Desde Roma
Mientras el conflicto entre Israel y la franja de Gaza parece no detenerse, dos representantes de países musulmanes opositores, uno sunita y el otro chiita, hablaron el lunes con el papa Francisco sobre el enfrentamiento entre israelíes y palestinos y uno de ellos le pidió su colaboración para conseguir la paz. Se trató del presidente de la sunita Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y del ministro de Exteriores de la chiita República Islámica de Irán, Mohammad Javad Zarif, con quienes habló además de otros conflictos.
Erdogan, un gobernante más bien conservador que disputa con otros el liderazgo de los países sunitas, llamó por teléfono al papa Francisco el viernes a la mañana. Le pidió su participación en un “compromiso de musulmanes, cristianos y la humanidad entera” para detener la “masacre” que está viviendo el pueblo palestino, según informó la oficina de prensa de Erdogan. La agencia de prensa turca Anadolu indicó además que el presidente le subrayó al papa que “no sólo los palestinos sino todos los musulmanes, los cristianos y la humanidad entera son el objetivo de los ataques realizados por Israel”. “Si la comunidad internacional no sanciona a Israel, que comete crímenes contra la humanidad, los palestinos seguirán siendo masacrados”, habría dicho Erdogan, según el portavoz de la presidencia, precisando además que el presidente habría acusado a Israel de “violar los lugares sagrados” musulmanes y cristianos, “limitando el acceso a la mezquita de Al-Aqsa y a la basílica cristiana del Santo Sepulcro en Jerusalén.
"Turquía está llevando a cabo una intensa actividad diplomática en todas las plataformas internacionales relevantes, pero el consejo de seguridad de la ONU no está mostrando el sentido de responsabilidad necesario", dijo Erdogan en la conversación, según informó por su parte la agencia italiana ANSA. La oficina de prensa vaticana no dio ninguna información oficial sobre los contenidos del coloquio.
En lo que se refiere al ministro iraní, el Vaticano sólo informó que había sido recibido en audiencia por el papa en el Vaticano. La agencia iraní Irna precisó que Francisco y el ministro hablaron entre otros temas de la situación internacional, de las sanciones impuestas por Estados Unidos a Irán, del conflicto entre israelíes y palestinos y de las relaciones bilaterales entre el Vaticano e Irán. Zarif dijo que mantuvieron un “buen diálogo” y se intercambiaron puntos de vista sobre la situación en Medio Oriente. Antes de visitar al papa, Zarif se encontró con el secretario de estado y número dos del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y con el secretario de las Relaciones con los Estados, arzobispo Paul Richard Gallagher.
El papa Francisco había citado el conflicto entre israelíes y palestinos el domingo, luego de rezar la oración de medio día, el Regina Coeli, indicando que seguía con “mucha preocupación” las violencias en Israel y en territorios palestinos y se dirigió a quienes tienen cargos de responsabilidad en cada zona, para que haya un cese del fuego. “Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Tierra Santa. En estos días, violentos enfrentamientos armados en la Franja de Gaza e Israel corren el riesgo de degenerar en un espiral de muerte y destrucción. Numerosas personas han sido heridas y tantos inocentes murieron. Entre ellos hay niños y esto es terrible e inaceptable. Su muerte es un señal de que no se quiere construir el futuro sino que se lo quiere destruir”.
“El crecimiento del odio y de la violencia es una herida grave para la fraternidad y la convivencia pacífica entre ciudadanos, que será difícil limitar si no se abre inmediatamente un diálogo. Me pregunto: el odio y la venganza ¿a dónde conducirán?. ¿De verdad pensamos en construir la paz destruyendo al otro?”, dijo Francisco que concluyó haciendo un llamado de ayuda de las comunidad internacional.
Paralelamente, el gobierno de Estados Unidos ha mandado un enviado para tratar con ambas partes. La misma intención que tiene al parecer el Alto Representante de la Unión Europea para la política extranjera, Josep Borrell, que ha convocado por eso una reunión de ministros de relaciones exteriores de toda la Union Europea para el martes.
Mientras tanto, y dada la gravísima situación de Gaza, el Programa Mundial de Alimentos dependiente de Naciones Unidas y con base en Roma, mandó ayuda alimentaria de emergencia este lunes porque en la Franja de Gaza hay por lo menos 51.000 personas que padecen escasez de alimentos. Encima los precios han aumentado desde que empezó el conflicto, lo que agrava lo que ya venía padeciéndose por al crisis de la pandemia. Según el Programa, más de dos tercios de los dos millones de habitantes de la Franja de Gaza sufren inseguridad alimentaria desde antes que empezara el conflicto. El 53 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y el desempleo llega al 45.