Luego de importantes recortes durante el 2020, especialmente en el primer semestre, las tasas de interés correspondientes a la línea de préstamos al consumo no presentaron demasiadas modificaciones durante el primer trimestre del 2021. Esta situación mantiene y promueve el acceso al crédito por parte de las familias y empresas,
Para entender cómo impacta esto en la economía de las familias, el CESO -Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz- realizó un informe sobre la financiación de los hogares en abril 2021. El foco no solo está puesto en el financiamiento de los hogares, sino también en las herramientas que estos tienen a disposición para mantener el poder adquisitivo de sus ahorros. Esta tarea se vuelve especialmente difícil para la autoridad monetaria si se tiene en cuenta los efectos de la variación del nivel general de precios, es decir, la inflación.
“En la gestión anterior se había dejado de regular las tasas de interés, lo que generaba que los hogares tuvieran costos altísimos de financiamiento. Cuando los hogares tienen ese tipo de problemas económicos empiezan a financiar alimentos con la tarjeta de crédito”, explicó Lorena Putero, economista de CESO.
Con respecto a la compra de alimentos en supermercados se vio que el efectivo y las tarjetas de crédito perdieron participación, en términos interanuales, como medios de pago en el total de ventas realizadas en supermercados. Por el contrario, las tarjetas de débito y otros medios ganaron terreno como medios de pago y aumentaron su participación. Si bien hay un cambio de tendencia, las tarjetas de crédito continúan siendo el principal medio de pago que los consumidores eligen a la hora de abonar (seguido de cerca por el efectivo).
“En este sentido podemos decir como positivos dos factores: que ya no estamos encontrando aumento del uso de las tarjetas y que el Banco Central regula las tasas que estas mismas ofrecen, algo que era muy difícil controlar. Lo positivo es que pueden acceder a crédito a una tasa más baja. Ya sea la financiación como la refinanciación están reguladas” agregó Putero.
En el presente año la mejora de las condiciones de acceso al crédito de las familias se plasmó en, por ejemplo, caídas de las tasas pasivas de más de 80 puntos porcentuales, lo que permitió un panorama crediticio mucho más ameno. Estos resultados son una de las tantas muestras sobre la importancia de la regulación en el sector crediticio y cómo estas, siendo bien encaminadas, contribuyen a solucionar los problemas del acceso al crédito. Si bien las mejoras que se han implementado para reducir el costo de financiamiento fueron contundentes, aun se registran altas tasas en ciertos casos. Con base en los impactos que han tenido en el sector las regulaciones, está claro que no solo hay lo que mantenerlas, sino también en algunos casos profundizarlas.
La tarea de la autoridad monetaria se vuelve doblemente difícil ya que no debe perder de vista la utilidad que las herramientas de ahorro en moneda local, disponibles en el sistema financiero, brindan a las familias con posibilidades de ahorrar. Si bien es cierto que los plazos fijos que se actualizan por CER han comenzado a crecer fuertemente desde el año pasado, su participación dentro del agregado es marginal en comparación con los plazos fijos tradicionales: no solo la tasa mínima garantizada de estos se mantiene sin variaciones desde el año pasado, sino que además la variación del nivel general de precios es tal que no permite obtener un rendimiento real positivo al ahorrista. Esto constituye un problema económico donde las familias con capacidad de ahorro pierden poder adquisitivo y es un frente que no puede continuar descuidándose.