Este martes Alberto Fernández se sumó a lo que se conoce como “Las mañaneras de AMLO”, conferencias de prensa que todas las mañanas realiza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. En ese encuentro virtual, Fernández y López Obrador dieron una especie de puntapié inicial a la distribución de las vacunas Oxford-AstraZeneca fabricadas con el principio activo producido en la Argentina y con la terminación hecha en México. Parte de ese proyecto tuvo que ser derivado a una planta de Albuquerque, en Estados Unidos, desde donde llegaron este lunes 843.000 dosis. Ahora se inician los envíos también desde México y tal vez esta misma semana lleguen 800.000 vacunas.
El proyecto Oxford-AstraZeneca de Argentina y México fue una de las jugadas estratégicas del gobierno de Alberto Fernández.
- Por un lado, puso en marcha la producción en el país de lo fundamental de la vacuna, el ingrediente activo, el elemento que le da la batalla al virus.
- No es un tema menor que la vacuna de Oxford-AstraZeneca es la de más bajo costo, en esencia porque el desarrollador -la Universidad de Oxford- no permite que se concreten ganancias al menos en el primer año. El valor es de cuatro dólares, frente a los 20 dólares de la mayoría de las demás vacunas. En la alianza con el gigante farmacéutico AstraZeneca, Oxford exigió, además, que se fabrique en distintos puntos del mundo.
- Eso significó una transferencia de tecnología importantísima y exhibió confianza hacia el nivel científico y de producción de la Argentina.
- Según el biólogomolecular Ernesto Resnik, quienes recibieron las primeras vacunas, hace un año, conservan bien los anticuerpos, pero todo indica que las nuevas variantes obligarán, tarde o temprano, a volver a vacunar, al estilo de lo que sucede con la gripe. Con este proyecto, la Argentina consolida la producción a largo plazo.
El proyecto se demoró dos meses más de lo pensado. La producción en la Argentina, a cargo del laboratorio mAbxience, del Grupo Insud de Hugo Sigman, produjo la sustancia activa sin problemas y en tiempo. Como toda exportación de material farmacéutico requirió de aprobación de la ANMAT, de manera que ya salió verificada del país. En total, mAbxience entregó 50 millones de dosis de la sustancia activa, que se enviaron en recipientes de 15 litros, congelados.
En México empezaron las demoras, pero por un problema de bloqueo norteamericano. El gobierno del entonces presidente Donald Trump no permitió la exportación de material para la producción de vacunas y eso impidió la llegada al laboratorio Liomont del Estado de México de los filtros necesarios para terminar las dosis. El CEO mundial de AstraZeneca, Pascal Soriot, dio a entender también que hubo algunos problemas en el control de calidad que el laboratorio británico hizo en Liomont.
Después de un tortuoso proceso, finalmente la situación es la siguiente:
- De los 50 millones de dosis enviadas ya por mAbxience, 21 millones se derivaron a otra planta de AstraZeneca, la de Albuquerque. De allí llegan este lunes 843.000 dosis en un vuelo de Latam Cargo y la promesa es que vendrán 3.100.000 más antes de fin de mes. Tal vez eso se extienda unos días hasta principios de junio, porque hubo algunas demoras por una autorización de ANMAT. Fuentes de AstraZeneca le dijeron a Página/12 que, desde Estados Unidos, vendrán a la Argentina además otros tres millones de dosis durante junio. Hay que tener en cuenta que la producción se distribuye en otros países latinoamericanos.
- El resto de las dosis se están terminando en México y todo está listo para que empezar los envíos. Esto es lo que anunciarán este martes Fernández y AMLO. Hasta ahora no se difundió cuántas vacunas se enviarán inicialmente, pero el rumor es que habrá una partida de 800.000 esta misma semana.
- Durante mayo, mAbxience hizo una remodelación de la planta de Garín. Eso le permitirá producir en junio componentes activos de 30 millones de dosis. Por supuesto que habrá que terminarlas en México y en Estados Unidos, pero augura la provisión de importantes cantidades de vacunas en los próximos meses.
Por supuesto que la oposición sigue batiendo el parche sosteniendo que no hay vacunas y que eso se debe a un sesgo ideológico en los contratos y acuerdos. La realidad es que el Gobierno firmó el principal acuerdo de producción con AstraZeneca, un laboratorio británico, con sede en Cambridge. La apuesta a la vacuna Sputnik también fue un acierto, hoy está aprobada en 65 países y en las próximas semanas tendrá el visto bueno tanto de la Comunidad Europea como de la Organización Mundial de la Salud, pese la guerra geopolítica desatada en el terreno de las vacunas.
En la Casa Rosada confían en que a mediados de junio estén vacunados, con al menos una dosis, todos los argentinos con factores de riesgo. O sea, la totalidad de los mayores de 60 años y las personas de 18 a 59 años con enfermedades preexistentes.