El sábado pasado las autoridades del Comité Operativo de Emergencia (COE) provincial, encabezadas por Francisco Aguilar y Matías Posadas, dieron a conocer las medidas adoptadas para los nueve departamentos que por la cantidad de contagios diarios, entraron en zona roja o de alto riesgo epidemiológico.
Entre ellas, ordenó el cierre de todos los comercios no esenciales hasta el 31 de mayo y que la gastronomía atienda a puertas cerradas y con entrega a domicilio. Mientras que la atención de esenciales, como supermercados, kioscos, farmacias y algunos otros rubros, se puede extender hasta las 18, horario en que se cierra la circulación.
Sin embargo, muchos municipios, presionados por comerciantes y gastronómicos y la situación económica en general, decidieron modificar algunos ítems permitiendo abrir locales hasta las 18 en algunos casos, estirar el horario de entrega de reparto a través de delivery en otros, y hasta que los bares y restaurantes reciban clientela en sus instalaciones.
En Chicoana, uno de los municipios que debió volver a Fase 1, el confinamiento cortó una racha de fines de semana poblados de visitantes que se acercaban al pueblo para ver la remodelada plaza central y almorzar o merendar en algunos de los nuevos locales gastronómicos.
Por el contrario, la postal en estos cuatro días fue de total vacío. Los restaurantes levantaron todas las mesas al aire libre y se limitaron a ofrecer comida para llevar. Los lugareños aprovecharon por la mañana a hacer sus compras en los almacenes, al mediodía el pueblo entraba en un letargo y recién por la tarde se repetía el ritual del reabastecimiento.
Pero el COE municipal decidió que todos los comercios, incluso los esenciales, puedan abrir hasta las 22 “extremando las medidas preventivas”. Algunos comerciantes se quejaron de que cerca del horario del cierre aparecían jóvenes a comprar bebidas alcohólicas para juntarse a tomar a la noche, “así no tiene sentido hacer la cuarentena”, razonaba la dueña de uno de los almacenes, quien prefirió no venderles alcohol, aunque eso le hubiese venido bien para compensar las bajas ventas del fin de semana. En ese departamento se están realizando controles viales sobre las rutas 33 y 68.
Mientras que en el otro municipio de ese departamento, El Carril, se permitió también la atención al público para todos los negocios pero hasta las 20. En ambos municipios, la gastronomía puede realizar servicios de delivery hasta las 24. La periodista local Fernanda Vega le dijo a este medio que al haber casi nula circulación en aquel departamento, se ve muy poca gente en bares, y que alrededor de las 20 “ya prácticamente no circula nadie en las calles”.
En Campo Quijano, el decreto municipal 4/2021, permite a “bares, restaurantes, comedores, sandwicherías, peñas (sin espectáculo), confiterías, heladerías” atender de lunes a domingos hasta las 18 con un máximo de ocupación del 30% y en lugares abiertos. Y a quienes no tengan esas condiciones se les dio la posibilidad de ocupar las veredas. Entre las 18 y las 22, podrán continuar vendiendo comida pero solo para que el cliente retire. Mientras que entre las 22 y las 24 solo será entrega a domicilio con cadetería.
En Rosario de Lerma la situación es similar, tras la queja de los comerciantes de la zona, el municipio decidió permitir que todos abran sus puertas hasta las 18 y luego se pueda realizar reparto con modalidad delivery hasta las 22. Los gastronómicos pueden recibir clientela hasta las 18 pero sin sobrepasar el 30% de su capacidad. Desde esa hora y hasta la cero hora, la atención es por reparto.
Del otro lado del Valle de Lerma, La Caldera y Vaqueros decidieron adoptar por unos días las mismas medidas que había dispuesto provincia. Y aunque se vieron algunos locales de expendio de comida o panaderías abiertos y con gente sentada sobre todo en la localidad de Vaqueros, su intendente, Daniel Moreno, aseguró que está prohibido y que la Policía debería multarlos.
El mismo Moreno adelantó que hoy se reunirá el COE departamental para flexibilizar algunos horarios y permitirles tanto a los gastronómicos como a los esenciales hacer reparto a domicilio hasta las 22, “pero en ningún caso podrán atender gente en sus establecimientos”.
Mientras que Cachi ayer tomó la decisión de flexibilizar a partir de hoy la apertura de sus locales comerciales, que podrán realizar atención al público hasta las 18, y hasta las 20 con reparto puerta a puerta. Pero los restaurantes solo podrán continuar trabajando bajo la modalidad de delivery.
En ciudades más grandes como Metán también se adoptaron las medidas provinciales, con el cierre de locales esenciales a las 18, horario en que se restringe la circulación. Y se dispuso un fuerte control policial al ingreso a esa localidad. La periodista Teresita Frías contó que a pesar del disgusto que generó la medida en el sector del comercio, se debía cerrar todo por el fuerte incremento de casos que vivió la ciudad y la alta demanda a la que estaba expuesto su Hospital zonal, que vio cómo se duplicaban los casos de abril a mayo.
En Rosario de La Frontera, su intendente, Gustavo Solís, también optó por seguir los lineamientos provinciales y nacionales y que todo se cierre desde las 18, así como que solo se abran los comercios denominados esenciales y que la gastronomía trabaje con reparto a domicilio pero a puertas cerradas y hasta las 24.
Desde la intendencia informaron que la población en general respeta las restricciones y “está colaborando”, y que solo un grupo de comerciantes no esenciales les hicieron saber su malestar por miedo a que el confinamiento se extienda más allá de lo pautado. Aunque aseguraron que se mantendrán firmes con la decisión “porque es solo hasta el 31 y luego el fin de semana siguiente”, y que esperan que esas medidas bajen la cantidad de contagios que vivieron las últimas semanas.
Durante el día de ayer cientos de comerciantes y empresarios gastronómicos se movilizaron en la ciudad de Salta, San Lorenzo y Metán, pidiendo reabrir sus puertas y atender al público. De hecho, varios tomaron la decisión de hacerlo a riesgo de ser multados y clausurados bajo el argumento de que sus arcas no soportan un día más sin trabajar. Y amenazaron con ir a la Justicia a demandar al Estado “por fundirnos”, declaró la líder del espacio díscolo de la Cámara de Comercio de Salta, Comerciantes Unidos, Carol Ramos.
En los demás también hay quejas
En Orán, a pesar de estar clasificada como de riesgo medio y por lo tanto pueden atender clientes de manera presencial hasta las 22, pasó algo parecido a lo de Salta. Allí los empresarios gastronómicos salieron a manifestarse en contra del horario de cierre, y tampoco aceptan la propuesta del Ejecutivo municipal de extender la atención hasta las 23 pero con delivery, sino que pretenden hacerlo “por lo menos hasta las 2 de la mañana".
Algo parecido pasa en Tartagal, en diálogo con Salta/12, Pedro Zamar, un gastronómico reconocido e integrante de la Cámara local, afirmó que no están de acuerdo con tener que cerrar a las 22. Y argumentó que en esa localidad “está habilitado todo el comercio en general y sin restricciones horarias, solo a nosotros nos cortan”, lo que hace que por la noche sea muy difícil atender, ya que los comerciantes terminan su tareas a las 21 “y no les queda tiempo para salir a comer”. Por lo que contó que van a pedir que les permitan atender por lo menos hasta las 24.