-- Ojalá cumplan esa pena hasta el último día --le dicen en su Facebook a Karina Lamagna, hermana de Diego Lamagna, asesinado el 21 de diciembre de 2001.
-- Ahora a esperar las apelaciones... Siempre serán culpables --responde ella.
Así bajó las expectativas de sus amigos y seguidores sobre el fallo que había condenado a los responsables de la represión desatada en las últimas horas por el gobierno de Fernando de la Rúa, que dejó 39 muertos en todo el país por las balas policiales. Esa sentencia había establecido que el ex jefe de policía Rubén Santos y el ex secretario de Seguridad Enrique Mathov cumplieran penas de prisión efectiva, es decir, que fueran presos. Sin embargo, un fallo de la Cámara de Casación ordenó revisar esto sugiriendo que las penas fueran a la baja de modo que pudieran evitar la cárcel. Ahora el Tribunal Oral Federal que los había juzgado por la masacre de 2001 ratificó casi en su totalidad que al menos éstos dos responsables políticos no pueden evitar ir tras las rejas.
"Advertimos que el Tribunal a pesar del fallo de Casación sigue considerando esto como un hecho grave que dentro de la escala penal para el homicidio culposo debe aplicar penas cercanas al máximo que son cinco años, le había dado cuatro y nueve meses y ahora dijo cuatro y tres meses todo para Mathov", dijo a PáginaI12 el abogado de algunas de las víctimas asesinadas en la Ciudad de Buenos Aires, Rodrigo Borda. "Seguramente apelaran y apeleramos. Pero a pesar de esto ellos siguen siendo culpables por más amigos en el poder y el Poder Judicial cómplice nunca serán inocentes, ya fueron condenados", dijo a PáginaI12 Karina Lamagna.
"La apuesta de los imputados era que les dieran el mínimo, pero Casación les dio una mano tan importante como arbitraria en un fallo que fue una verdadera vergüenza (firmado por Petrone, Barroetaveña y Ledesma), una apuesta a la impunidad. Son veinte años, es muy difícil estar satisfechos pero la mirada de los familiares demuestra que le siguen arrancando gotitas de justicia, siguen siendo muchos los obstaculos que las víctimas han debido y aún deben enfrentar, por eso valoramos lo conseguido frente a tanta adversidad", agregó el letrado. Así, las penas de los dos principales acusados quedan como de cumplimiento efectivo, es decir que cuando queden firmes tendrán que ir a la cárcel. Pero ahora se viene otro ciclo más de apelaciones.
En mayo de 2006 el Tribunal Oral Federal (TOF) 6 había condenado también a la cúpula de la Policía Federal encabezada por los comisarios Rubén Santos, con 4 años de prisión, y al director general de Operaciones, Norberto Gaudiero, a 3 años y seis meses, por los mismos delitos: el asesinato de cinco personas y lesiones a más de un centenar en víspera de la renuncia del entonces presidente De la Rúa. Ya en aquel momento los familiares de las víctimas sintieron sabor a poco, por eso silbaron en la sala AMIA de los Tribunales de Comodoro Py, donde se dictó sentencia. Sin embargo, Borda, de la querella a cargo del CELS, había calificado como “histórico” al fallo por tratarse de la primera vez en que se condenaba a niveles con responsabilidad política y no sólo operativa en una represión. De la Rúa ya había sido sobreseído porque la Corte Suprema dijo que era ajeno a los hechos que ocurrían en la calle antes de huir de la Casa Rosada en helicóptero.
Las penas más altas habían sido para los policías Carlos José López y Roberto Juárez, con 6 años de prisión y 4 años y seis meses, respectivamente, por el homicidio doloso de Alberto Márquez, el hombre que fue baleado cerca del Obelisco. Otros dos integrantes del grupo, Ariel Firpo Castro y Víctor Belloni, también merecieron condenas a 3 años de prisión, mientas que el subcomisario Omar Bellante fue condenado tres años de prisión en suspenso. Este último estaba acusado por encubrimiento del crimen de Gustavo Benedetto, asesinado por un disparo que recibió desde adentro de las instalaciones del banco HSBC, ubicado en Avenida de Mayo y Maipú, cuyo autor sería el teniente coronel Jorge Varando, jefe de seguridad del banco, filmado apuntando su arma a los manifestantes pero que fue absuelto. Las víctimas de aquel operativo represivo fueron Márquez, Benedetto, Lamagna, Marcelo Riva y Carlos "Petete" Almirón.
En el caso del policía López, el asesino de Márquez, fue tan arbitrario el fallo de Casación que para justificar bajarle la pena de seis años que le habían dado por homicidio en agresión agravado por el uso de arma, cuando la pena máxima es ocho, dijeron que seis era el máximo. El TOF 6 en este nuevo fallo marcó el error porque los camaristas de Casación Petrone, Ledesma y Barroetaveña no supieron distinguir la pena que debía aplicar, algo que a un alumno de derecho le correspondería un desaprobado en un examen.
"Los culpables se muestran como ancianos débiles e indefensos, pero ellos fueron los que tomaron las órdenes del presidente y las ejecutaron sin vacilar. En todo momento intentaron demostrar su inocencia, que era algo orquestado y responsabilidad de los manifestantes y no era lo que se discutía en estas audiencia ya que son responsables de los homicidios y el intento de homicidio según las sentencias del TOF y Casación. Llevamos muchos años de lucha y de impunidad con un poder judicial cómplice de esta masacre del 2001. Fernado De La Rúa se murió en total impunidad, lo absolvió la muerte y su amigo Claudio Bonadío. Fue el verdadero culpable porque dio la orden de reprimir y despejar las calles a como dé lugar. Los muertos son los nuestros. Los que viven con el plomo de la represión que ellos ejecutaron. Solo queremos justicia", dijo Karina Lamagna a este diario.
-- Tiene sabor a poco --pusieron en los comentarios de su cuenta de Facebook.
-- Me alegro por Kari. Lástima que de mi papá desdoblaron la causa y parece que nadie le disparó, las balas vinieron del cielo, increíble, ojalá se haga justicia algún día. Fue el primer herido de bala de plomo --escribió allí mismo Verónica Cárdenas, la hija de Demetrio Cárdenas, el hombre baleado la noche del 19 de diciembre sobre las escalinatas del Congreso, cuya foto recorrió el mundo.