Lanús perdió 3-1 ante Gremio en Porto Alegre, y quedó al borde de la eliminación de la Copa Sudamericana al cumplirse la cuarta fecha del Grupo H que lidera el vencedor con puntaje ideal: 12 unidades, y a una de asegurarse la clasificación a octavos de final.

El perdedor continúa segundo con seis, la misma diferencia que lo separan del puntero sobre otros seis puntos que restan para terminar la fase de grupos, por lo que quedó al borde de la eliminación. La segunda ubicación ahora es compartida con La Equidad de Colombia, que al mismo tiempo se presentó en Venezuela para superar 2-1 a Aragua, el que cierra la tabla sin puntos.

Los dos goles de Gremio fueron convertidos por Ferreira, uno en cada tiempo; después que Matheus Henrique marcara la rápida apertura y que Guillermo Burdisso empatara transitoriamente para Lanús.

El conjunto argentino, con la obligación de vencer para mantener sus chances de avanzar a la siguiente fase, debió encarar este compromiso con una serie de inconvenientes, principalmente en la línea de medios, que es el talón de Aquiles del equipo, porque en ese sector Lanús sabe capitalizar la posesión de la pelota y encuentra el equilibrio para generar la ofensiva y para colaborar con la defensa en la contención.

Y eso evidenció una vez más, como una zona frágil con la ausencia del lesionado Tomás Belmonte; sin Facundo Quignón, que pidió no viajar porque está negociando su incorporación al FC Dallas de la MLS, de Estados Unidos, para cuando venza su vínculo con el 'granate' en junio próximo, y sin Facundo Pérez, suspendido por la expulsión ante La Equidad en la fecha anterior.

A eso se sumó la ausencia del entrenador Luis Zubeldía, sancionado también por su expulsión ante los colombianos, por lo que su primer asistente Maximiliano Cuberas tomó la posta con ese improvisado medio campo a cargo del juvenil Ignacio Cechi (19 años) y con Julián Aude -habitual lateral izquierdo-.

Esas circunstancias las supo aprovechar Gremio para hacerse con más facilidad de la pelota y para llegar por lo alto ante la debilitada estructura defensiva del adversario, que ofreció desatenciones para contrarrestar el juego aéreo.