El primero de los nueve días de aislamiento estricto mostró hasta el momento poca afluencia en las calles. Colectivos semi vacíos, pocos pasajeros en las cabeceras de trenes metropolitanos, un puñado de personas por las calles y en los comercios esenciales, todo bajo una lluvia persistente, fueron las postales de la ciudad de Buenos Aires en el primer día de las nuevas medidas que dispuso el Gobierno.

El aislamiento estricto, que comenzó a las 0 horas de este sábado y se extenderá por nueve días hasta el 30 de mayo inclusive, limita las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial, con la salvedad de los comercios esenciales que deben funcionar con servicio a domicilio y para llevar. Además, la circulación sólo está permitida en las cercanías del domicilio, entre las 6 de la mañana y las 18, o por razones especialmente autorizadas.

Los servicios de transporte público funcionan con cronograma de fin de semana o feriado y circulaban esta mañana con pocos pasajeros y algunos directamente vacíos, ya que pueden usarlos exclusivamente los trabajadores esenciales, como el personal de salud, el dedicada al abastecimiento de alimentos, medicamentos y combustibles o personal de seguridad, entre otros.

Los primeros negocios en abrir sus puertas fueron las farmacias, panaderías y supermercados, pero con sólo algunos pocos clientes dentro. En el centro porteño se pudo observar una imagen poco habitual con calles vacías, avenidas sin embotellamientos y la circulación de algunos taxis y remises.

Un 40 por ciento de crecimiento en los casos diarios promedio, un 15 por ciento de aumento en las muertes y 531 nuevos pacientes en Unidades de Terapia Intensiva, que tiene la mayor ocupación desde el inicio de la pandemia, fueron los datos clave de la evolución del coronavirus esta semana en la Argentina que llevaron al Gobierno nacional a disponer el aislamiento estricto.