Los docentes de las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires continuarán con medidas de fuerza esta semana en contra de la educación presencial en el contexto de pandemia. En lugar de paros normales, harán “retención de servicios”, lo cual implica que darán clases virtuales, pero no trabajarán de forma presencial. La decisión fue tomada en función del crecimiento de los contagios y de las muertes en la comunidad educativa: ya son 15 los docentes que murieron por contagiarse covid en las escuelas, hubo un total de 10.763 contagios y debieron ser aisladas unas 4900 burbujas, según datos oficiales del GCBA. El gran conflicto es que a los docentes que se adhieren les descuentan los días por más que trabajen en sus casas.
“Es un plan de lucha que salva vidas, y que tiene mucho consenso. Lamentablemente ese consenso está construido sobre la base del miedo genuino a contagiarse y contagiar, y sobre la base de los contagiados y de las burbujas pinchadas”, dijo en diálogo con PáginaI12 el Secretario General adjunto de UTE, Eduardo López.
En ese sentido explicó que "le sacamos el nombre de paro porque en las escuelas donde hay educación a distancia, damos clases a distancia. Con el paro no podemos dar ni presencial, ni a distancia. Nuestro objetivo es el pase inmediato a la virtualidad", aseguró López.
Con respecto a esta modalidad, el secretario general adjunto de UTE puntualizó que "la ventaja que tiene, si se puede decir ventaja, es que no corrés riesgo de contagiarte ni de contagiar a tu familia, y no te pueden sacar el cargo. Es una opción para los docentes que prefieren estar sin cobrar, pero, por ejemplo, no contagiar a sus padres que viven con ellos, o a los hijos que tienen alguna enfermedad".
A lo largo de los días, UTE también llevará adelante distintos semaforazos, abrazos y homenajes en diferentes esquinas de la Ciudad y el martes 25 de Mayo se sumarán a la “Caravana a la Corte” para manifestar su repudio al fallo de la Corte Suprema del 4 de mayo.