Cristina Fernández de Kirchner podrá viajar a Europa a participar de una serie de actividades políticas. El juez Claudio Bonadio concedió la autorización para salir del país a la ex presidenta y a su hija Florencia Kirchner, quienes están procesadas por presunta asociación ilícita en la causa conocida como “Los Sauces”. El viaje de CFK comenzará la semana que viene y se prevé que visite las ciudades de Atenas (Grecia) desde el 6 al 9 de mayo; Bruselas (Bélgica) del 9 al 12 de mayo y Oxford (Reino Unido) desde el 12 al 18 de mayo.
La decisión que tomó Bonadio acompaña el criterio que siguieron su colega Julián Ercolini y los fiscales que intervienen en las distintas causas que involucran a la ex mandataria, y significa un revés para el gobierno nacional, que a través de la Unidad de Información Financiera había intentado impedir que Fernández de Kirchner saliera del país.
La gira empezará en Atenas, donde la espera el primer ministro, Alexis Tsipras, con quien mantendrá una reunión privada en la casa de gobierno. En esa milenaria ciudad, la ex presidenta también será oradora en un acto de Syriza, el partido de centroizquierda que gobierna en Grecia tras la gran crisis económica de ese país. El lema de la actividad es “Lucha internacional para la democracia y la justicia”.
La siguiente escala será una visita al Parlamento Europeo, en la ciudad de Bruselas, Bélgica. La invitación a Fernández de Kirchner fue cursada por un grupo conformado por legisladores de izquierda y de partidos ecologistas de varios países de la Unión Europea, a pedido de un grupo de dirigentes españoles de Podemos que funcionarán como nexo entre la ex mandataria y los referentes progresistas locales durante todo el viaje.
Finalmente, CFK llegará a la Universidad de Oxford, por invitación de The Oxford Union Society, una fraternidad de alumnos fundada en 1823, famosa por ser uno de los clubes de debate más renombrados del mundo. La carta de invitación elogia “su apoyo implacable por los ciudadanos de la Argentina en situación precaria” que “sobrepasa las divisiones en la política” y destaca que “no tiene miedo en luchar por lo que cree que es lo correcto, aunque signifique ponerse en contra de los centros tradicionales de poder”.
Para poder viajar, la ex presidenta necesitaba autorización ya que se encuentra procesada en distintas causas que ella denunció como parte de una operación de persecución mediática, política y judicial. Si bien ya había recibido el visto bueno de uno de los jueces que la investiga, Ercolini, faltaba el de Bonadio, a quien Fernández de Kirchner cuestionó por formar parte de la campaña persecutoria en su contra. Finalmente, y a pesar de las gestiones del gobierno en sentido contrario, el magistrado decidió permitir el viaje, previo pago de una caución de 150 mil pesos.
“He de tener en cuenta que la nombrada siempre ha estado a derecho en las actuaciones, que en la ocasión que se requirió su presencia acudió al llamado. A su vez ha acreditado las fechas de egreso e ingreso al país y lugar de residencia durante las fechas de solicitud. Por otra parte la situación procesal de Fernández ha sido resuelta, encontrándose recurrido su procesamiento”, escribió Bonadio, que además dictaminó que a CFK “se le impondrá la obligación, de acuerdo a lo requerido por el Sr. Agente Fiscal, de presentarse dentro de las 48 horas de su retorno al país, ante este Juzgado y secretaría”.