Boca tenía que ganar este miércoles para asegurarse su pasaje a octavos de final de la Copa Libertadores y esperar un resultado favorable entre Barcelona y Santos para quedarse con el primer lugar de su grupo. Finalmente, fue una de dos para los de Miguel Angel Russo, que vencieron con holgura a The Strongest, de Bolivia, por 3-0 en la Bombonera y quedaron segundos en su zona, con 10 unidades, misma posición que su archirrival River, por lo que no habrá Superclásico en octavos. El primer lugar quedó en manos de los ecuatorianos, que superaron 3-1 a Santos como locales y llegaron a las 13 unidades. Brasileños y bolivianos quedaron con seis, pero por mejor diferencia de gol, los paulistas pasaron a la Sudamericana.


El arranque encontró a los equipos con los libretos cambiados, al menos teniendo en cuenta la historia de uno y otro. The Strongest inició su aventura porteña con una sorprendente intención de adueñarse de la pelota, con toqueteo prolijo entre sus líneas aunque sin profundizar. Si Boca contaba con esto de antemano o si lo propició para jugar al estilo que más cómodo le queda, será un misterio. Lo cierto es que la visita no tardó nada en pifiar una salida y Almendra tomó un rebote en la puerta del área para clavar con un bombazo un verdadero golazo. Así, a los tres minutos, Russo ya probaba la resistencia de su traje levantando los brazos con puños apretados a modo de festejo.

Castigado de inmediato, el The Strongest protagonista se esfumó rápidamente. Boca disfrutó de amplios espacios ante la llamativa distancia que había entre los defensores y los volantes del equipo boliviano y allí se movían Tevez y Cardona para pensar el ataque xeneize. Pero Boca incidía en el firulete antes de liquidar el encuentro y casi lo paga caro a los 34 cuando una muy mala tarea defensiva en un córner terminó con la pelota en el arco de Andrada, pero el juez de línea advirtió una posición adelantada y salvó a los locales. En la jugada hubo una siesta alarmante a la hora de tomar sus marcas de Zambrano y Campuzano, quien reemplazó minutos antes a Almendra, que se fue tomándose su aductor.

Cuando se asomaba el entretiempo, Boca finalmente logró materializar las ventajas que le otorgaba la visita. Cardona tuvo todo el tiempo del mundo para recibir y levantar la cabeza y metió una linda pelota pinchada para un Fabra lanzado en ataque, que dominó dentro del área y mandó el centro bajo para que su compatriota Villa la empuje para el 2-0. Conexión colombiana para prácticamente asegurar el pasaje a octavos.

Tanto Fabra como Capaldo, quien también participó en el segundo gol, disfrutaron del partido bien estacionados en ataque (y por ende con poca tarea defensiva para el colombiano, tan peligroso en campo propio como ajeno), solventados por la línea de tres centrales y, sobre todo, el poco peligro que generaba el elenco de Cochabamba. Las esperanzas de la visita dependían casi exclusivamente del brasileño Willie Barbosa, de apariciones contadas pero vistosas, como cuando le tiró un sombrerito a Izquierdoz dentro del área que dejó pagando al central para luego diluirse en una falta ofensiva de un compañero suyo.

El resultado pudo haber sido mucho más abultado, pero Boca -había marcado tres goles en los primeros cinco partidos de la copa- no pudo aumentar, aunque tampoco se desesperó por hacerlo. En cambio, el que sí lo hizo fue el defensor Valverde, con un fallido despeje de taco tras desborde de Villa para sentenciar el 3-0, un triunfo que además de depositar al Xeneize en octavos, cortó con una racha de cinco partidos sin triunfos del equipo de Russo.