La aviación israelí bombardeó este sábado el centro de Gaza. Diez personas de una familia murieron en la incursión. Entre las víctimas hubo ocho niños. El hecho se produjo en el campo de refugiados de Al Shati, cuando las bombas cayeron sobre un edificio de tres pisos que se desplomó.
Fueron muertos la madre y cuatro niños de cinco a 15 años, según fuentes médicas palestinas. También murieron cuatro de sus primos, de 8 a 14 años, y su madre, que habían ido a visitarlos con motivo de la fiesta del Aíd el Fitr, que marca el final del Ramadán, según esta fuente.
Los dos padres, Aala Abu Hattab y Mohamad Al Hadidi, en el exterior del edificio, sobrevivieron, así como un bebé de cinco meses que fue hospitalizado. Los niños "estaban seguros en su casa, no llevaban armas, no dispararon cohetes", dijo Al Hadidi. "Llevaban sus vestidos de Aíd el Fitr". Por su parte, el jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, denunció en un comunicado "una masacre odiosa en el campamento de Al Shati". El último balance de las autoridades palestinas es de 139 muertos, entre ellos 39 niños, y mil heridos en los bombardeos que Israel lleva a cabo desde el lunes pasado en Gaza.
Mientras, el ejército de Israel anunció que durante la noche llevó a cabo al menos cinco bombardeos en la Franja de Gaza. Entre los objetivos, según detalla un comunicado de los militares, se hallaba uno de los cuarteles generales de Taufik Abu Naim, comandante de las fuerzas de seguridad de Hamas, así como varios "lugares usados para los lanzamientos de cohetes" al norte y al sur del enclave, además de edificios de la "inteligencia militar" de Hamas.
Las Fuerzas de Defensa informaron que entre las 19 del viernes y las 7 del sábado se lanzaron unos 200 cohetes desde la Franja de Gaza; unos 30 cayeron en la Franja de Gaza. Otros 100 cohetes fueron interceptados por Cúpula de Hierro, el sistema de defensa antimisiles de Israel.
Desde el lunes pasado, más de 2300 cohetes han sido lanzados desde Gaza contra el territorio israelí, donde han muerto una decena de personas, entre ellas un niño y un soldado, y hay 560 heridos. En el último ataque, en la mañana de este sábado, murió un israelí de 50 años en la localidad de Ramat Gan, en las afueras de Tel Aviv, tras un ataque con cohetes lanzados desde Gaza. La escalada se ha cobrado diez vidas del lado israelí.
Situada unos 70 kilómetros al norte de Gaza, Tel Aviv ya fue blanco de ataques de cohetes el jueves. Hamas hizo saber que fue la respuesta a un bombardeo israelí "contra mujeres y niños" en Gaza. Además de Tel Aviv, el último ataque desde Gaza activó las alarmas antiaéreas en distintas ciudades del centro de Israel, e incluso cerca de la ciudad palestina de Nablus, en Cisjordania.
Es en medio de esta violencia que llegó Hady Amr, el alto responsable del Departamento de Estado norteamericano para los asuntos israelíes y palestinos. El enviado del gobierno de Joe Biden se reunirá hoy con dirigente de Israel en Jersualén y tiene previsto trasladarse a Cisjordania para encontrarse con líderes palestinos, en busca de una "calma duradera", según la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Jalina Porter. El gobierno norteamericano acumula críticas por no frenar la escalada de violencia, luego que ayer bloqueara el accionar del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
La llegada de Amr se produce en una fecha muy especial. Los palestinos recuerdan cada 15 de mayo la Nakba, lo que ellos llaman "catástrofe": la creación del Estado de Israel en 1948. Al llegar esta fecha, se producen choques con los colonos y la policía israelíes. Hoy están previstas manifestaciones en Cisjordania.