Vélez Sarsfield se ubicó en el segundo puesto del Grupo G de la Copa Libertadores al vencer 3-1 en Liniers a Liga Deportiva Universitaria de Quito, en el partido que completó la cuarta fecha de esa zona que encabeza con holgura Flamengo, de Brasil.
Los cariocas lideran con diez puntos mientras que Vélez llegó a seis como producto de dos victorias consecutivas, rebasando así a los ecuatorianos que se quedaron con cuatro, mientras que Unión La Calera de Chile, que viene de empatar con Flamengo, suma dos unidades.
El partido parecía a pedir de boca para Vélez, que el próximo fin de semana estará enfrentando a Racing Club por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional, ya que apenas transcurridos seis minutos ya dispuso de un tiro penal a favor.
Pero el remate diestro del hasta ahora infalible Tiagho Almada rebotó contra el palo derecho del arquero argentino Adrián Gabbarini, y entonces esos buenos presagios se trastocaron inmediatamente, reemplazados por los fantasmas de una noche que podía venir complicada.
Pero cuando parecía que ese período inicial se extinguiría como había comenzado, los duendes de ese duende futbolístico que es Almada, se unieron para que el pibe de Fuerte Apache recibiera sin marca por el medio del área para definir nuevamente por abajo como en el penal malogrado y contra el mismo palo, pero esta vez del lado de adentro.
De esta manera, Vélez se fue al descanso con la merecida, tranquilizadora e imprescindible ventaja por la que había pugnado incansablemente desde el minuto cero de partido. Y sin resignarse a esa magra ventaja salió el dueño de casa a disputar el segundo período, sin concederle a su rival ni un ápice de terreno como para intentar una recuperación.
Fue entonces cuando Mauricio Pellegrino le empezó a hacer honor a este 13 de mayo en el que se celebra por primera vez el "Día Mundial del Entrenador de Fútbol", fecha dispuesta en homenaje al británico Alex Ferguson, que dirigió por última vez un día como hoy de 2013 a su sempiterno Manchester United.
A los 20 minutos de esa etapa final incluyó a Ricardo Centurión, de creciente rendimiento en los últimos encuentros, por un agotado Almada, y apenas tres minutos después el ex Racing Club y Boca Juniors desparramó a Cristian Cruz por derecha y lanzó un preciso centro para la cabeza de Janson, que doblegó nuevamente a Gabbarini con un cabezazo al primer palo desde adentro mismo del área chica.
Claro que esa conquista que ya sí podía considerarse tranquilizadora, duró menos de 10 minutos, porque el uruguayo Matías Zunino logró el descuento de zurda, con un remate corto que ingresó entre las piernas del arquero Lucas Hoyos.
Pero nuevamente como sucedió con Centurión y apenas ocho minutos después de ingresar, Mancuello recibió un verdadero regalo del zaguero central Franklin Guerra, que pretendió hacer rápidamente una falta a favor dentro de su área grande y no hizo más que obsequiarle el balón al ex Independiente para que vulnerara por tercera vez a su excompañero en el equipo de Avellaneda, el mencionado Gabbarini, con un zurdazo bajo.