Su voz y su rostro son inconfundibles, aunque lógicamente ya no tiene el porte de cuando encarnaba al icónico capitán Kirk en Viaje a las estrellas. A los 90 años, sin embargo, William Shatner todavía está repleto de vitalidad y agudeza, y rebosante de proyectos laborales, artísticos y personales. ¿Cómo lo hace? Ahí entra a terciar el nombre del programa que conduce para History, que hoy sábado a las 21.50 arranca su segunda temporada: es Inexplicable, tal como esos misterios insondables del universo que el actor intenta desentrañar con la ayuda de expertos. "Al hacer este ciclo aprendí que yo creía que sabía algo. Saben, soy un señor grande, leo mucho, pero  me di cuenta de que en realidad no sé nada. Esa es la verdad que abarca toda nuestra vida, desde la infancia hasta la vejez. Creemos estar aprendiendo, pero no sabemos nada. En sí mismo, eso es desmoralizante, pero a su vez crea una esperanza y la voluntad de descubrir algo más. Y creo que de eso se trata justamente el programa", explicó Shatner durante una conferencia de prensa virtual con medios de América latina.

Shatner saltó a la fama por su personaje de Viaje a las estrellas, que años más tarde replicó en cine, pero su carrera incluye otros papeles recordados en series como Boston Legal (por el que ganó dos Emmy y un Globo de Oro), y películas como Miss Simpatía o Vecinos invasores. Pero no se limitó a los sets: también grabó varios discos -y tiene otro en camino-, y escribió guiones, novelas, libros sobre el fanatismo de los trekkies (los seguidores de la serie de ciencia ficción) y hasta una autobiografía. En Inexplicable, Shatner es el conductor de exploraciones sobre misterios como avistamientos de OVNIs, extrañas momias, grandes escapes, plagas, monumentos llamativos como Stonehenge y hasta los secretos de la Atlántida, que ocuparán el debut de la segunda temporada. El programa, producido por el mismo equipo de Alienígenas Ancestrales, ya tiene su primer spin off: al término de la emisión de hoy sábado se estrenará Inexplicable Latinoamérica, con la conducción del actor John Leguizamo.

"No se puede elegir un solo episodio de esta pequeña serie que vamos a mostrar, hay que verlos a todos pensando en ese súper misterio que existe por detrás", asegura Shatner. "Hay que ver el programa para entender que ha habido muchas instancias en las que los seres humanos construyeron cosas, y no sabemos cómo lo hicieron ni por qué. ¿Cuál es la necesidad de construir estos edificios enormes? ¿Adónde estamos tratando de llegar? ¿Por qué construir estas cosas que llegan hasta el cielo? Y cuanto más altas son, más profundas. ¿Por qué dedicaron 200 años de una nación entera para construir una catedral? ¿Por qué? ¿Cuál es el ímpetu? Es misterioso, es inexplicable".

Después de haber estado expuesto a tantos aspectos del universo que no tienen explicación, ¿el actor aún considera que una serie como Viaje a las estrellas es ciencia ficción? Shatner hace una pausa antes de responderle a Página/12 y luego arranca: "Hasta donde sabemos, el universo existe hace 13.800 millones de años, pero sabemos que se está expandiendo. ¿Hacia dónde está yendo? ¿Hacia dónde va? ¿Va hacia la nada o va a colisionar con otro universo? Hay galaxias que están colisionando, ¿por qué no podría suceder con el universo? ¿Hay otro universo allí? ¿Qué es el tiempo? Entonces simplemente no sé nada. Y esa es la parte de ciencia ficción de todo... Creamos cosas o inventamos cosas que pueden ser reales o no, y si me preguntas sobre la ciencia ficción, todo lo que podemos imaginar es real. Somos incapaces de imaginar algo que no exista o que no sea real porque no tenemos ningún fundamento para hacerlo. Entonces, todo lo que está en la ciencia ficción es posible. Y aún así es inexplicable".

-¿Alguna vez experimentó en su propia vida algo inexplicable?

