Villarreal escribió la página más gloriosa de su historia. El Submarino Amarillo se quedó con la copa –la segunda más prestigiosa de Europa– tras igualar uno a uno ante Manchester United y definir por penales. La final se jugó en el Arena Gdansk, de Polonia, con presencia de 9.500 espectadores.
La emoción de sus hinchas y de los jugadores evidenciaban la gesta conseguida. Para Villarreal fue su primera final europea. Antes había disputado cinco semifinales desde aquel debut copero en 2004. Hasta este título su partido más importante había sido ante Arsenal en las semifinales de Champions League de 2006 en la que Juan Román Riquelme –tal vez el mejor jugador de ese equipo– falló en la definición por penales.
Su camino a la final no dejó dudas. Ganó 11 partidos y empató dos. Y en semifinales eliminó al Arsenal. En la conducción del equipo estuvo un especialista, Unai Emeri. El DT vasco fue campeón tres veces de este certamen con Sevilla, en 2014, 2015 y 2016 e incluso perdió una cuarta final como técnico de Arsenal a manos del Chelsea.
Antes del pitazo, los jugadores se arrodillaron en el césped y extendieron la otra pierna en una demostración conjunta de lucha contra el racismo. Tras ese gesto se vivió una final de suma paridad en el que las diferencias presupuestarias, la historia deportiva y la envergadura entre el poderoso equipo inglés y otro que ascendió por primera vez a la Primera División española en la temporada 97/98 no se plasmó en la cancha.
Manchester United se adueñó de la pelota en el arranque ante un conjunto que decidió abroquelarse en defensa y apostar por la pelota parada para establecer diferencias. En la resistencia amarilla fue importante Juan Foyth, recientemente convocado a la Selección por Lionel Scaloni para las Eliminatorias Sudamericanas.
El defensor surgido en Estudiantes –de origen zaguero y cada vez más afianzado como lateral derecho –mostró credenciales en los cruces y pudo completar casi todo el partido a pesar de un golpazo con Pogba que le provocó una hemorragia nasal. En el banco de suplentes uno de los que precalentó ante esta situación fue su compatriota Ramiro Funes Mori.
La primera llegada del conjunto inglés llegó de la mano de Scott Mc Tominay con un derechazo desviado. El volante escocés fue uno de los baluartes de los Diablos Rojos por empuje y llegada. Un esbozo de respuesta se produjo a través de un córner, aunque Manu Trigueros no pudo corregir la trayectoria en el segundo palo. La llegada en soledad del volante fue un aviso de que por esa vía podría pasar algo. Más aún ante la ausencia por lesión del capitán del United y de la selección inglesa, Harry Maguire.
Después fue el turno del colombiano Carlos Bacca. Sorprendió a todos con un centro de rabona, pero el cabezazo de Torres salió alto. Antes de la media hora llegó la apertura por el camino que se preveía. Tiro libre de Dani Parejo, Gerard Moreno se desmarcó y apareció solo para definir.
Si bien Lionel Messi se convirtió en el goleador de la liga española por quinta temporada consecutiva, Moreno viene de lograr por segunda vez seguida el Trofeo Zarra que distingue al máximo goleador español del campeonato. Con esa conquista, además, se convirtió en el máximo goleador del club (igualó la línea de Giuseppe Rossi con 82 tantos).
El equipo dirigido por Ole Gunnar Solskjær no se enloqueció por la desventaja. Siguió yendo y empezó a llevar más peligro por los carriles con las subidas de sus laterales, Wan Bissaka y Luke Shaw, y de sus media puntas, Rashford y Greenwood. Sin embargo, las embestidas no pasaron a mayores por la falta de puntería y la seguridad de Gerónimo Rulli en el arco.
En el complemento, Bacca estuvo cerca de ampliar, pero la pelota le quedó entre las piernas y no pudo sacar el remate. Un instante después se dio la polémica del partido cuando Pedraza llegó tarde, pero ni el árbitro francés Clément Turpin ni el VAR entendieron que era penal.
La revancha llegó por medio de Edinson Cavani, que capturó un rebote en el área y empujó la pelota para establecer la paridad. Seis goles en cinco partidos para el goleador uruguayo en el certamen. Esa afinidad con la red le valió su renovación e impidió su arribo a Boca. Agrandado por el empate, los ingleses tuvieron otra chance con un disparo de Bruno Fernandez y con un mano a mano errado increíblemente por Rashford.
En tiempo de descuento Pau Torres, también citado a la selección española, pudo evitar el alargue. Pero su zurdazo salió por arriba del travesaño. En el tiempo extra Villarreal mostró una mejor cara, aunque sin la eficacia necesaria para evitar los penales.
Incluso desde los doce pasos todo fue parejo. Los disparos fueron precisos y así, aunque Rulli acertó la dirección en varias voladas, no logró detener ninguno de los diez remates. Hasta que llegó su turno. Primero anotó con una derechazo fuerte y alto y luego, en el momento más glorioso de su carrera, el arquero surgido en Estudiantes contuvo el remate débil de David de Gea y desató el festejo amarillo.