Independiente y Estudiantes igualaron 0-0 en el primer cruce de cuartos de final de la Copa de la Liga, pero el equipo de Julio César Falcioni se impuso en los penales por 4 a 1, con una notable actuación de su arquero Sebastián Sosa, y se convirtió en el primer semifinalista del certamen argentino, a la espera del vencedor entre Colón y Talleres, que juegan más tarde este sábado.
El uruguayo Sosa fue la gran figura de un partido que ofreció más bien poco durante los 90 minutos de juego en el estadio Jorge Luis Hirschi, porque en la instancia de los penales se agigantó en el arco y contuvo los primeros dos disparos de Estudiantes, uno a su compatriota Martín Cauteruccio y el otro a Fabián Noguera.
La actuación de Sosa, que con su personalidad y su notable labor bajo los tres palos le sumó volumen y color a un partido descolorido, apareció para dar vuelta la página para Independiente, que llegó a los penales luego de una semana muy difícil. Una vez en el partido, futbolísticamente también debió afrontar inesperadas dificultades, porque los últimos 35 minutos debió jugarlos con un futbolista menos, luego de que el árbitro Pablo Echavarría expulsara a Thomas Ortega por una segunda amarilla que condenó injustamente una falta inexistente.
El plantel rojo que atravesó una semana teñida de dolor en Avellaneda, porque el miércoles falleció Ada Adela Palka, la esposa de Falcioni, logró conmover a su entrenador cuando Braian Martínez convirtió el cuarto penal, ese que definió la serie 4-1 a su favor y les dio a sus dirigidos el pasaje a las semifinales de la Copa de la Liga. Antes, habían convertido Silvio Romero, Lucas Rodríguez y Domingo Blanco. Del lado de Estudiantes, sólo convirtió Lucas Rodríguez en el tercer intento de los platenses.
El conjunto dirigido por Ricardo Zielinski, por su parte, no pudo escapar ni en la tanda de penales del gris que ofreció durante el tiempo regular. Aun con un jugador más, el elenco platense no pudo salirse de una iniciativa que se redujo a la búsqueda de centros o alguna maniobra salvadora de sus delanteros, entregando limitadas ofensivas que ni siquiera tuvieron claridad.
Independiente se metió en las semifinales de la Copa de la Liga, donde jugará con el vencedor de Colón-Talleres, que se enfrentaban al cierre de esta edición. Una clasificación que fue posible porque, en La Plata, el único león feroz fue el uruguayo Sosa, quien justamente lleva tatuado a ese animal sobre su rapada cabeza, esa en la que enhebró a puro vértigo las estrategias que culminaron con sus dos atajadas y una alegría que se gritó fuerte en Avellaneda.