La provincia de Salta realizó su primer parlamento territorial sobre el trabajo de cuidados, impulsado por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD). La iniciativa se concretó después de que se establecieran diferentes encuentros, o rondas, como se las denominó, en las que se habló de las labores de cuidado con niños y niñas, adolescentes y jóvenes; con las personas mayores, con la discapacidad, con los sindicatos, en la ruralidad y en los centros urbanos, y en el ámbito de los pueblos indígenas.
En la provincia se realizaron un total de cuatro rondas de intercambio sobre el trabajo de cuidado, en las que distintos actores sociales pudieron intercambiar experiencias y reflexiones. En cada ronda se elegían a dos representantes del grupo para exponer en el parlamento. La directora de Articulación Integral de Políticas de Cuidado de la cartera nacional, Iris Pezzarini, sostuvo que estos parlamentos representan "el corazón del programa Cuidado en Igualdad", lanzado en agosto del año pasado. Contó que con este primer encuentro se cumplió la primera instancia de acercamiento a los distintos sectores que indagan y cuestionan la organización social actual del sistema de los cuidados.
En el intercambio realizado con protagonistas de Salta, en la ronda sobre cuidados en la Ruralidad y Pueblos Originarios, las conclusiones fueron varias y se destacó que existe una división desigual para con las mujeres de tareas de cuidado dentro de las familias (algunas ampliadas), y que eso también se da en las organizaciones y las comunidades. Además de que los espacios socio comunitarios también se organizan desde el trabajo de las mujeres.
Entre las propuestas destacables, aseguraron que se deben deconstruir los mandatos y estereotipos de género en cuanto a los cuidados, y que esa tarea debe hacerse desde la educación para la igualdad en las escuelas y en las familias. Tambien solicitaron el impulso de políticas públicas para sostener la vida en la ruralidad. Las mujeres además revindicaron el acceso a derechos, como el agua, tierra, monte, salud, educación, infraestructura, conectividad y energía eléctrica.
La primera ronda fue sobre Infancias, Adolescencias, Juventudes y durante el parlamento hablaron Noelia Iruarrizaga (Fundación Capitales Solidarios) y Claudia Navarro, de la Dirección de Niñez del municipio de General Güemes.
Ambas expusieron que existe una necesidad de trabajar "hacia el interior del Ministerio y hacia afuera". Y que esto lleva a pensar campañas de concientización sencillas, que puedan llegar también a los adultos responsables de las infancias y las adolescencias.
También plantearon que cualquier capacitación sobre cuidados no debe dirijirse sólo a ocupar un espacio curricular en la educación de los niños y niñas, sino que debe lograr atravesar ese ámbito y abarcar cada uno de los espacios cotidianos. Para ello, sostuvieron que se debe "pensar a la educación" como la que "atraviesa toda la vida de los seres humanos".
"No quiero irme sin decir que la escucha activa, amorosa y respetuosa de las infancias y juventudes es fundamental" y "necesitamos fortalecer espacios y generar nuevos escenarios de participación protagónica" de los niños, niñas y adolescentes, sostuvo Iruarrizaga.
En la ronda sobre Cuidados y Discapacidad la encargada de compartir las conclusiones fue la abogada María Antonieta Plaza, de la fundación Tomar Acción. La letrada dijo que se debe plantear el concepto de cuidado en los distintos esquemas sociales, como el médico. Eso lleva a que se deba reforzar en las capacitaciones, por ejemplo, en los agentes sanitarios.
Para la ronda de Cuidados y Sindicatos, se propuso establecer buenas prácticas que resalten la participación y la garantía de cupo de las mujeres, además de reconocerlas como actoras fundamentales en las relaciones laborales, con la posibilidad de ocupar cargos jerárquicos.
También, motivar a los sindicatos a la difusión y concientización de las tareas del cuidado, mediante formaciones específicas y mayores espacios de sensibilización. A ello sumaron que es importante modificar las leyes que "resultan obsoletas" en cuanto a la distribución de las tareas de cuidado.
Hacia una legislación
Pezzarini dijo a Salta/12 que en la búsqueda de una legislación que visibilice y reconozca el trabajo del cuidado se impulsaron estos espacios para tener la garantía de que la "decisión política sea en clave federal y participativa". Además, porque se concluyó que el contexto de la pandemia vino a profundizar el trabajo de cuidado, que recae casi siempre en las mujeres.
Por eso el próximo objetivo de la Dirección de Articulación Integral de Políticas de Cuidado es que se reconozca a estas tareas como un trabajo que debe ser remunerado, jerarquizado y distribuido en clave de igualdad. "No sólo ampliar los servicios, sino también los derechos de quienes han realizado esas tareas", afirmó la funcionaria.
Dijo que también se debe indagar "en qué condiciones se realizan esos trabajos". Añadió que de por sí la distribución de estas labores es desigual y mayoritariamente recae sobre las mujeres e identidades del colectivo LGBTIQ+. Además de que otra característica es que involucran a personas pertenecientes a los sectores populares.
"No podemos acentuar esa desigualdad", manifestó, al tiempo de señalar que ese desafío de replantear el concepto del cuidado lo están llevando adelante junto a otros ministerios nacionales y provinciales, áreas municipales y organizaciones sociales. "Es necesario que todes les que conformamos este universo de los cuidados participemos de este debate y vayamos construyendo de manera conjunta la política pública", expresó.
En ese sentido, contó que el dato principal que manejan desde la cartera que dirige Elizabeth Gómez Alcorta es que las personas que están dentro del sistema de cuidado son las que "impactan muy fuertemente" en el aporte al PBI nacional, pero que no son quienes reciben esas ganancias, resultando "injusto cuando hablamos de uno de los sectores más invisibilizados".
En el parlamento también estuvo Victoria Liendro, responsable del Área de Diversidad Sexual de la Agencia de Mujeres, Géneros y Diversidad de la provincia de Salta, quien reiteró que el trabajo del cuidado debe ser remunerado y que en ese aspecto, se debe considerar a las personas trans como actores que también desempeñan esas tareas. Siendo que históricamente, quedan fuera de las políticas públicas.