La Anmat liberó la segunda partida de 500.000 vacunas Sputnik V que llegaron el jueves pasado a Ezeiza, con lo cual empiezan a salir este martes los turnos para vacunar a los mayores de 60 que todavía faltan. Al mismo tiempo, se está completando la vacunación de todos los que recibieron la primera dosis de la vacuna de Sinopharm, es decir que se los está citando para aplicarles la segunda dosis. El viernes llegan 861.000 vacunas de Oxford-AstraZeneca, provistas por el programa Covax, que serán también para aplicar segunda dosis y, si la Anmat aprueba la documentación, también llegaría la primera partida de las vacunas cuya parte esencial se fabricó en la Argentina. La cifra rondaría el millón de dosis. En las útimas horas, el gobierno de Washington anunció que liberará otras 60 millones de vacunas de Oxford-AstraZeneca que están en depósitos norteamericanos. En teoría, la Argentina debería recibir un 20 por ciento de esas dosis. Las restricciones, la reducción de la movilidad y las medidas individuales son una especie de puente imprescindible hasta que se avance en vacunar a buena parte de la población, en especial a quienes son de riesgo. Todo indica que es un objetivo de posible cumplimiento en lo que falta de mayo y junio.
Los mayores de 60 tienen que estar atentos a sus celulares, correos electrónicos y aplicaciones porque, si las cosas avanzan normalmente, antes de este fin de semana todos deberían estar vacunados. De personas de esa edad no inmunizadas sólo quedarán casos aislados.
Lo mismo sucede con quienes esperan la segunda dosis de la vacuna china de Sinopharm. Los turnos ya salieron en forma masiva y, en teoría, este martes se completaría la vacunación. Sólo se reservó una cantidad pequeña para personas que no recibieron la citación o que, por alguna razón, no concurrieron. Pero todas las segundas dosis de la vacuna china estarían aplicadas al final de esta jornada.
El paso siguiente, que ya se está dando, es el avance sobre los menores de 60 con enfermedades previas. Empezaron a salir los turnos. Como anticipó Página/12, hay que llenar el formulario al inscribirse y luego presentar un certificado médico que acredite la enfermedad. Los ministerios de Salud provinciales harán controles al azar, no a todos los que vayan a vacunarse. La Ciudad de Buenos Aires abrió el registro esta mañana.
En la Anmat también está pendiente la documentación para que se aprueben las vacunas de Oxford-AstraZeneca cuyo componente activo se fabricó en la Argentina. Según el laboratorio con sede en Cambridge, Inglaterra, hay una primera partida lista en Estados Unidos para ser embarcada a Ezeiza, en un vuelo carguero de DHL y que espera el visto bueno de la autoridad regulatoria argentina. La Anmat debe dar su aprobación porque es una nueva fábrica y una nueva partida, lo mismo que ocurrió con las vacunas de Sputnik. AstraZeneca dice que si la Anmat aprueba, las dosis -cerca de un millón- estarán en Ezeiza el viernes.
Lo que si está asegurado es la provisión de Covax de 861.000 vacunas de Oxford-AstraZeneca que llegarán también el viernes, seguramente desde Europa. Covax es el programa de la Organización Mundial de la Salud para una distribución más equitativa de las vacunas. La Argentina le compró al programa Covax nueve millones de dosis y, después del embarque del viernes, todavía le faltarán recibir más de siete millones. Las dosis de Covax se utilizarán para completar la vacunación de los que recibieron la primera dosis de la misma vacuna, pero con la marca Covishield, fabricadas en India. Esas citaciones se harán la semana que viene.
Estados Unidos libera vacunas
En Washington, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció que Estados Unidos empezará a donar vacunas y es inminente la liberación de 60 millones de dosis de Oxford-AstraZeneca que están en ese país y que no fueron autorizadas por la FDA porque el laboratorio británico no presentó la documentación. Alberto Fernández le transmitió a Joe Biden la necesidad de que se liberen esas vacunas, es decir que se le permita al laboratorio la venta a los países latinoamericanos para cumplir con los contratos que AstraZeneca viene incumpliendo.
Los gestos norteamericanos no tienen como trasfondo un regreso al humanitarismo. Existe una fuerte corriente en Estados Unidos que sostiene que la crisis de la covid, en especial la crisis económica, no se terminará hasta que el mundo entero esté vacunado, porque el virus se transmite a través de los aviones y el flujo de personas. Por lo tanto, empieza a aparecer en escena la estrategia de abolir las patentes -los únicos que están haciendo enormes ganancias son los laboratorios- y extender la vacunación a todos los rincones. En particular, lo más urgente es sofocar las catástrofes en India y Brasil. En ese marco, por contrato, parte de las vacunas que están en Estados Unidos, deberían venir a la Argentina.
Con las enormes posibilidades de vacunación a la vista, el desafío del país parece estar en ajustar las restricciones todo lo posible por un tiempo más, con el horizonte de que mas de la mitad de la población podría estar vacunada al final de junio o julio.