"Idea para un guión de cine: dos mujeres se lanzan a un raid criminal". En 1987, cuando escribió ese memo para sí misma, Callie Khouri estaba trabajando como asistente de producción para una compañía de Los Angeles que se dedicaba a avisos publicitarios y videoclips pop. Era el germen de una idea, pero un germen potente: darle a dos mujeres el tipo de papeles protágonicos que rompen reglas, personajes de acción que Hollywood entregaba regularmente a los hombres. "Ellas están dejando atrás su pueblo, las dos abandonando sus trabajos y sus familias", continuó. "Matan a un tipo, roban una tienda, se enganchan con un pibe más joven." A medida que Khouri iba delineando su idea, escribió el guión a mano en su casa, y lo fue tipeando en el trabajo. Cuatro años después era filmado por Ridley Scott con un presupuesto multimillonario, y con Susan Sarandon y Geena Davis en los roles principales.
Desde su estreno en mayo de 1991, Thelma & Louise se convirtió en uno de los temas de conversación más extendidos del año, y Khouri salió del asunto con un Oscar, un Bafta y un Globo de Oro bajo el brazo. En ese momento, mucha gente pensó que Hollywood cambiaría para siempre, que se estaba ingresando en una nueva era de igualdad de género en pantalla; otros sintieron que la película representaba al "feminismo tóxico" con "una temática explícitamente fascista". En los años que siguieron se volvió aún más amada, e incluso se advierte su legado en los grandes éxitos del Oscar de este año: la mujer de espíritu libre de Nomadland, la vengativa outsider de Hermosa venganza. Pero aún así, en la ola del #MeToo y con la grieta de inequidad de género en la industria, el verdadero momento Thelma & Louise de Hollywood aún está por venir.
Esa frase, "un momento Thelma & Louise", ha ingresado en el lenguaje como un despertar feminista ligado a un punto de no retorno, una película como ejemplo perfecto. La trama de Thelma & Louise empieza con un par de sacudidas que terminan conduciendo a uno de los finales más famosos de la historia del cine. Es la historia de dos mujeres de clase trabajadora en Arkansas que se disponen a hacer un viaje a las montañas, un fin de semana de libertad. Cuando paran en un bar carretero, Thelma (Davis) es asaltada sexualmente y Louise (Sarandon) le dispara en el pecho al violador. Desde ese punto las mujeres son fugitivas, conscientes de que la policía no admitirá su historia de defensa propia, que no pueden volver a casa, que solo pueden seguir adelante. A México, o adonde la ruta las lleve.
A lo largo del camino, Thelma tiene una transformadora historia de una noche con un joven interpretado con abierto erotismo por Brad Pitt, y las dos mujeres tienen sus estocadas de venganza contra la cultura machista que las rodea: encierran a un policía estatal en el baúl de su auto, hacen volar el camión de combustible de un sórdido as del volante. "No recuerdo haberme sentido nunca tan despierta", dice Thelma, antes de que las mujeres decidan tomar su propio destino en sus manos.
"Thelma & Louise es un punto de cambio en términos de la representación de las mujeres", dice la doctora Shelley Cobb, profesora de artes visuales en la Universidad de Southampton. "Hay un cambio particular a comienzos de los '90 en el que Thelma & Louise impacta directamente. Estábamos moviéndonos fuera de las reacciones al feminismo en los ochenta, entrando a la tercera ola del movimiento, un post feminismo. Estábamos moviéndonos hacia ese período en el que tenés el regreso de una nueva clase de personaje fuerte femenino, tanto en Thelma & Louise como en Terminator 2".
En el comienzo de la película, Thelma es una ama de casa infeliz, con un marido inmaduro y tosco que claramente la está engañando. Louise trabaja como camarera, atrapada en una relación que lentamente está yendo hacia ninguna parte. Pero en dos horas, estas mujeres se convierten en Butch y Sundance, incluso más. El guión de Khouri las transforma en las estrellas de una road movie, un western, un thriller al estilo Bonnie & Clyde, incluso una comedia de enredos. Ningún hombre viene en su rescate. En lugar de eso, Louise toma un arma y tira su lápiz de labios. Y encima de todo eso, la delicada Thelma crece en coraje, tomando el lugar de protección de Louise cuando es realmente necesario.