-¿Por qué me ama mi esposa? No lo sé (risas). Bueno, mi vida está llena de animales: perros, caballos. Mi concepto es la unidad de la vida. Estoy mirando por la ventana y veo un árbol. Ahora sé que los árboles se comunican, que un pez se comunica, los caracoles. Vi a dos caracoles que estaban juntos temblando en éxtasis; estaban apareándose, pero estaban comunicándose. Los peces se comunican, los pulpos se comunican. Las partes más básicas de la vida se comunican. Los virus se comunican, de alguna manera. Estamos todos unidos. ¿Cómo? Eso es lo que resulta inexplicable.

-En América latina, el programa empezó a emitirse cuando la pandemia recién comenzaba. ¿Cómo ve al mundo ahora?

-Bueno, creo que lo que tenemos que hacer es aprender de esta pandemia. Estamos de alguna manera agarrándole la mano, en distintos rangos en distintos países, y de alguna manera se puede ver la luz al final del túnel con las vacunas, que serán clave para parar todas las muertes. Pero tenemos que darnos cuenta de que esto es sólo preliminar. Las pandemias serán endémicas, nos enfrentaremos a lo que vemos ahora muchas más veces y será mucho peor. Pero lo peor de todo que está por pasar es el calentamiento global. En realidad, ya estamos en el calentamiento global, pero el tema es hasta dónde va a llegar. ¿Hasta donde se elevarán los mares? ¿Qué ciudades quedarán sumergidas debajo del agua antes de que, por ejemplo, se hagan represas? ¿Dónde van a caer las tormentas severas y qué daño causarán? ¿Cuántas personas morirán como resultado del calentamiento global? ¿Y qué vamos a hacer con eso en vez de meter la cabeza bajo tierra? Hablamos de lo inexplicable, pero con el calentamiento global sabemos exactamente lo que es. Y hay que hacer algo al respecto.

-¿Cómo cambió la sociedad y cómo cambió usted después de este año?

-Dado que tuve que hacer cuarentena, como todos, me vi obligado a ir hacia dentro de mí mismo y ver qué es lo más importante. Creo que eso le pasó a mucha gente. Yo me lo paso de aquí para allá, hago giras, hago apariciones, trabajo en muchas cosas. Y durante este año pude entrar más dentro de mí y sentir el placer de eso. Estoy tratando de ser más y más consciente. Soy consciente del placer que siento ahora hablando con ustedes y me pregunto si voy a poder tomarme algo fresquito después de que termine esto. La sensualidad de tener la conciencia del cuerpo, relacionado con la existencia filosófica externa, para que luego todo se una y uno sea consciente del aquí y ahora del todo, es el objeto de muchas religiones. Las religiones zen, por ejemplo. Y esto es algo que traté de hacer toda mi vida. Por ejemplo, cuando ando a caballo: ahora puedo sentir a ese caballo sobre el que estoy. O cuando hablo con la gente y estoy haciendo una entrevista, tengo esa sensación de conexión. Me pasó muchas veces con el público. Cuando actuaba frente al público tenía esa sensación de conexión. Entonces descubrí esto más y más durante el último año.

-¿Hay alguna historia en particular de la segunda temporada de Inexplicable que lo haya asustado o impactado?

-Sí, un montón. El mayor misterio de todo... Bueno, quizá no el mayor, pero un misterio enorme es la mente humana. Nuestro cerebro, ¿cómo sucedió? Todavía no sabemos bien que sucedió de la lagartija hasta esa cosas que tenemos nosotros. No comprendemos lo que pasó. Y no comprendemos la forma en que funciona. ¿Qué es la memoria? ¿Adónde va la memoria? ¿Y cuáles son las impresiones? ¿Qué es anticipar el futuro? ¿Cuál es esa sensación? El cerebro es un gran misterio. Entonces, ¿cómo entrar en todo eso? Es inexplicable la idea completa del cerebro, lo que imaginamos y lo que pensamos que va a pasar, y lo que es real y aquello que no es real. Lidiamos con cosas como visiones, hombres lobo o los seres misteriosos caminando en bosques. ¿Existen o es una ilusión? ¿Hemos creado una ilusión? ¿Qué es una ilusión? A mí lo que me asusta son esas ilusiones, aquellas cosas que no son reales y creemos que lo son. Y esto incluye personas, experiencias y nuestra propia psiquis. Pensamos cosas que pueden ser reales y a veces no lo son. Y a veces sí lo son y nos negamos a aceptarlas como realidad.

-¿Qué lo atemoriza usted?

