En la Escuela N°2 "Mariano Acosta" de la Ciudad de Buenos Aires más del 70 por ciento del estudiantado cursa de forma virtual. La bimodalidad, establecida originalmente para los estudiantes de las secundarias de la Ciudad, se extendió a la primaria, que entre burbujas y aislamientos quedó con una pequeña cantidad de alumnes en sus aulas, mientras que el resto de las familias pidieron la exceptualidad. Este miércoles, previo al anuncio del Presidente Alberto Fernández sobre las nuevas medidas preventivas ante el avance de la pandemia en el país, la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la Ciudad ordenó al Gobierno porteño que adopte las medidas necesarias para garantizar la educación virtual a cincuenta familias de la escuela que presentaron una acción de amparo en febrero de este año. "El fallo es un precedente legal en el que refugiarnos si nos obligan a volver a la presencialidad", señaló a Página/12 Mariana Ruibal, madre de un estudiante de nivel primario y referente del colectivo de familias que presentó el amparo.
La medida cautelar, firmada por los jueces Carlos Balbín, Fabiana Schafrik, y Pablo Mántaras, ordena al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) garantizar "el ejercicio de su derecho a la educación a través de la modalidad virtual" a todos los hijos e hijas de quienes firman como coautores el amparo y agrega que, para quienes manifiesten ante las autoridades del colegio su decisión de asistir únicamente de forma virtual a las clases, el organismo no debe computar las faltas por la inasistencia presencial. "Mientras haya fallecidos en el ámbito de la Ciudad --por la covid-19 y sus diferente cepas-- en el Colegio Mariano Acosta se exima a los alumnos a la concurrencia obligatoria", planteaba la demanda.
En el fallo, los jueces precisaron que no existen "datos precisos, inobjetables y concordantes que demuestren que el servicio educativo --del Mariano Acosta-- se ajusta cabalmente al protocolo vigente diseñado para garantizar una presencialidad segura". En el nivel primario, según relataron los padres y madres, hay sólo tres inodoros habilitados, para un total de 800 alumnos. "Actualmente estaban yendo un 26 por ciento de los chicos y chicas de forma presencial. Todo el resto pidió la excepción", señaló Ruibal y aclaró que "son pibes y pibas que no entraban en la exceptualidad por criterio sanitario, por eso iniciamos este proceso por vía judicial". Su hijo cursa en el nivel primario de la escuela, que hasta este viernes y tal como lo indicaba la normativa de la Ciudad de Buenos Aires, mantenía la presencialidad, aunque respetaba los pedidos de excepción que cerca del 74% de las familias solicitó. "La escuela nos acompaña pero como institución tiene un límite porque depende de supervisores y del Gobierno de la Ciudad", agregó la referente de la comunidad de cincuenta padres y madres que se reunieron para presentar la demanda al GCBA.
En su resolución, el fallo indica que la medida cautelar tiene vigencia hasta tanto la tenga la Resolución 155/2021 --que reglamentó la modalidad escolar en la Ciudad hasta el 21 de mayo-- y sus prórrogas. "Hay muchos más chicos que pidieron la exceptualidad y no están en el amparo; se trata de tener un reconocimiento legal a lo que estamos planteando, que es poner como prioridad lo sanitario, más allá de las fechas de vigencia", señaló Ruibal.
Luego de una semana en la que no habrá clases virtuales ni presenciales en la Ciudad, según afirmó el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, "lo que primero se va a abrir son las escuelas", por lo que el marco normativo volvería a ser el vigente hasta esta semana: bimodalidad para los colegios secundarios y presencialidad para las escuelas de nivel primario e inicial, salvo excepciones. En este sentido, las familias del Acosta esperan "más claridad y respeto por la situación que estamos viviendo".
Presenciales o nada
Para Patricia Pines, madre de un estudiante de tercer grado de la escuela, la suspensión de clases durante los tres días de la semana que viene "no tiene sentido". Pines forma parte de la comunidad educativa del Acosta hace más de siete años, e integra el colectivo Familas por el Retorno Seguro a la Escuela. "Desconocer que la virtualidad existe y decir que se suspenden las clases porque no se llega a organizar técnicamente es ridículo. Cada vez que una burbuja se aisla pasamos a la modalidad virtual", advirtió la mujer. Aunque pudo lograr que su hijo asista a la escuela de manera virtual, una semana después del comienzo de clases presenciales a las que asiste como docente de nivel inicial, ella se contagió de coronavirus. "Tuve una neumonía bilateral por la que todavía tomo medicamentos", relató a este diario y aseguró que "la escuela tiene toda la intención de garantizar la virtualidad, pero cuando falta voluntad política y hay una presión tan fuerte por parte de las autoridades, se torna muy complejo".
Según relató Pines, esta semana se encontraba aislado todo el turno mañana de nivel inicial por una maestra que dio positivo en el testeo de COVID-19, tanto ella como su hijo. "Es parte de la propia formación educativa entender que ahora es momento de priorizar la salud y la vida", señaló la docente y opinó que "está claro que las clases presenciales son la variable que hizo que se dispararan los contagios".