La situación de los trabajadores del volante de la ciudad de Salta está en alerta roja. Sus representantes aseguran que la recaudación desde que empezó la pandemia, tanto de taxis como remises, cayó entre un 60% y 70%. Los taxistas pidieron que el gobierno provincial implemente medidas que beneficien al sector, ya sea con la reducción del precio del combutible o con subsidios para la alimentación.
El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis de Salta (Sipetax), Alfredo Carrizo, consideró que esta nueva fase de confinamiento no puede ser comparada con las establecidas en los primeros meses de 2020 porque "algo de movimiento hay". Pero sostuvo que se redujeron o directamente desaparecieron lugares en los que conseguían pasajeros, como la salida de los boliches, el aeropuerto, la terminal de ómnibus y las zonas turísticas.
"El sector la viene pasando muy mal y los muchachos están tratando de sobrevivir", indicó el dirigente gremial. En ese sentido dijo que antes de la pandemia cada trabajador realizaba hasta 28 viajes diarios, pero en estos últimos días, y con las nuevas medidas vigentes, sólo llegan a 6 viajes por día. En el feriado del 25 de mayo, en promedio, cada chofer sólo pudo recaudar $1.200, "de los que no les queda ni $300" debido a los gastos de combustible.
Ante eso, el Sindicato instó a que el gobierno provincial intervenga en la regulación del precio del combustible, ya que desde el 1 de mayo, el GNC aumentó casi un 47%, siendo uno de las tarifas más elevadas en todo el país. En ese contexto decidieron no recorrer mucho las calles salteñas y buscar "paradas en lugares estratégicos" como, por ejemplo, las principales avenidas.
En relación al aumento del combustible, se reunieron hace dos semanas en el Ministerio de Producción y Desarollo Sustentable de Salta, y el ministro Martín de los Ríos se comprometió a averiguar el recorrido que tiene el gas desde la boca de pozo hasta llegar a las estaciones de servicios. Resta ahora una reunión con la Cámara de Expendedores de Combustibles de Salta.
Además, solicitaron que el gobernador Gustavo Sáenz disponga algún tipo de subsidio, dado que "la pandemia sacó a la luz que ya la veníamos pasando mal". "Nosotros vamos a estar de acuerdo con todas las medidas que digan que hay que cuidarnos, pero necesitamos contener a nuestros compañeros que deben comer", expresó Carrizo ante Salta/12.
Desde el inicio del aislamiento social hasta acá, su recaudación cayó más de un 70%. Carrizo señaló que esa caída tiene que ver con los servicios paralelos de transporte, entre los que consignó a las agencias de remises no oficializadas, a las agencias habilitadas por la AMT, y a choferes de zonas como Vaqueros o General Güemes, que llegan a trabajar a la Capital.
Por eso, instaron a que los legisladores de Salta traten el proyecto de restructuración del transporte que fue presentado en octubre de 2020 y que busca un mayor reconocimiento laboral a los taxistas y en el que se contemplaría además las garantías de obra social, seguro de trabajo y jubilación.
Los remises, igual
La misma situación sucede con los trabajadores de las agencias de remises. El delegado por Salta de la Unión de Conductores de Autos al Instante y Remises de la República Argentina, Sergio Salinas, afirmó que la actividad "ya venía en caída" y sigue igual porque "cada día hay menos pasajeros".
Indicó que las personas ya no optan por tomar remises porque no les resulta "indispensable" y se volcaron al uso del colectivo, la bicicleta y la caminata. Con el feriado largo, la situación se acrecentó a pesar de que están habilitados para trabajar, pero el permiso no les sirve si "no tenemos pasajeron para levantar de las calles", expresó.
Al igual que los taxistas, el gasto del combustible es una limitante ya que por jornada de trabajo suelen cargar dos tanques, y cada uno cuesta casi $500. "Estamos camino a la deriva y cada vez estamos peor", subrayó. A eso sumó que ven lejana la posibilidad de renovar la unidad, sabiendo que "en algún momento el auto nos va a decir basta".
A modo de ejemplo, dijo que con el último feriado sólo pudieron trabajar hasta el mediodía porque no había pasajeros en las calles y "algunos (remiseros) ya no tenían para pagar las cargas del GNC". A diferencia del sector de los taxis, los remiseros "salen a buscar a los pasajeros", porque las agencias de remises siguen funcionando de manera irregular, cuando son las que deben propiciar los pasajeros.
Por eso señaló que cuando se inició la pandemia la recaudación cayó un 50% porque quedaron imposibilitados de trabajar en el turno noche. Sólo con el turno tarde tuvieron que dividir esas 12 horas entre dos o tres compañeros para que todos pudieran seguir recaudando. Pero a medida que se iban habilitando actividades, notaron que la gente seguía sin tomar remises.
"Ahora con las restricciones nuestra facturación bajó al 30%, mientras que los gastos igual se aumentaron", criticó el gremialista. El aumento llegó también a "la diaria", un monto que piden las remiseras. Antes de la pandemia era de entre $300 y $500, hoy oscila entre $500 y $800.
En promedio, un trabajador recauda $2000 por día. Descontando los gastos obligatorios, la diaria ($800) y el combustible ($1000), Salinas dijo que "es miserable el dinero que estamos llevando a nuestras casas". "Ojalá que el gobierno se sensibilice un poco y sepa que hay gente que vive el día a día porque no todos tenemos un sueldo a fin de mes", manifestó. Se estima que son 3.500 los trabajadores dedicados al servicio del remis.
Desde la Autoridad Metropolitana de Transporte de la provincia afirmaron que en los próximos días evaluarán cómo fue la recaudación ante el paro de colectivos que anunció la UTA desde ayer y que continúa hoy.