Fiebre, dolores musculares y fatiga generalizada. Tres de las posibles reacciones adversas a la aplicación de las vacunas contra la covid-19 se triplican en los casos en los que se alterna la primera y la segunda dosis de diferentes formulaciones, según indican los primeros resultados de un estudio publicado en The Lancet, aunque esos efectos no son graves y pueden ser controlados con paracetamol.
El estudio se realizó, en particular, con la combinación de los fármacos de Pfizer y AstraZeneca, mientras que los grupos de control recibieron las dos dosis del mismo laboratorio. A pesar de las reacciones adversas, los investigadores destacan que si la creación de anticuerpos no se ve afectada, permitiría acelerar el avance de la inmunización. Las conclusiones del trabajo sobre la eficacia o seguridad no estarán listas hasta junio.
Luego de que varios países europeos pusieron en duda la continuidad de las aplicaciones con la vacuna de Oxford-AstraZeneca por la aparición de una decena de casos de trombosis, en el Reino Unido se inició esta investigación para probar qué ocurría en caso de alternar distintas formulaciones entre la primera y la segunda aplicación. Los resultados preliminares indican que, aunque las reacciones adversas pueden aumentar, los efectos no llegan a ser graves, son de corta duración y se alivian con paracetamol.
El ensayo, aún en curso, publicado por The Lancet se llama Com-Cov comenzó en febrero pasado, a cargo del investigador de la Universidad de Oxford Matthew Snape. "Si podemos demostrar que estos planes de combinación generan una respuesta inmune que sea tan buena como la de las estrategias normales y sin un aumento significativo de las reacciones a la vacuna. Permitiría que más personas completaran la inmunización contra la covid en menos tiempo".
La investigación contó con 830 voluntarios, mayores de 50 años, y el plazo entre la primera y la segunda dosis se decidió diferirlo en 84 días para casi la mitad de los participantes del estudio, por lo que en los próximos días se avanzará en la aplicación para parte del grupo en estudio. Los resultados publicados el miércoles por The Lancet muestran las cifras de reactogenicidad en la otra mitad del grupo de voluntarios, a los que se le aplicó la segunda dosis 28 días después de la primera aplicación.
Entre los resultados preliminares que arroja el estudio se mostró que el incremento de las reacciones adversas se incrementaron tras la primera aplicación para los que recibieron la vacuna de AstraZeneca en ambas aplicaciones -solo el 10 por ciento tuvo efectos secundarios- mientras que con la Pfizer se incrementan con la segunda dosis.
Pero quienes fueron inoculados alternado primera la fórmula de AstraZeneca y luego la de Pfizer mostraron un incremento mayor de reacciones adversas, que llegó al 34 por ciento de los casos, en ningún caso de gravedad. En el caso de los que recibieron la dosis de Pfizer seguida de la de AstraZeneca, el aumento de los efectos secundarios se elevó al 41 por ciento, frente al 21por ciento de los que recibieron Pfizer las dos veces.
"Los resultados apuntan a que los planes de mezclar dosis podrían provocar un aumento de las faltas al trabajo al día siguiente de la inmunización", señaló el investigador a cargo y agregó que no encontraron problemas serios de seguridad, como trombos o alergias graves, aunque no descartó que pudieran aparecer en pacientes más jóvenes que la población de la muestra.