El gobernador Omar Perotti tomó finalmente algunas decisiones para disminuir la circulación social, y con ello procurar frenar la velocidad de expansión de coronavirus que ya hizo colapsar la capacidad de hospitales y sanatorios, tanto en recursos materiales como humanos. Propios y ajenos le reprochan que llegó tarde, que se quedó corto. Lo cierto es que desde hoy -como lo adelantó Rosario/12- en los departamentos Rosario, La Capital y San Lorenzo –y además en otras tres localidades– se terminaron las clases presenciales de cualquier nivel, al menos hasta el domingo 30 inclusive. Y desde este jueves y hasta entonces queda prohibido circular en vehículos particulares las 24 horas, a excepción de los trabajadores esenciales. Además, se adelanta el horario de cierre del comercio. Un escenario parecido al que imperaba en el comienzo de la pandemia, aunque con el comercio todavía sin las restricciones de aquel entonces. Los negocios deberán cerrar a las 17, mientras que bares y restaurantes deberán hacerlo a las 19.

La ministra Adriana Cantero emitió ayer la resolución n° 488 que considera el status de "alerta sanitario" en aquellos tres departamentos y, en consecuencia, suspende desde hoy el dictado de clases presencial, tal como ya venía rigiendo para el nivel secundario y superior. Además de Rosario, La Capital y San Lorenzo, la suspensión atañe también a Rafaela, Villa Minetti y la comuna de María Teresa. La duración de esta medida, según la resolución ministerial, irá "hasta que este alerta perdure". 

Luego, mediante unos gráficos divulgados por whatsapp, el Gobierno explicó el alcance de las nuevas medidas de convivencia, desde la 0 hora de mañana, jueves, y hasta el domingo 30:

  • Se prohíbe la circulación vehicular en vía pública las 24 horas, salvo personas autorizadas por trabajo esencial o situación de fuerza mayor. 
  • Se prohíben los encuentros sociales y familiares en lugares cerrados o al aire libre.
  • Cierre de centros comerciales,  paseos y shoppings.
  • Gastronomía habilitada desde las 6 hasta las 19, y con atención al aire libre.
  • Se suspende la práctica de deportes grupales de contacto (al aire libre y en espacios cerrados), y las competencias deportivas provinciales, zonales o locales de carácter profesional o amateur, no habilitadas expresamente por las autoridades nacionales. 
  • Cierre de clubes, gimnasios y otros establecimientos afines, incluidas las actividades al aire libre. 
  • Suspensión de actividades náuticas, pesca deportiva y recreativa en modalidad costa y embarcados, actividades de los clubes deportivos vinculados a las mismas y de guarderías náuticas.

Perotti llega a esta determinación, con la presión insoslayable de los números que muestran con toda crudeza el impacto de la segunda ola de la pandemia. Ayer el conteo diario volvió a marcar un pico alto de nuevos contagios: 3.302 casos en la provincia, y 24 pacientes fallecidos. Dentro de esa cifra, Rosario marcó otro pico, con 948 nuevos diagnósticos positivos. Aquí solo murió 1 paciente covid en las últimas 24 horas. Además, aumentó la cantidad de casos activos de la enfermedad: 7.490 personas infectadas en la ciudad. La ocupación de camas críticas seguía ayer al 99% en el sector público, y la razón de casos por cada 100.000 habitantes estaba en 916, muy por encima de los 150 casos que serían una proporción manejable.  

Medidas de convivencia

La ministra de Salud, Sonia Martorano, y el arco de directoras de hospital, infectólogos y referentes del sector privado le habían expuesto el grave panorama y sugerido la necesidad de ir hacia un cierre total por al menos 15 días. Ayer los intendentes que hablaron con el gobernador abonaron esa línea restrictiva. 

El clamor por mayores restricciones sumó una voz bien cercana al gobernador, como la del senador nacional Roberto Mirabella, quien se mostró partidario de "volver a fase 1 por los próximos 15 días". "Tenemos que tomar medidas y decisiones que son muy complejas muy difíciles para cuidar la salud. En todos los lugares el sistema de salud está pidiendo fase 1”, marcó el legislador, de visita en un vacunatorio santafesino.

Fueron elocuentes Rodrigo Mediavilla y la titular del Centenario por la mañana, en rueda de prensa: "La gente se enoja, pero tenemos obligación de mirar del hospital hacia dentro: por eso informamos cómo está la situación, para que la gente tome conciencia. Si luego vienen con un familiar en busca de una cama y no la tienen, nos van a culpar a nosotros. Por eso informamos antes", descargó Claudia Perouch, directora del hospital de Urquiza y Francia que ayer había ocupado todas sus camas.