El periodista opositor bielorruso Roman Protasévich, detenido este domingo junto a su pareja después de que un avión de combate del país interceptara el vuelo de Ryanair en el que viajaban y lo desviara hacia Minsk por una supuesta amenaza de bomba, apareció en un video difundido en un canal de Telegram oficialista. En él aseguró que se encuentra con buena salud, al tiempo que reconoció haber desempeñado un papel en la organización de las protestas masivas contra el presidente Alexander Lukashenko que tuvieron lugar en Minsk el año pasado. Varios dirigentes, sin embargo, desestimaron sus declaraciones al señalar que el bloguero parece golpeado y que el video podría haber sido filmado bajo tortura.
Vestido con un buzo oscuro y con las manos fuertemente cerradas delante de él, Protasévich dijo en un video de 30 segundos que actualmente se encuentra en un centro de detención preventiva en Minsk. También negó tener problemas cardíacos y afirmó que se encuentra bien de salud.
Tras la difusión de las imágenes, varias personalidades políticas indicaron que el periodista parece tener una pequeña mancha negra en la frente, que podría ser consecuencia de golpes y torturas. "Así es como se ve Raman bajo presión física y moral. Exijo la liberación inmediata de Raman y de todos los presos políticos", escribió en Twitter la líder de la oposición bielorrusa, Sviatlana Thiskanouskaya.
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, y el ministro de Exteriores del país, Gabrielius Landsbergis, también alertaron que el video parece haber sido "obtenido mediante torturas" durante su detención tras el aterrizaje forzoso en Minsk del avión en el que viajaba. "Podemos ver que en su rostro hay abrasiones, lo cual es sospechoso", insistió Landsbergis.
Lo mismo opinó la principal asesora en materia de exteriores del presidente lituano, Aiste Skaisgiryte, quien afirmó que la "confesión" del activista ha sido "claramente forzada". "Sabiendo cómo son sonsacadas la mayoría de confesiones, no compramos la versión oficial", apuntó.
Por su parte, el primer ministro británico, Boris Johnson, se declaró alarmado por el video y dijo que es "profundamente angustiante". "Como periodista y apasionado defensor de la libertad de expresión, pido su liberación inmediata", publicó en Twitter, donde advirtió que las acciones de las autoridades bielorrusas tendrán "consecuencias".
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos también exigió este martes la liberación inmediata del periodista opositor y su pareja. "Exigimos la liberación inmediata de Roman Protasévich y Sofía Sapega, que deberían ser autorizados ambos a dirigirse a su destino previsto en Lituania", expresó el portavoz Rupert Colville ante los periodistas en Ginebra.
En tanto, Rusia, aliado de Minsk, defendió la actuación de las autoridades bielorrusas y sostuvo que la detención de Protasévich se trata de un asunto interno.
Este lunes, el padre del periodista detenido le había dicho a la BBC que le "asustaba realmente" pensar cómo las autoridades de su país de origen tratarían a su hijo. "Esperamos que se las arregle. Nos da miedo incluso de pensar en ello, pero es posible que lo golpeen y lo torturen. Tenemos mucho miedo de eso", admitió en una videollamada con el medio británico.
"Estamos realmente conmocionados y realmente molestos", continuó. "Este tipo de cosas no deberían estar sucediendo en el siglo XXI en el corazón de Europa (...) Esperamos que toda la comunidad internacional, incluida la Unión Europea, ejerza una presión sin precedentes sobre las autoridades (bielorrusas). Esperamos que la presión funcione y las autoridades se den cuenta de que han cometido un gran error", añadió.
Protasévich y su colega Stepan Putilo dirigían hasta hace poco los canales Nexta y Nexta Live en Telegram --con cerca de dos millones de suscriptores--, desde donde el año pasado se convocó a protestar contra el gobierno de Alexander Lukashenko, que ejerce el poder en el exterritorio soviético desde 1994 y fue acusado por la oposición de ejercer fraude en las últimas elecciones.
En 2020, Protasévich y Putilo escaparon a Europa y fueron incluidos en la lista bielorrusa de "individuos implicados en actividades terroristas", señalados por "provocar disturbios masivos", un delito castigado con hasta 15 años de cárcel. Según la líder opositora bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya, al ser considerado un "terrorista" Protasévich incluso puede enfrentar la pena de muerte en Bielorrusia.