Parte de la cúpula de la cartera de Seguridad nacional bajó ayer a Rosario para describir el "trabajo conjunto" de la Policía Federal, la provincial así como la justicia de ambos fueros, para desbaratar una banda narco con terminalidad de sicariato. Los funcionarios destacaron que así se evitó un asesinato por encargo. La banda -que será imputada hoy por los fiscales rosarinos de la Agencia de Criminalidad Organizada - es la misma que mató al "Fino" Ocampo, ex ladero de Esteban Alvarado, quien había firmado un juicio abreviado, generando el malestar de su otrora jefe.
El Secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, junto con la Subsecretaria de Investigación Criminal y Cooperación Judicial, Valentina Novick; el Jefe de la Policía Federal Argentina, Juan Carlos Hernández, y la Superintendenta de Drogas Peligrosas de la PFA, Inés Cecilia Martínez, brindaron ayer una rueda de prensa donde analizaron el trabajo conjunto.
Villalba sostuvo que “este operativo para nosotros significó un modelo de investigación y de trabajo contra las organizaciones criminales”, tras lo que explicó: “un trabajo que articula de manera conjunta y profesional las pesquisas criminales y las políticas de seguridad que se necesitan para este tipo de investigaciones, del cual deben formar parte todos los actores. El trabajo que promueve Sabina Frederic, y que lleva a cabo de manera integral en Rosario, colabora con la seguridad ciudadana en materia presencial y, a la vez, tiene algo que muchas veces no se ve y que requiere mucho esfuerzo, profesionalismo y voluntad de trabajo".
Como resultado de ese trabajo conjunto fueron detenidas siete personas, las cuales constituían un importante grupo, cuyos lazos llegan hasta las principales bandas criminales que operan en y desde Rosario.
Como demostración de los vínculos detectados entre el tráfico de drogas ilegales y el encargo de asesinatos, la Superintendenta de Drogas Peligrosas de la PFA, Inés Cecilia Martínez, describió: “Investigando una organización criminal durante febrero de este año se desprendió un brazo de la causa en la que se detectó una banda criminal con características muy específicas de distribución y narcotráfico. De la causa madre, entonces, se continuó en la investigación y se llegó al dato de que existían órdenes provenientes desde el Penal N° 3 de Rosario, donde alguien, además de manejar la venta y la distribución de los estupefacientes, se hacía cargo de organizar asesinatos bajo la modalidad de sicariato”.
En rigor la intervención de la PFA se inició el 23 de febrero de este año a partir de una investigación judicial por narcotráfico y puntos de venta de drogas impulsada por la fiscal Adrina Saccone, de la Fiscalía Federal Nro. 3 de Rosario. Su trabajo posibilitó detectar maniobras delictivas similares al modus operandi de una organización criminal que se dedicaba al tráfico de estupefacientes entre Rosario y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que ya había sido descubierta y desbaratada. La investigación policial y judicial sobre esos puntos de venta condujo la pesquisa hasta la Unidad 3 de Rosario, desde donde se administraban los delitos de este grupo. Desde alli detectaron que dse estaba planificando y ordenando cometer un nuevo homicidio, el cual logró ser impedido por la Fuerza Federal.
Ante esas circunstancias, la Fiscalía Federal dio intervención a la Agencia Fiscal de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos a cargo de Luis Schiappa Pietra y de los fiscales Matias Edery, David Carizza, la cual impulsó la pesquisa sobre dicho intento de homicidio y la presumible relación con asesinatos anteriores. Ello derivó en dos investigaciones paralelas y articuladas: una se concentró en el narcotráfico y la otra en los homicidios. De ahí en adelante la Fiscalía Federal, la Provincial y el personal perteneciente a la División Antidrogas Rosario de la PFA descubrieron la identidad de quienes conformaban esta banda criminal y las funciones que cumplían cada uno de sus integrantes. Entre esas personas, además, identificaron a quien abastecía al coordinador de la distribución final de la droga comercializada: un individuo que se encuentra preso y que, precisamente, era quien había ordenado asesinar a uno de los líderes del conocido “Clan Alvarado”, así como a otras personas.
De este modo, descubierta la identidad de quien ocupaba el eslabón superior de esta organización criminal, se pudo establecer que se trataba de una persona presa que operaba desde la unidad carcelaria Nº 3 de Rosario, quien se jactaba de que los estupefacientes eran propiedad de la banda criminal conocida como “Los Monos”, organización dedicada, entre otros delitos, al narcotráfico, y uno de cuyos líderes- Guille Cantero- se encuentra alojado en el Penal Federal de Marcos Paz.
Al ser identificado el autor material del homicidio del Fino Ocampo, la PFA procedió a la detención de un hombre de 28 años de edad, implicado en aquel asesinato. Posteriormente, y por orden de las autoridades judiciales intervinientes la Policía Federal Argentina junto con el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe realizaron 10 allanamientos sobre domicilios ubicados en Rosario y uno en el Complejo Penitenciario de Marcos Paz. El operativo permitió la detención de otras seis personas involucradas en esta cadena delictiva. Junto con las aprehensiones, se secuestró marihuana, motocicletas, 19 teléfonos celulares, cartuchos de bala de diversos calibres y otros elementos de interés para la causa judicial.