La deliberada mezcla de géneros en Thelma & Louise ofrece un satisfactorio cóctel de acción y humor; el trailer original sobrecargó el tono hacia lo segundo, presentando a película como algo sexy y alocado, con escenas de baile, Pitt con el torso desnudo y frases como "¡Estaremos tomando margaritas junto al mar, mamacita!". Para la historiadora fílmica del feminismo Maggie Hennefeld, de la Universidad de Minnesota, el humor del film es una de sus fortalezas clave: "Thelma & Louise se alimenta a la vez de las tendencias más conservadoras del género de comedia romántica y el incisivo absurdo del humor negro", dice. "Incluso sus raptos de violencia feminista retributiva provocan risas: son abruptas, sorprendentes, y revelan el absurdo de un mundo que sigue poniendo a los personajes femeninos en las situaciones más imposibles y desagradables." Para el caso, la chisporroteante rabia del camionero cuando su tanque explota, o la seca explicación de Louise al policía estatal que acaba de incapacitar: "Mi marido no fue dulce conmigo, mire en lo que me convertí."
El director Ridley Scott tuvo un rol clave en cómo se habla sobre la representación de las mujeres en pantalla. En una célebre tira cómica de 1985 de Alison Bechdel, Alien es la única película que su protagonista ha sido capaz de ver en años, la única que pasa su estricto test: el film debe tener al menos dos mujeres, y que hablen entre ellas de "algo además de un hombre". Thelma & Louise cimentó la reputación de Scott como un peso pesado de Hollywood que podía asumir temas feministas. Puede verse su toque en el esplendor visual de la película, incluyendo esos interminables paisajes desérticos y la "armada" que rodea a nuestras heroínas en el final. El aspecto general es juguetón, basta mirar el modo en que Pitt aparece jugando con una manguera. Pero hay que tener mucho cuidado en no deslucir el crédito de la guionista Khouri. "La veo como una película de Callie Khouri, especialmente cuando se la pone junto a otras cosas que ha escrito y hecho", dice Cobb. "Todo, desde la manera en que vuela el camión a la idea de Brad Pitt como una figurita para ver e imitar, a la idea de que una aventura de una noche es aceptable en una mujer. El guión es muy, muy importante."
Khouri pasó a dirigir películas protagonizadas por mujeres como Divinos secretos y, más recientemente, creó la exitosa serie televisiva Nashville. Davis definió a Khouri como "una revolucionaria", porque "crea personajes que están a cargo de su propio destino, hasta el final. Mujeres dueñas de sí mismas." Y en Thelma & Louise hay algo más que acción y risas. Es una película también profundamente desafiante sobre la cultura de la violación, algo que muchas de las personas entrevistadas por Jennifer Townsend en su perspicaz documental de 2017 Catching Sight of Thelma & Louise analizan a fondo. Townsend revisita a hombres y mujeres que llenaron un cuestionario de investigación sobre la película en su estreno original. Una mujer recuerda su propio matrimonio, y declara: "Hay muchas más Thelmas ahí fuera de lo que la gente imagina". Otra entrevistada llamada Christi llora mientras señala que la cultura de la violación no ha cambiado desde 1991.
En la brutal escena del intento de violación, Louise interrumpe el ataque a Thelma. Pero ella no le dispara al atacante en el acto, le dispara cuando éste no muestra ningún remordimiento por el crimen. El incidente que criminaliza a Louise no es presumiblemente el ataque en el estacionamiento, sino algo que no se nombra y que le pasó a ella en Texas algunos años antes del comienzo de los hechos del film. Nunca es explicado del todo, aunque Thelma trata de adivinarlo; pero sea lo que sea es algo tan terrible que las fugitivas desvían su viaje a México para evitar al estado más grande del país, porque ella no puede ni siquiera retornar allí.
Para Cobb, escribir sobre la experencia de Louise en Texas es lo que lleva la película a otro nivel. "Crea el género de carretera para ellas, porque esa es la razón por la que terminan tanto tiempo en la ruta, no pueden atravesar Texas. Eso es lo que las convierte en fuera de la ley." Y ella elogia el guión por no detallarlo, dándole al público espacio para imaginar qué puede haber sido tan traumático para hacer que un estado quede fuera de los límites. Sarandon ha dicho que el ángulo de Texas pareció ser pasado por alto por mucha gente en el estreno. "Cuando apareció, en realidad la gente pareció no darse cuenta de la violación", dijo el año pasado. "Ahora la ves y si estás un poco al tanto sabés de qué está hablando ella, y que tuvo este flashback del ataque que sufrió. Pero recuerdo haber tenido que clarificarlo en su momento."
