El Museo de Bellas Artes Laureano Brizuela funciona actualmente en una casa alquilada por el gobierno provincial. “La institución no tiene presupuesto propio y está sujeta a traslados en los que corren peligro sus obras, situación que expone a deterioro la colección pictórica que posee”, advierten desde la comisión de la asociación.

Sin embargo, el Museo posee un predio en pleno centro histórico de la capital de Catamarca (República al 200), donde actualmente funciona una playa de estacionamiento. El terreno fue adquirido en 1937 por la Asociación Amigos del Museo, con el mismo Laureano Brizuela a la cabeza. Pero décadas de indiferencia en las políticas culturales llevaron a la situación actual.

La Fiscalía de Estado lleva adelante un juicio que se encuentra en etapa probatoria. En 2003, el Estado había ganado la causa, pero se interpuso un recurso de apelación y el veredicto quedó nulo.

Graciela Pernasetti y Gabriela de la Orden, integrantes de la Asociación Amigos, realizaron una investigación que aporta pruebas y 9 testigos a la causa judicial. Ante esta nueva oportunidad de recuperar el lote, la Asociación hizo un llamado “a los gestores culturales de nuestro medio para motivar al Ministerio de Cultura a llevar a la práctica una posesión y planificación del terreno donde se debería construir el Museo”.

En tanto, el Ministerio de Cultura y Turismo se encuentra acéfalo desde el mes pasado, cuando se movió de su cargo al ahora ex ministro Luis Maubecín, con la intención de crear un Ente público-privado de turismo.

Pernasetti reflexionó ante Catamarca/12: “¿Por qué el Estado nunca se hizo cargo, salvo proyectos esporádicos, a lo largo de 84 años? ¿Por qué el municipio desde hace 20 años permitió y permite que allí funcione una playa? y el Museo no tiene presupuesto”, lamentó.

La Asociación presentó en septiembre de 2020 una nota al director de Planeamiento de la capital, Javier Varela, pidiendo información sobre la playa de estacionamiento que funciona en el terreno. Sin embargo, hasta el momento no ha recibido respuestas.


Adquisición del terreno

La Comisión Provincial de Bellas Artes que presidía Laureano Brizuela y que tenía como secretario a Alfonso de la Vega, adquirió el 30 de octubre de 1937 el terreno para construir el Museo de Bellas Artes. El vendedor, el presbítero Julio Arnedo, recibió como pago la suma de 3.905 pesos, a través de un cheque oficial contra el Banco de la Nación Argentina. 

El inmueble “consiste en un sitio para edificar, ubicado en la calle República 269 que mide quince metros con cuarenta centímetros de frente, por setenta y tres metros con cuarenta centímetros de fondo ubicado en el Cuartel 1° de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca”. En la escritura consta que el dinero invertido en la compra “procede del legado de la sucesión Félix Bunge de Buenos Aires”, que el precio pagado fue “conforme a la propuesta del propietario, de cuatro pesos el metro cuadrado” y que se “destinará al edificio del Museo Provincial de Bellas Artes”.

Según la investigación de Pernasetti y De la Orden, el 26 de noviembre de 1937 se coloca la piedra fundacional en el terreno adquirido por el Estado para edificar el Museo Provincial de Bellas Artes; con la presencia del gobernador de la Provincia Guido Cerezo y del obispo Carlos F. Hanlon, miembros de la Comisión y numeroso público. El vicepresidente de la Nación, Ramón Castillo, recientemente electo, apadrinó la iniciativa desde Buenos Aires.

En el diario El Progreso de fecha 27 de noviembre 1937 se publicó la siguiente reseña: “Como estaba anunciado lleváronse a cabo ayer los actos programados por la Comisión Provincial de Bellas Artes y que consistían en la ceremonia de la colocación de la Piedra Fundamental del edificio que se destinará al Museo de Bellas Artes”.