El camarista Mariano Borinsky sigue sumando pedidos de remoción en el Consejo de la Magistratura. A las varias presentaciones por sus visitas a Mauricio Macri en la quinta de Olivos, ahora se sumó un pedido de juicio político que presentó el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal por su actuación en la causa de espionaje que hasta hace semanas atrás tramitó en Lomas de Zamora, pero que, con los votos de Borinsky y Javier Carbajo, debió mudarse a los tribunales de Comodoro Py --como reclamaban exfuncionarios y espías macristas--.
El Colegio Público (CPACF) es querellante en la causa en la que se investiga el accionar de los Súper Mario Bros y de los espías penitenciarios porque justamente los abogados matriculados en esa institución fueron escuchados cuando hablaban con sus defendidos en el penal de Ezeiza. Como tal, el CPACF reclamó que la investigación continuara bajo la órbita del juez Juan Pablo Augé y de los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide y que Borinsky se apartara del expediente.
“El señor magistrado (Borinsky) resultaría parte de la trama de complicidad política y judicial de la denominada Mesa Judicial”, sostienen los representantes en la denuncia presentada ante el Consejo de la Magistratura. El accionar por el que el CPACF pide la destitución de Borinsky es el siguiente:
* La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal --que Borinsky preside-- no debió haber entendido en la causa de Lomas. Inicialmente, un tramo del expediente llegó a la Sala I, que se demoró en resolver porque el exdirector de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) recusaba insistentemente a la jueza Ana Figueroa. En ese ínterin, la Sala IV resolvió un recurso, lo que después dio argumento para que todo el expediente quedara bajo su órbita.
* El juez está emparentado con el primer defensor de Juan Sebastián de Stefano, el exdirector administrativo de Asuntos Jurídicos de la AFI --uno de los procesados por Augé y uno de los entusiastas con el pase a Comodoro Py--. Después de que el CPACF pusiera el foco en ese vínculo, De Stefano cambió de abogado.
* El secretario privado de Macri, Darío Nieto, tenía un recordatorio en su teléfono para consultar con el magistrado sobre una denuncia, lo que daría cuenta de un vínculo cercano con el juez que en su entorno desmienten. Nieto es uno de los acusados en el caso y quien logró la mudanza desde Lomas de Zamora a los tribunales de Retiro.
“Cómo no tener la absoluta convicción de que aquellas visitas y su relación social o deportiva que permitía se le consultara imponían que el doctor Borinsky se abstuviese de intervenir en la causa y específicamente en los incidentes promovidos por Darío Nieto en la causa en la que continúa como sospechado. Nada de ello se produjo, por el contrario, se resolvió conforme al reclamo del indagado”, plantea el escrito del CPACF que lleva las firmas de Eduardo Awad, Jorge Rizzo y Mario Filozof.
Tanto en el caso de los querellantes Rafael Resnick Brenner y Jorge Chueco como en el del Colegio Público, Borinsky rechazó in limine la recusación. Contó con el aval de su colega Carbajo. Por el contrario, la tercera integrante de la Sala, Ángela Ledesma, sostuvo que Borinsky debió haber dado trámite a la recusación, haber explicado los vínculos a los que apuntaban los querellantes y haber dejado que otros resolvieran si debía continuar entendiendo en una causa de tan alta sensibilidad política.
Pedidos de juicio político
En el Consejo de la Magistratura aun deben sortearse las últimas denuncias que ingresaron contra el camarista: la del CPACF por maniobrar a favor del pase a Comodoro Py de la causa de espionaje de Lomas y la que presentó la hija del exintendente de Paraná Sergio Varisco, condenado a seis años y medio por narcotráfico, quien denuncia haber sido víctima de un armado judicial de sus propios socios de Cambiemos, que no fue revisado por decisión de Borinsky y Gustavo Hornos --los dos jueces apuntados por sus encuentros con Macri--.
Se acumulan también otras denuncias como la que presentaron Javier y Jordana Timerman, en nombre del excanciller Héctor Timerman, por el rol de Hornos y Borinsky en la reapertura de la denuncia de Alberto Nisman por el Memorándum con Irán, que está en manos de la senadora María Inés Pilatti Vergara, al igual que la que formuló un abogado de Río Negro por las visitas a Olivos. Los dos camaristas también enfrentan una denuncia presentada por el barra Alan Schlenker.
La causa en Py
Desde la semana pasada, la investigación de espionaje quedó en manos del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. El juez deberá ahora resolver el misterio en torno a qué fiscal actuará en la causa. El encargado sería el procesado Carlos Stornelli, que pidió no intervenir en el tramo del espionaje penitenciario y que, además, fue recusado por Alejandro Rúa y Graciana Peñafort. Ésa debería ser la primera decisión del magistrado tras hacerse cargo de la causa después de que Borinsky y Carbajo ordenaran su mudanza.