-Lo que más me asusta es la muerte. Me encantaría ver espíritus y fantasmas. La gente que amé y que falleció, ¿por qué no viene a visitarme? Houdini, el gran mago, él le dijo a su esposa: "Me estoy muriendo. Pero si pudiera volver a ti, volvería y te diría la palabra 'creé'". Entonces ella esperó toda su vida a que su amado Houdini volviera y le susurrara la palabra "creé". Ella sabía que esa era la palabra clave, pero esperó y esperó hasta que murió, y nunca nunca escuchó la palabra "creé". Me encantaría que alguien volviera. No entiendo como hay gente que dice “Ey, ahí está tu abuelo y te dice 'gracias' por la bebida que le diste.” ¿De qué están hablando? ¿Por qué el abuelo que hace cien años que murió no viene y me dice: "Will, ¡está bárbaro aquí arriba! No tengas miedo de morirte"? Nunca escuché eso. Entonces, mi gran temor es a la muerte. Pero también estuve haciendo algo con tiburones que van a ver pronto. Vi tiburones tigre de dieciocho pies nadando mientras eran alimentados, pero en realidad trataban de comernos a nosotros. Y la gente de las Bahamas sabía como hacer para espantarlos. Dios mío, lo que era eso... Y después me pusieron a un tiburón de cinco pies en el regazo, lo tuve ahí y lo sentí. Me había puesto un ungüento que tenían todos. Y pude sentir su piel. Estuve muy, muy cerquita de ellos y eso fue realmente tenebroso... Les temo a muchas cosas. Una vez tuve un tigre agarrado de una cadena: estábamos haciendo una escena y yo tenía que caminar con ese tigre. He visto imágenes de un oso que se le dio vuelta al entrenador, o un león que trató de comerse a su entrenador. Y yo estaba ahí, con un tigre en una correa, un tigre gigante...

-¿Qué es lo más interesante que aprendió haciendo el programa?

-Bueno, creo que no entendemos muy bien cómo funciona el vudú. Por ejemplo, si es psicológico, etcétera. Pero, de alguna manera, a cierta distancia, uno puede tomar un talismán y clavarle un alfiler, y algo le sucede a ese objeto que está siendo perforado: el objeto real se ve también perforado o afectado; hay gente que ha muerto, incluso. Entonces, ¿qué es eso? ¿Es una religión? Hay gente que ha sido curada por ser religiosa, pero creemos que tal vez no estaba enferma. ¿O es la conexión entre la mente y el cuerpo? Pero si es así, ¿cómo sabía esa gente sobre eso? O sea, todos esos misterios... Comienza con un alfiler que se clava en un muñeco y luego se amplifica a cosas increíbles, tremendas. ¿Qué es todo eso? Entonces cada una de estas cosas, cada unos de estos programas, plantea "esto es misterioso". Sí, bueno, pero cuando vemos las ramificaciones de ese misterio, uno queda realmente embelesado y quiere saber más, ver más el programa. Porque estamos enfrentados a un montón de cuestiones misteriosas que tienen horizontes. Entonces, no es que vemos solamente las momias o las construcciones, para nombrar algunas cosas que van a ver en esta temporada. Hay que ver más allá de eso, más allá de lo que te estamos mostrando, que es un misterio aún mayor.

-¿Piensa que existe un límite para la ciencia cuando trata de explicar todo?

-Entiendo que hay religiones que dicen "basta, no hay explicación". Pero aún así, en ese misterio que somos nosotros, los seres humanos, existe esta necesidad de seguir avanzando y explorando tanto física como mentalmente, y seguir tratando de responder las preguntas. Entonces surgen nuevas teorías como el Big Bang, las placas tectónicas, los antisépticos y la inoculación. Son cosas que dejan pensando la humanidad y que de pronto la ciencia comienza a explicarlas. ¿Puede la ciencia explicar lo inexplicable o no? Ese quizá sea el mayor misterio de todos. Me gustaría ver que lo intentaran.

-Si usted pudiera viajar en el tiempo, ¿qué consejo le daría al William Shatner de 25 años?

