La Red Compañera es una apuesta colectiva, amorosa, rebelde y llena de resistencia feminista, para acompañar abortos en diversas latitudes, para resignificarlos y poner en el centro a quienes abortan. Un camino que se viene trazando desde hace años, con activistas feministas de toda América Latina y el Caribe, y que tuvo su lanzamiento oficial y virtual el jueves 20 de mayo. Desde Bogotá, Lilo Lara, rapera y artivista feminista, abrió el encuentro en el que participaron más de doscientas aborteras de distintas regiones denunciando la violencia paramilitar de Colombia: “Afuera en las calles nos están asesinando, están matando a jóvenes enfrente de sus casas. Es muy importante que todes sigamos apostando a la juntanza de quienes luchamos por una transformación desde lo social, lo comunitario, lo barrial. A les cuerpes disidentes que decidimos abortar, les digo que estoy muy feliz de poder estar acá”. Yela Quim, integrante de la red acompañante de abortos Las Parceras, moderó la presentación y dio la bienvenida a esta articulación de colectivas.
Había emoción y orgullo entre la veintena de organizaciones reunidas para insistir en que estas alianzas ensanchan las fronteras impuestas y que en las decisiones de abortar hay vidas elegidas, deseos y proyecciones. Entre las expositoras estuvieron presentes Paola Becerra, desde México, de la colectiva Reflexión y Acción Feminista, Verónica Vera, desde Ecuador, activista feminista de Las comadres y la argentina Raquel Drovetta, socióloga e investigadora del Conicet, que empezó diciendo: “Nuestro corazón está con Colombia y nuestra esperanza en Chile”.
Raquel formó parte de Socorro Rosa Córdoba y contó que ser acompañante de abortos cambió la perspectiva de su vida. Trazó una genealogía sobre las actividades que se realizaban para acompañar a mujeres que querían abortar, desde finales de la década del 60 en la más absoluta clandestinidad. “En nuestros territorios hay una inscripción muy fuerte del estigma de abortar”, dijo. Y habló –entre otras experiencias- de Jane, la organización de la ciudad de Chicago, que entre 1969 y 1973 brindaba información sobre quienes realizaban abortos. Este grupo de mujeres promovía el acercamiento entre quienes necesitaban abortar y un médico, guardando el anonimato. “Eran las pasadoras de datos y fueron cobrando relevancia hasta que dieciocho meses después de organizar esos contactos se preguntaron: ‘¿Y por qué no nosotras? Si hemos aprendido a hacer abortos’. En 1971, Jane realizaba abortos en la clandestinidad y alquilaba departamentos para llevarlos adelante. Ellas podían realizar ese mismo procedimiento en condiciones de acompañamiento feminista”, contó Raquel. “Brindaban apoyo moral y emocional, no tenían una formación en medicina pero sí habían compartido los saberes médicos. Con la tecnología al servicio de las acciones feministas, realizaron alrededor de 11.000 abortos. La historia de Jane se escribió después de que el grupo cerrara. Fue un movimiento inspiracional con una consigna de aborto libre”.
En este recorrido, Raquel señaló que en nuestro país fue un hito la aparición del manual de Lesbianas y Feministas “Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas”, que promovía los abortos autogestionados. También destacó la importancia de que el misoprostol haya llegado a las manos de mujeres brasileñas a fines de la década del 80. “Ese uso en manos de feministas sirvió para crear un discurso, para crear conocimiento y acompañamiento”.
Desde Ecuador, Verónica Vera dijo que el lanzamiento de la Red Compañera es una fiesta abortera. “Han sido muchos años de trabajo para llegar al lanzamiento de esta Red. Hemos sido cómplices y amigas entre un hemisferio y otro, somo brujas que abrazamos la vida. Es un esfuerzo que venimos soñando y conspirando desde hace muchos años y hoy vemos esta apuesta regional, que reúne a 23 grupas de 17 países de América Latina y el Caribe”.
Fue en 2018 cuando empezaron con esta articulación de distintas redes. Entendieron la urgencia de unirse. Los principios políticos que las juntan son los modos feministas de acompañar y de comprender los abortos entendiendo las diferencias de quienes abortan. “Acompañamos desde el amor y hacemos uso de la escucha activa. Acompañamos sin causales y sin plazos. El acompañamiento es una relación horizontal y las personas a quienes acompañamos tienen la capacidad de agenciar sus propios procesos de abortos”. Ponen en el centro el cuidado de la vida y de la salud para que estos procesos se lleven a cabo sin culpas y sin miedos.
“Las mujeres que acompañamos no somos todas iguales, estamos atravesadas por situaciones de clase y de etnia, y por situaciones de mayor vulnerabilidad. Las mujeres son productoras de saber desde la teoría y la práctica. Esta Red promueve el acceso a la información y a los cuidados posibilitando la autonomía. Generamos conocimiento e incidimos en la práctica concreta. Creemos que es posible generar nuevas narraciones. La práctica de acompañar es muy poderosa, nos interesa articular con el sistema de salud e interpelarlo para que se ajuste a las necesidades de quienes abortan”, señaló Verónica en su exposición.
Tanto Socorristas en Red, como Las Parceras y Las comadres son experiencias de este movimiento de acompañantes. Hay contextos políticos que permiten más visibilidad y otros donde eso no es posible porque el aborto se criminaliza. La Red compañera permite un acuerpamiento en el hacer colectivo entre grupas de El Salvador, Guatemala, Colombia, Manaos, Bolivia, México, Paraguay, Argentina. Y cada red tiene su autonomía y se fortalece en esa diversidad. “Queremos que aborten sin burocracia ni limitaciones, y que sean protagonistas. Que sea legal, libre, seguro y feminista para toda América Latina y el Caribe”, coincidieron.
Desde México, Paola Becerra contó sobre la experiencia de su organización como parte de la Red Compañera. “Bondades y bellezas construidas entre las compañeras para leer un protocolo y escucharnos para aprender y desaprender. Siempre hay cosas mágicas en este espacio. Siempre hay complicidad y es super bonito que ocurra con mujeres que no has visto nunca antes y estás ahí apapachándolas si tienen un cólico. Seguimos construyendo y compartiendo conocimiento como referentas de un movimiento que está creciendo. Estar en la Red Compañera y poder ser catalizadoras de información parece re poderoso.”
Más info: @RedCompaFeminista