En la segunda ola de la covid y con la adhesión de la provincia de Salta al decreto nacional 334/21, las trabajadoras de casas particulares vuelven a vivir una situación que ya habían transitado en 2020: en pleno Aislamiento Social (ASPO) las obligan a ir a trabajar y para ello les consiguen certificados truchos. Cansadas del abuso por parte de sus empleadores, las empleadas piden que el gobierno tome medidas al respecto.
Ana Díaz, referenta de la Agrupación de Trabajadoras de Casas Particulares “Unidas Podemos Lograrlo", contó a Salta/12 que llegaron varios reclamos de sus compañeras contando que sus empleadores les confeccionan permisos de circulación truchos para exigirles que vayan a trabajar a sus casas. "Queremos que respeten el aislamiento, que también debemos cumplir nosotras", expresó la vocera.
De acuerdo al Decreto Nacional de Necesidad y Urgencia N° 334/21 que rige hasta el 11 de junio en Argentina, las empleadas de casas particulares no se encuentran entre los trabajadores esenciales exceptuados de circulación. Por eso están a la espera de que algún organismo provincial se haga cargo de la situación, dado que ninguna autoridad se pronunció después de las denuncias públicas que realizaron en estos últimos días.
Díaz advirtió que los empleadores las amenazan con descontarle los días que no asistan a sus trabajos o con la pérdida de la fuente laboral. La referenta dijo que "es una pena que no tomen conciencia de que nos podamos contagiar", ya que pareciese que consideran que el virus de la covid-19 sólo puede afectar a los empleadores.
La referenta de las trabajadoras en Salta recordó que esta misma artimaña se llevó a cabo en los primeros meses del Aislamiento Social (ASPO) de 2020. "Para ese entonces aparecieron un montón de certificados truchos", por lo que en esta oportunidad piden que se tomen medidas al respecto. Una de ellas es que los inspectores de SAETA, la empresa que opera el transporte en la ciudad de Salta, controle no sólo el permiso de circulación sino también los recibos de sueldo.
"Estamos recibiendo muchas quejas de nuestras compañeras, más específicamente en los lugares de El Tipal y La Almudena", dos de los barrios cerrados más importantes de la provincia. Díaz dijo que en esos dos lugares tampoco existe un control policial en la entrada, por lo que los empleadores no corren riesgo de que no las dejen ingresar al predio.
La gran mayoría de las trabajadoras de casas particulares de Salta son parte de la categoría 5, según lo informa la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Es decir, sólo les compete la prestación de tareas de limpieza, lavado, planchado, mantenimiento, elaboración y cocción de comidas y, toda otra tarea típica del hogar.
Sin embargo, la certificación que se les emite es por la categoría 4, que comprende la asistencia y cuidado no terapéutico de personas, y que está contemplada en los permisos que habilita el gobierno nacional. En la provincia no existe una registro oficial de cuántas trabajadoras se dedican a la actividad, pero en la agrupación que lidera Díaz, se reúnen al menos 2 mil salteñas.
La referenta lamentó que "no podamos proteger a nuestras compañeras" ante esta violación de sus derechos laborales. Agradeció que el secretario General de la Gobernación, Matías Posadas, se comunicó con ellas antes de informar las medidas en Salta, y le anotició que el sector no estaría comprendido en las actividades esenciales. Pero hasta ayer no pudo entablar un nuevo diálogo con el funcionario.
Sin embargo, criticó que desde la Secretaría de Trabajo de la provincia no se hayan comunicado con ellas o al menos hayan emitido alguna medida al respecto.
Díaz dijo tener la información de que a empleados de la construcción y de mantenimiento, también se los está obligando a ir a trabajar a pesar de las medidas restrictivas, por lo que apeló "a la buena voluntad de los empleadores para que cesen estas exigencias en plena etapa de confinamiento en el país".
Actividad precarizada
Esta actividad que mayormente es realizada por mujeres guarda también un alto nivel de precarización laboral. El Observatorio de Violencia contra las Mujeres de la provincia comunicó recientemente que en Salta, el 17% de las mujeres ocupadas son trabajadoras de casas particulares.
Y justamente esta actividad es la principal ocupación de las mujeres en Argentina. Con esa consideración, el 72,4% de las trabajadoras de todo el país no están registradas, es decir, no tienen vacaciones pagas, ni aguinaldo ni cobertura de salud.
Díaz dijo que de las 2 mil mujeres que están dentro de la organización, el 60% no tiene regularizada su situación laboral.
En abril de este año concluyeron las paritarias 2020 con el último 10% de aumento que estaba estipulado. Ahora las trabajadoras están a la espera de que el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil se reúna y defina el monto del nuevo salario mínimo, dado que su sueldo está regido por éste.