-Tengo una nieta de 18 años que está como explotando su libertad, quiere ir a todos lados. Fue a Roma a aprender italiano y tuvo unas aventuras increíbles. Cuando yo tenía 18, 19 años, viajé a dedo por todo Estados Unidos. Comencé en Montreal, antes de ir a la universidad, y fui haciendo dedo cuatro, cinco mil kilómetros aproximadamente, desde el sur hasta el norte, luego a Vancouver y luego Montreal. Tuve esta aventura y nunca la olvidé. Y era parte de esa libertad de ser joven. Entonces, que un viejo le pueda dar consejo a un joven -o a mi nieta- y decirle “no, pará, no vayas ahí porque podría pasarte algo”, me parece que sería incorrecto. Dejá que pase algo, probá tus alas. Lo más alto, lo más cerca del sol que puedas. Olvidate de todo lo que está pasando. Andá y tené una aventura, porque la vida se termina muy rápido. No hay nada de inexplicable sobre lo corta que es la vida: uno nace y uno muere, y antes de darse cuenta ya está al final de su recorrido. Así que lo que me diría a mí mismo a los 25, como le digo a mi nieta hoy en día, es que haga ese recorrido. Hacé ese viaje, llenalo de color, de aventura, de diversión lo más que puedas, y no dejes que ninguna persona mayor venga a decirte lo que tenés que hacer.

-¿Y qué consejo le daría al capitán Kirk?

-Capitán Kirk, deje de besar tanto a las chicas, hay demasiados gérmenes (risas).

Planes

Jubilarse no es una opción

La palabra "jubilación" parece no figurar en los planes de William Shatner, pero hay un vasto racimo de términos que sí. Uno es "continuidad", porque ya está pensando en la tercera temporada de Inexplicable ("tenemos una cantidad monumental de horas producidas", dice) y en volver a su talk show I Don't Understand ("No entiendo"), que no se emite aquí. Y también está "música", porque el actor está trabajando en un nuevo disco. "Durante la pandemia me enfoqué, y con un amigo que es un gran poeta y con un músico maravilloso hicimos un disco basado en mis experiencias. Creamos un disco increíble que se viene para este verano (boreal) que se llama Love, Death and Horses ("Amor, muerte y caballos").

"Equitación" es un tema sobre el que Shatner vuelve una y otra vez durante la conferencia de prensa virtual: "Estoy andando mucho a caballo, a una disciplina que se llama Reining. Compito a alto nivel y fui mejorando. Como resultado de haber estado solo y que no entré en contacto con nadie, me enfoqué mucho tiempo en un establo, y practiqué todos los días una y otra vez para poder ir mejorando en esta categoría, donde hay muchas posiciones de cowboy, darse vuelta, giros. Es algo muy atlético y hay que practicar mucho. Y ahora soy un mejor jinete que lo que era antes de la pandemia, así que pude desafiarme a mí mismo y participar de las exposiciones de caballos a las que voy".

Y finalmente, otro término es "futuro": Shatner se unió a una empresa llamada StoryFile, para la que fue filmado con dieciocho cámaras durante cinco días, a razón de diez horas diarias, y hablando a un micrófono. Todo ese material se usó para alimentar una inteligencia artificial. "Están jugando un poquito con eso y cuando esté listo, uno apretará un botón y la inteligencia artificial responderá preguntas sobre la base de todo lo que yo fui diciendo y con lo que se alimentó. Por eso, cuando me muera, habrá un dispositivo donde se podrá apretar un botón y hacerme una pregunta a mí dentro de 50 años. Pero cómo funcionará me resulta, una vez más, inexplicable".

Recuerdos

Visitas a América latina

Fiel a su amor por la equitación, lo primero que menciona William Shatner cuando se le pregunta por América latina es el recuerdo de haber "andado a caballo en las pampas" durante una visita a la Argentina. "Pesqué en varios lugares, estuve en las grandes ciudades y aprendí a querer a su gente. Eso fue fantástico, pero descubrí sólo un poquito de la Argentina", confiesa. "Estuve en México, estuve en las afueras de las ciudades en Brasil, fui a Panamá. Pero quiero ir a todos esos lugares increíbles, a Perú, a Venezuela. Quiero ir a todos esos países y ciudades increíbles que están en nuestras fronteras hacia el sur y descubrir a la gente de América del Sur, de América latina, que es realmente amable y adorable. El idioma portugués me parece el idioma más lindo que hay, el más fluido y líquido. Me pregunto cómo sonaría Shakespeare en portugués... Pero sí, tengo a toda Latinoamérica por descubrir".