En Santa Fe, el gobernador Omar Perotti también se había sumado el viernes pasado al "ni una cosa ni la otra" de Horacio Rodríguez Larreta en CABA: Mediante una circular el Ministerio de Educación provincial explicaba que "la educación virtual, en nuestra provincia, solo es posible sostener con un grupo mínimo, ya que la inmensa mayoría de nuestra población escolar carece de conectividad", y que por eso decidía la suspensión total por una semana. La ministra Adriana Cantero había detallado que, ante la posibilidad de crear diferencias entre las distintas poblaciones, se elegía suspender también lo virtual, limitando la continuidad pedagógica a los cuadernillos que se pudieran haber entregado previamente.
El documento aclaraba que “las escuelas solo tienen que prever la única tarea esencial que es administrar y distribuir los módulos alimentarios, si la fecha coincidiera con alguno de esos tres días”.
Ante el reclamo de los gremios docentes y de la opinión pública en general, el gobierno volvió sobre sus pasos y anunció que quienes quisieran y pudieran conectarse y subir contenidos o dar clases en la virtualidad, podrían hacerlo. Con la firma del director provincial de Educación Privada, Rodolfo Fabucci, se publicó otra circular que finalmente sí permite las clases virtuales.
No quedaron entonces suspendidas las actividades pedagógicas, sino acotadas a una suerte de "baja intensidad", sin exigencias de contenidos o adaptados a cada posibilidad.