Khouri fue la única persona que ganó el Oscar por Thelma & Louise, aunque ambos papeles protagónicos y Scott también estuvieron nominados. La película que arrasó con todo en los premios de ese año fue El silencio de los inocentes, otro film en el que una protagonista femenina confronta a la violencia masculina. La estrella del film de Jonathan Demme, Jodie Foster, fue una de las primeras actrices seleccionadas para el elenco de Thelma & Louise, junto a Michelle Pfeiffer. Goldie Hawn y Meryl Streep también estuvieron a punto de subirse juntas al Thunderbird: en lugar de eso hicieron La muerte le sienta bien.
Puede ponerse de esta manera: parece que el comienzo delos años '90 estaba dándole forma a un momento de explosión para las creativas mujeres de Hollywood. Pero nunca debe subestimarse el poder de la reacción. Hubo mucho de eso, incluyendo al periodista John Leo, quien sostuvo lo del "feminismo tóxico" en la revista Time; también quienes la vieron como gratuitamente violenta (a pesar del hecho de que en la película solo hay un muerto), y a sus personajes masculinos como caricaturas poco realistas. No vale la pena apuntar la avalancha de películas de acción de Hollywood en las que los hombres son excesivamente violentos, y los personajes femeninos de reparto están apenas bosquejados. El guión de Khouri no trata de jugar con armas, sino de resistir la opresión. "Me quedo cualquier día con el 'feminismo tóxico' del robo a una tienda, la venganza contra una violación, el camión que explota, antes que con el neoliberalismo, la justificación y el feminismo falso", dice Hennefeld. "Pelear contra el patriarcado significa pegar algunos codazos."
Cuando Thelma y Louise toman la decisión de saltar es una condena al Estados Unidos contemporáneo, y especialmente a las fuerzas de la ley y el orden del establishment que no les ofrecen ninguna protección: un tema de la película que resuena de manera aún más poderosa en 2021. "Ellas ya fueron defraudadas y dejadas fuera del sueño americano", dice Cobb. "Salen a la ruta para tener una vacación de sus vidas habituales, pero el patriarcado aparece donde vayan, y su falta de femineidad de clase media solo empeora la confrontación con la policía, el símbolo definitivo de la autoridad institucional. No tienen salida."
Davis tuvo algo que decir sobre los detractores: "Si te sentís amenazado por esta película es que te estás identificando con la persona equivocada." Lo que conforma un potente argumento sobre la representación en pantalla: algunos públicos están tan acostumbrados a los hombres en papeles protagónicos que se identifican con ellos, aunque no sean orotagonistas. O, para ponerlo de manera más brutal: los sexistas no pueden poner su cabeza en esta película. Desde que interpretó a Thelma, Davis ha estado luchando por mejores papeles para mujeres en el cine mainstream. Recientemente dijo que Thelma & Louise "cambió para siempre la manera en que considero qué papeles tomar. Pienso en qué dirán las mujeres del público cuando vean la película." En 2004 fundó el Geena Davis Institute on Gender in Media, una organización cuyo objetivo es mejorar la representación de las mujeres en cine y televisión. Y ha sido muy expresiva en demandar cambios en la industria, un cambio que aún no ha ocurrido. "Por las reacciones de la prensa sobre Thelma & Louise, pensé que todo iba a cambiar, y que tendríamos muchas más protagonistas femeninas en películas, y estaba encantada", ha dicho. "Hubo varias oportunidades en las que salieron películas por las que la gente aseguró que las cosas iban a cambiar, pero no fue así."
Thelma & Louise no es una película que aliente a mirar atrás, pero el 30° aniversario es una buena razón para celebrar una película que contrabandea una crítica feminista dentro de una colección de género de Hollywood. Una película sobre un despertar feminista, que le dio a las mujeres un lugar protagónico con poder de fuego, deseo y complejas vidas interiores. Thelma & Louise no es un film radicalmente feminista, pero sí genera un espacio para una nueva especie de película comercial que empuja las fronteras un poco más allá. Películas en las que las mujeres no tienen que morir segundos después de darse un beso, películas en las que las sobrevivientes pueden liberarse del trauma, películas en las que las mujeres están a cargo de su destino hasta el final.
"Lo que amo, sobre todo, es lo que llegó a significar para el público femenino a través de los años", dice Hennefeld. "Dispara la imaginación hacia la demanda de un mundo diferente". Y a veces hay que seguir el camino, te lleve a donde te lleve. Aun cuando te lleve a lo desconocido.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.