San Lorenzo se consagró como el primer pentacampeón de la Liga Nacional de Básquet (LNB) tras imponerse 82-77 sobre Quimsa de Santiago del Estero en el estadio de Obras Sanitarias, en una serie que terminó 3-2.
La labor defensiva de Nicolás Aguirre (18 puntos) sobre Brandon Robinson (20) en diferentes pasajes fue clave para abrirle el camino al ganador, que descansó también en las manos de José Vildoza (18) y de Nicolás Romano (14).
Con esta vuelta olímpica, San Lorenzo igualó la línea de Peñarol de Mar del Plata y quedó a cuatro consagraciones de Atenas de Córdoba, el máximo ganador en la historia de la competición.
San Lorenzo comenzó con mayor intensidad, tanto a la hora de atacar el aro como al momento de defender en el propio. Fjellerup (5 puntos) machacó con sus penetraciones a una primera línea santiagueña desordenada, y Nicolás Aguirre se encargó de anular a Brandon Robinson en esos minutos para tomar una ventaja de 9-2.
Quimsa cambió el chip luego de un triple de Iván Gramajo y se notó en la carga del rebote defensivo (5). Poco a poco, con un mejor pasaje colectivo, desde la línea de libres (7 de 8) y una marca hombre a hombre más acorde a la definición, dio vuelta el resultado por 18-17.
En la primera mitad del segundo cuarto aparecieron las figuras de ambos: Robinson atacó mejor el aro, se hizo espacios para tirar desde tres y lo gozó Quimsa; y Aguirre se hizo cargo de su liderazgo en ofensiva y con penetraciones punzantes mantuvo a San Lorenzo a tiro (25-24).
San Lorenzo no logró desanudar el anclaje de la defensa rival, tanto en el ataque estacionado como en las transiciones rápidas y se topó con una buena entrada de Alejandro Diez (8 tantos) y el renacer de Robinson, lo que lo dejó abajo 35-24 con 3 minutos por jugarse.
Sin embargo, la "Fusión" santiagueña no aprovechó su mejor momento, abusó del triple y apenas convirtió uno de Leonardo Mainoldi sobre cuatro intentos. Otra vez la labor de Aguirre arriba de Robinson secó el ataque y San Lorenzo achicó de 14 a 10 (40-30) al cabo del primer tiempo.
Los errores no forzados y las pérdidas continuaron reinando en San Lorenzo, que se llenó de impotencia al verse atrás por 15 con tan solamente un minuto y medio de juego.
Con apariciones de José Vildoza (11 tantos) y la entrada de Roberto Acuña en la pintura todo cambió. San Lorenzo dejó de lado el titubeo, la dependencia del "Penka" y se presentó en la final para tirarle la chapa a Quimsa, que vio disminuida su cómoda ventaja a tan solamente seis (62-58).
San Lorenzo movió el banco, buscó soluciones y las halló haciendo gala de su extenso plantel. La vuelta de Nicolás Romano desde afuera y el buen pasaje de Vildoza lo pusieron igualado en 62 en el amanecer del último cuarto.
Quimsa padeció la ausencia de Robinson, anulado por completo y ni siquiera tocó la pelota, pero aparecieron otras figuras: Romero adentro e Iván Gramajo. Así le alcanzó para soltarse y retomar el liderazgo por 70-65.
El pasaje igual se mantuvo cambiante, en un abrir y cerrar de ojos San Lorenzo lo empató con una bomba del errático Facundo Piñero (1-11 en cancha) y con tres conversiones posteriores del juninense Nicolás Romano se puso 76-70.
Con arremetidas individuales y con los nervios de acero, Quimsa se despertó y lo igualó en 77 con 1m17s por definirse. Y Nicolás Romano desde la esquina tomó una pelota caliente, con solamente un segundo y clavó un triple definitorio para darle una nueva estrella a San Lorenzo.
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