Desde hace casi un año, la Secretaría de Salud Publica de Rosario elabora semanalmente un informe detallado en torno a la evolución de la pandemia. El primero se emitió el 1 de julio de 2020, y antes de ayer se conoció el último. Con los indicadores en la mano y la posibilidad de comparar 50 informes, Leonardo Caruana analizó junto a Rosario/12 las particularidades de esta "segunda ola", las similitudes y diferencias con la peor etapa del año pasado, y la posible proyección en un marco caracterizado por la certeza en el avance del plan de vacunación. "Estamos en un escenario de máxima criticidad en términos sanitarios, que nos obliga a mirar los indicadores de casos, franjas etarias, y actividades, pero sobre todo la circulación de las personas, que es lo que más contagia. La información de nuestros llamadores indica que el 60% de los casos son consecuencia de contactos familiares, sociales, afectivos. Es un fenómeno al que no llegan los decretos de necesidad y urgencia, ni la GUM, ni la policía", remarcó el funcionario. El otro dato distintivo respecto de la primer etapa de la pandemia, según Caruana, es "el descenso de las edades tanto de los contagios, de los internados como de la mortalidad, algo que no se estaba viendo en marzo". El informe da detalles sobre ese aspecto, que destaca una disminución del número de muertos en relación al peor momento, que fue octubre de 2020, con casi 780 muertes, a diferencia de abril de 2021 con 201 fallecidos, pero que a la vez representan el doble de los de marzo. Ayer, Rosario reportó 836 contagios, mucho más que el 1° de mayo, cuando fueron 463 los positivos detectados. 

"El dato más preocupante es que sigue bajando la edad de las internaciones, ahora en mayo también, y la ocupación de camas también muestra un descenso de la edad. Pasamos de 70 promedio en abril, a 65 en mayo. Es decir que estamos bajando un promedio de 5 años en poco tiempo, y eso explica en parte por qué se saturan los servicios de salud", dijo el Secretario que agregó que "esto es una parte, también tiene incidencia la capacidad de una llegada rápida, ante la mínima posibilidad de complicación, actuar de inmediato, la internación y el tratamiento temprano. Y ahora tenemos la experiencia de más de un año. Por eso se ha extendido la estadía en terapia intensiva de los pacientes. Hoy alcanzan los dedos de una mano para contar las camas de terapia libres".

El tema de presencialidad escolar fue instalado fundamentalmente desde los medios de comunicación nacional y en menor medida en el interior. En Rosario, después del DNU del Presidente Alberto Fernández disponiendo el dictado de clases virtuales y no en la escuelas, el gobernador Omar Perotti --en acuerdo con el intendente Pablo Javkin-- adhirió e inmediatamente se puso en campaña para revertir la situación. Efectivamente, a la semana --y no el 23 de mayo como dice el decreto--, Rosario y San Lorenzo habilitaron las clases presenciales para los niveles inicial y primario, no así las secundarias, terciarias y Universidades, que continúan (y continuarán) con clases virtuales. 

Caruana analizó los datos que llevaron a quienes toman las decisiones a propiciar la vuelta a clases de los más chicos. "Según las edades, se ven en la curva distintos movimientos y un impacto menos significativo en los chicos en escolaridad primaria. En cambio, hay picos de ascenso en chicos de 14 a 20 años. En los menores de 19 años se observa un incremento a partir de marzo, hasta la semana 16 (del 18 al 24 de abril) y después hay un descenso. Para escolaridad primaria el ascenso comienza en la semana 11 y se sostiene hasta la semana 15. Después hay un amesetamiento y un leve descenso. En los niños de edad inicial hubo un aumento en la semana 15 y ahora está amesetado. Esos aumentos no solo hay que atribuirlos a la escolaridad, en realidad no deberíamos perder de vista la movilidad. Si no, invertimos una gran cantidad de tiempo en estudiar una actividad y perdemos de vista que no es el salón, sino todo lo que se mueve alrededor, lo que contagia", detalló el funcionario, que dejó en claro: "Nosotros brindamos los datos y nuestra opinión sanitaria y luego concurren otros factores a la hora de tomar las decisiones de parte de quienes tienen la responsabilidad de hacerlo".

En cuanto al futuro, Caruana destacó que "el único hecho diferencial favorable en relación al brote del año pasado es que estamos a un ritmo muy bueno de vacunación y de incorporación de población de riesgo a la inmunización Con las dosis que llegarán a partir de esta semana, el impacto puede ser mucho mayor. La vacuna ya no es una visión esperanzadora sino un hecho concreto. Por eso, si el eje va a estar puesto en la ampliación del sistema de salud --que está al límite mas allá de la incorporación de más camas críticas, de optimizar las generales--, y el estrés sanitario sigue, no va a quedar otra opción desde lo sanitario que la aplicación de más restricciones. Desde el asesoramiento sanitario proponemos restricciones cortas pero intensas, ese es el concepto que manejamos desde el área de salud", destacó.

 

Finalmente, el Secretario de Salud Pública alertó sobre otra diferencia en relación a 2020: "Con la circulación de otros virus, ahora el 'quedate en casa' no tiene nada que ver con el escenario del invierno pasado. Vamos a tener circulación de otros virus que producen impacto en la salud de las personas, también en niños y eso también ocupa camas, con el agravante de que si hay concurrencia con covid-19, se agrava la situación". A la hora de marcar la mayor similitud, destacó que "no cambió la conducta de la gente, que se sigue contagiando en reuniones y encuentros sociales. Más del 60% de los contagios se dan allí. Eso nos obliga a todos a hacer un análisis que vaya más allá de lo epidemiológico, e interpelarnos en términos de responsabilidades sociales y ciudadanas".