La vorágine del fútbol pandémico, que ofrece una apretada mezcla de partidos, huellas de covid-19 y protocolos médicos, no le permitió disfrutar demasiado a Boca tras haber eliminado a River de la Copa de la Liga, ya que este mismo lunes volvió a los entrenamientos con la cabeza ya puesta en el partido del próximo jueves ante Barcelona de Ecuador, un cruce importante por la Copa Libertadores.
Pese a que el encuentro se vio desvirtuado por el contexto de la pandemia de coronavirus, que le quitó 15 futbolistas al equipo de Marcelo Gallardo, desde el universo xeneize la sensación que caracterizó el clima luego del Superclásico fue la del alivio. "Nos sacamos una espina", soltó Carlos Tevez en la noche del domingo. El quiebre de una estadística negativa trajo tranquilidad: tras cinco festejos millonarios consecutivos, Boca logró imponerse en un duelo de eliminación directa ante su clásico rival.
También Juan Román Riquelme se expresó en esa misma sintonía. "Nos sacamos una mochila que teníamos", aseguró el vicepresidente segundo del club de la Ribera, a quien el resultado favorable acercó a los micrófonos. Con apariciones en canales deportivos tras la eliminación riverplatense por penales, Riquelme dio notas a la prensa por primera vez desde que asumió en su rol directivo en Boca, en diciembre de 2019.
Quizás, quien dejó más en evidencia la pesada racha sufrida en los últimos superclásicos a todo o nada fue el defensor Carlos Izquierdoz, uno de los referentes del vestuario boquense. "Si erraba el penal, era uno de mis últimos partidos en Boca. No aguantaba una eliminación más contra River", se sinceró con crudeza el futbolista nacido en Bariloche, quien convirtió el cuarto penal de la serie con un remate fuerte y al medio del arco.
En tiempos de fútbol pandémico, enseguida los partidos quedan atrás. También este Superclásico. Porque el próximo objetivo de Boca, en el medio de su semifinal con Racing por la Copa de la Liga, es de alto calibre: los conducidos por Miguel Ángel Russo intentarán sacar el mejor resultado este jueves para posicionarse en el Grupo C, en donde hasta ahora se ubican terceros y no están en zona de clasificación para octavos de final.
Con Barcelona entre ceja y ceja, la práctica post-River encontró a los futbolistas que jugaron ante el conjunto de Gallardo haciendo los lógicos ejercicios regenerativos. El resto hizo fútbol en espacio reducido, entre ellos Edwin Cardona, quien jugó 20 minutos y ejecutó de forma displicente su penal, y quien seguramente estará otra vez en el banco de suplentes ante el equipo de Guayaquil.
El colombiano pareció no pasar por alto las críticas tras la ejecución fallida que finalmente le atajó el juvenil arquero Alan Leonardo Díaz y, vía redes sociales, ofreció una oración de libre interpretación. "La gente te hecha (sic) en cara tus pecados más nunca ve los suyos", escribió el jugador en una historia de Instagram junto a cinco emojis de manos juntas en señal de perdón.
Aunque todavía hay margen para que Russo delinee su estrategia para ambas competiciones, la idea del entrenador para el jueves es que jueguen la mayoría de quienes lo hicieron ante River. Según el resultado, el cuerpo técnico analizará si contra Racing pondrá un once alternativo o seguirá la base titular. Pero para que la pelota vuelva a rodar faltan tres días y ese lapso tiene Boca para degustar las sensaciones que le dejó haber salido victorioso del Superclásico.