Mientras el proyecto del oficialismo que posterga las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) ya cuenta con media sanción del Senado y se encamina a convertirse en ley, en la Cámara Nacional Electoral (CNE) se estudian diversas medidas “reducir los contagios y la exposición de la ciudadanía” durante los comicios. Horarios distribuidos según grupos etáreos, incorporación de establecimientos de votación y vacunación para ciudadanas y ciudadanos designados como autoridades de mesa son algunas de las posibilidades que ponen sobre la mesa hoy, según confirmaron a Página|12.
El invierno se aproxima, la curva epidemiológica crece y, mientras en todo el país se imponen nuevas restricciones, el detrás de escena de las elecciones sigue en marcha. Si bien es muy probable que las PASO sean postergadas por un mes, para realizarse el 12 de septiembre en lugar del 8 de agosto, y atrasen así también las elecciones generales al 14 de noviembre; hasta que no se apruebe la ley correspondiente y la decisión sea oficializada, la CNE continúa trabajando en función del calendario electoral original para asegurar el normal desarrollo de las elecciones legislativas incluso en un contexto que dista de serlo.
En ese marco, las autoridades evalúan ciertas medidas para proteger a la ciudadanía durante el proceso electoral. Si bien todavía no hay nada oficial, todas las acciones que están en estudio tienen como objetivo evitar las aglomeraciones en los centros de votación y cumplir estrictamente los protocolos sanitarios para exponer lo menos posible tanto al personal afectado a la logística, como a todas aquellas personas que acudan a cumplir con su deber cívico.
Una de las opciones que se contemplan, tal y como explicaron fuentes de la CNE a este diario, es el establecimiento de un cronograma en el que las personas de grupos de riesgo, a sea por edad o por padecer enfermedades previas, se acerquen a votar antes que el resto del electorado. “Así, mayores de 65 años irían entre las 8 y las 10 de la mañana, por ejemplo, para que no se crucen con gente más joven que pueda tener mayor carga viral”, expresaron desde la Cámara.
Otra medida es incrementar los establecimientos de votación en un 30 por ciento, es decir, de aproximadamente 15 mil espacios a 20 mil, con respecto de la última elección. Para esto, se utilizarían escuelas, clubes de barrio y otros tipos de dependencias municipales. Junto con esta iniciativa, que busca disminuir la cantidad de personas que asistan al mismo lugar, “la idea es que haya dos puertas, mínimo: una para ingresar y otra para salir, para evitar los cruces de gente; y que dentro del establecimiento haya también un recorrido donde la circulación sea ágil y uno entre, vote y salga inmediatamente”.
También se evalúa la posibilidad de que no sea necesario entregar el DNI, sino solo mostrarlo, “para evitar la manipulación del documento, una situación que puede llegar a generar algún tipo de contagio”, explicaron de la CNE. Asimismo, todos los establecimientos contarán con los elementos sanitizantes necesarios para la jornada electoral; y se agregarán más mesas que, a su vez, serán más amplias de lo habitual, para mantener el distanciamiento entre las autoridades de las mismas.
Para el cumplimento efectivo de todas las medidas y protocolos, se estudia que, además del delegado electoral habitual, en cada establecimiento haya también un “delegado sanitario”, una figura que se encargue de la fiscalización de las acciones de bioseguridad y que colabore con lo que sea necesario en relación con estos aspectos.
La cuestión de las autoridades de mesa es el punto más delicado, por la mayor exposición de estas personas. Frente a esto, la CNE viene elevando varios oficios a los ministerios de Salud y del Interior, pidiendo que “se incluya al cronograma de vacunación como personal estratégico esencial a los aproximadamente 200 mil ciudadanos y ciudadanas que serán convocados”.
La alternativa que proponen es que se les “remita la nómina de personas que se encuentren vacunadas, para priorizar entre ellas la modalidad de designación” de las autoridades de mesa. También se evalúa la posibilidad de convocar mayoritariamente docentes --vacunados-- y que, en caso de que las y los convocados convivan o pertenezcan a grupos de riesgo, puedan excusarse presentando los certificados correspondientes que acrediten la situación.
Sobre la posibilidad de implementar una boleta única para reducir la manipulación del papel por varias personas, la CNE no tiene facultades para realizar esa modificación sobre el reglamento electoral. “Es algo que tiene que resolver la política, pero nosotros nos manifestamos desde hace años en favor de este método electoral por todas las ventajas que tiene”, expresaron de la CNE, al respecto.
Informe: Sofía Moure