La Organización Mundial de la Salud (OMS) abrió su asamblea anual con la pandemia de Covid-19 aún más activa que el año pasado. Los contagios registrados en lo que va de 2021 ya superaron los contabilizados en todo 2020, mientras que en las próximas tres semanas ocurrirá lo mismo con el número de víctimas fatales, que ya se ubican en 3,4 millones en total. En ese contexto, hasta el momento, tres de cada cuatro dosis de las vacunas se han inoculado en tan solo en diez países.
El dato positivo es, a nivel global, se observa una tercera semana consecutiva de disminución de casos, pero "la situación a nivel mundial es muy frágil y ningún país puede decir que está a salvo", advirtió el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
"Debemos tener en claro que la pandemia no ha terminado y no lo hará hasta que la transmisión esté bajo control en todos los países", completó Ghebreyesus y convocó a realizar un esfuerzo global para garantizar que el 10 por ciento de la población de cada país haya sido vacunado contra el coronavirus antes de septiembre.
"Estamos en guerra contra un virus. Necesitamos la lógica y la urgencia de una economía de guerra para aumentar la capacidad de nuestras armas", aseguró el secretario general de la ONU, Anotonio Guterres, en Ginebra, al abrir el encuentro anual del organismo de salud de la ONU.
La cifra de 3,4 millones de muertos llega, en realidad, a unos 6 a 8 millones, según la OMS, si se suman las víctimas indirectas. La cantidad de puestos de trabajo perdidos por la pandemia ascienden a 500 millones y los trabajadores de la salud fallecidos llegan a los 115 mil.
Esas cifras podrían no ser el peor panorama en caso de que surjan nuevas variantes más agresivas del virus. El titular de la OMS aclaró que, por el momento, ninguna de las variantes que han surgido del coronavirus original causante de la pandemia ha afectado las vacunas o los tratamientos que se están utilizando, pero enfatizó que nadie puede garantizar que seguirá siendo así. "El virus cambia constantemente y esto podría volver ineficaces las herramientas con las que contamos", sostuvo.
El desigual acceso a las vacunas
En este contexto, el titular de la OMS hizo un llamado a poner un freno a la desigualdad en el acceso a las vacunas, que amenaza con perpetuar la pandemia. "Un pequeño número de países que fabrican y compran la mayoría de las vacunas controlan el destino del resto del mundo", denunció.
Según las estimaciones de la OMS, si la administración de vacunas hubiese sido más equitativa desde el principio, los 1.500 millones de dosis inoculadas hasta la fecha habrían servido para proteger a todos los trabajadores sanitarios y grupos de riesgo en el planeta.
"Podríamos estar en una situación mucho mejor", lamentó Tedros, quien subrayó que los países que han empezado a vacunar a niños y a personas de bajo riesgo "lo están haciendo a expensas de los trabajadores sanitarios y personas vulnerables de otros países".
Frente a esa situación, Ghebreyesus planteó los nuevos objetivos que tendrá la OMS: para septiembre se pretenderá haber vacunado a, al menos, el 10 % de la población de todos los países del planeta, y que este porcentaje llegue al 30 por ciento a finales de año."Eso significa que para septiembre necesitamos vacunas para inmunizar a 250 millones más de personas en países e ingresos medios y bajos", expuso Tedros.
El director general señaló que el programa COVAX, con el que la OMS y otras organizaciones intenta dar acceso a las vacunas a los países de menores recursos, ha repartido 72 millones de dosis en 125 países. "Sin embargo, esas dosis sólo han sido suficientes para inmunizar alrededor del uno por ciento de la población de esos países", aclaró el titular de la OMS.
Con el fin de lograr los objetivos, pidió a los países desarrollados miembros de la OMS que continúen donando dosis a COVAX para que ninguna se desperdicie, y a las farmacéuticas que se comprometan a que la mitad de su producción anual de vacunas sea donada este programa de distribución solidaria.