada israelí publicó una "aclaración" para precisar que "no hay militares" en Gaza. Interrogado por las agencias internacionales, Conricus evocó un "problema de comunicación interna" para intentar explicar la situación. Mientras tanto, el cielo del enclave palestino se ilumina por los incensantes bombardeos.
Por su parte, a través de un tuit, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se refirió al operativo terrestre -que luego fue desmentido- y aéreo sobre la Franja de Gaza: “Dije que le cobraríamos un precio muy alto a Hamas. Lo hacemos y lo seguiremos haciendo con mucha intensidad. No se dijo la última palabra y esta operación continuará el tiempo que sea necesario”.
En esa misma línea, el ministro de Defensa, Benny Gantz, había anticipado que las acciones llevadas a cabo al inicio de la semana eran “solo el comienzo”. “Hay numerosos objetivos en fila”, agregó entonces. La cartera que lidera dio durante el día luz verde al ejército para movilizar en caso necesario a miles de reservistas.
Ante el entonces posible escenario de invasión, el brazo armado de Hamas había advertido que “toda incursión terrestre en cualquier zona de la Franja de Gaza será la ocasión para aumentar el número de muertos y de presos en filas del enemigo”.
Desde que comenzó la escalada de violencia, el lunes por la noche, entre el movimiento islamista palestino Hamas e Israel, cientos de personas murieron y más de 500 resultaron heridas. Según precisó el Ministerio de Salud, en el enclave palestino se registraron 103 muertos, de los cuales 27 niños, y 580 heridos. Mientras que, de lado israelí, los disparos desde Gaza causaron siete muertos y decenas de heridos.