De cara al 28 de mayo, Día Internacional de la Higiene Menstrual, Tribu está realizando una serie de paneles virtuales para debatir sobre la problemática de gestión menstrual, y una encuesta que ya lleva cientos de respuestas de mujeres de toda la provincia.
Según los datos que difunde Tribu, casi siete de cada diez personas del sector de menores ingresos de la Argentina son mujeres, y los productos de gestión menstrual promedian un costo anual de $3228 en el caso de las toallitas, y de hasta $4327 en el uso de tampones. Sin tener en cuenta que hay mujeres que por la cantidad de su menstruación deben usar ambas cosas para contener el flujo.
Para ellas, el costo estimado para gestionar la menstruación mediante el uso de toallitas o tampones representa casi un 10% de sus ingresos. Este gasto no es optativo para las personas que menstrúan y, sin embargo, ganan un 27% menos que los varones. La carga económica que genera la menstruación resulta central para considerarla un factor de desigualdad.
Bajo estos indicadores, las integrantes de “Tribu" están dispuestas a impulsar el reconocimiento de este derecho hasta que sea ley.
En Catamarca la población menstruante es de casi 130.000 personas. Existen casi 35.000 mujeres en situación de extrema vulnerabilidad. Reciben Asignación Universal (AUH) 24.000 mujeres, “si en ese hogar tenés 2 o 3 personas menstruantes tenés más de $15.000 pesos por año en productos. En un hogar pobre estamos hablando de destinar el ingreso de dos meses a estos productos”, evaluó Ely Fontao, integrante de Tribu.
Las desigualdades generadas por las barreras económicas en el acceso de productos de gestión menstrual tienen implicancias en la salud; las urgencias que genera el proceso menstrual implican además la necesidad de tener acceso a agua limpia, instalaciones sanitarias adecuadas, elementos de gestión menstrual, lugar para eliminación de los desechos.
“Económicamente es una desigualdad tremenda. Por un factor fisiológico que nadie elige: las mujeres no elegimos menstruar”, subraya Ely.
Un proyecto sobre el tema fue presentado el año pasado por la diputada provincial Natalia Ponferrada que recién este año tomó estado parlamentario.
La capital de Catamarca cuenta con una ordenanza aprobada, y desde el municipio se van a comprar copitas menstruales en el Sistema de Salud Municipal.
“Queremos que sea todo en el marco de la responsabilidad política", asegura Fontao. “La provincia aún no ha implementado medidas, por eso estamos impulsando la campaña y vamos a proponer políticas públicas a raíz de los datos que vamos a presentar", adelantó.
Un relevamiento previo de la encuesta que está realizando “Tribu” da cuenta de que más de un 70% de personas en edad menstrual en Catamarca sufren privaciones durante sus días de indisposición para realizar actividades físicas, y casi un 50% ven afectadas sus obligaciones educativas.
Además, más del 50% de personas en edad menstrual debieron modificar el uso de sus productos de gestión menstrual por razones económicas.
La encuesta que impulsa “Tribu", "Yo soy porque todas somos", está disponible en las redes sociales del grupo, bajo la consigna “Rumbo al 28 M".
Conforman “Tribu" Ely Fontao, Ivana Ibáñez, María Argerich, Gabriela Molina, Yanina Vázquez, Ana Fernanda Lagoria y Lucrecia Barros Jorrat.