Desde Santa Fe
Desde ayer, Omar pasó a ser Perotti en la Casa Rosada. Habrá que ver si en la Casa Gris sucede lo mismo, si Alberto será Fernández. El gobernador de Santa Fe marcó su propia distancia con el Presidente, al criticarlo sin tapujos por su decisión de suspender las exportaciones de carne por 30 días para bajar los precios internos, que ya son inaccesibles para la mayoría de los argentinos. Alberto dijo que “el tema de la carne se desmadró” por la “apertura total” de las ventas al exterior que dispuso Mauricio Macri y el “boom de China” como uno de los grandes compradores de carne argentina. Perotti le reprochó a Alberto por esos “cambios de las reglas de juego” y alentar “soluciones que no funcionan” y “sólo perjudican el futuro de la actividad”.
El gobernador metió mucho barullo político en el Frente de Todos, con sólo tres tuits que publicó a media mañana: el rechazo a la suspensión de las exportaciones de carnes, con una doble demanda al Presidente porque “cambió las reglas de juego” y aplica “soluciones que no funcionan”.
Al final del día, Perotti quedó a la par de los críticos más airados de Alberto y de su propio gobierno en la provincia. No fue casual entonces su coincidencia con el interbloque de legisladores de la UCR, que lideran el senador Felipe Michlig y el diputado Maximiliano Pullaro. Los radicales creen que la decisión de Alberto de suspender las exportaciones de carne “sumará más problemas” y responde a un “severo error de diagnóstico” que sólo aplica medidas “cortoplacistas” y “efectistas”. Y le pidieron que las “deje sin efecto”.
En ocho líneas, Perotti había marcado su distancia con Alberto. “En Santa Fe, la ganadería genera trabajo, inversiones y tiene un inmenso potencial. Los cambios en las reglas de juego, con soluciones que no funcionan, sólo perjudican el futuro de la actividad que tanto nos brinda a los santafesinos”.
“La solución es aumentar la producción y no cerrar las exportaciones. Tenemos las condiciones para abastecer el mercado interno y externo, manteniendo la posibilidad de exportar nuestros productos al mundo”, dijo el gobernador. Y cerró con tono salomónico. “Entre todos debemos trabajar de cara al futuro de la provincia, con una visión amplia que nos permita potenciar la ganadería, no achicarla”.
La crítica de Perotti a Alberto impactó en la militancia identificada con Cristina, que pasó de la sorpresa a la crítica abierta. “¿No habrá al menos uno del gabinete de Perotti que de un portazo? Digo…. Como para poder creer en alguien de por acá”, planteó Hugo Kofman, uno de los referentes del Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe, que integra a los organismos de derechos humanos. Su compañera Julia agregó: “Sin palabras”. En la escalada, otro militante comentó: “Lo bueno de Perotti es que no se olvida de sus orígenes y no abandona a sus amigos”. “Le saltó el liberal de adentro”, le contestó otro. “Perotti siempre doblando a la derecha, donde sus amigos del campo lo requieren, ahí está…”, chicaneó el tercero. “¿Y el partido? ¿Qué dice el PJ santafesino”, preguntó el que seguía. “En una provincia tan rica, con tanta producción, que la carne cueste 800 pesos el kilo es una locura. Creo que hay que probar de otra forma y está muy bien lo que propone Alberto”.
El subsecretario de Innovación Institucional y Legislativa, Mariano Bar, se metió en el debate: “Hace pocos meses se lanzaron 26.500 millones de pesos en créditos blandos para Pymes industriales y unidades productivas avícolas, de ganadería y tambos, arroceros y productores de miel, legumbres, hortalizas, frutas y flores. Magia no se hace, política pública sí”. Un retruque a críticas por la inacción del gobierno.