C. S., era víctima de violencia de género, tiene 31 años y huyó de la ciudad de Joaquín V. González hace 6 meses por temor a que su expareja la asesinara. La mujer ahora vive a las orillas de un río con sus cuatro hijxs y su nieto recién nacido. Ante la desprotección y la falta de contención estatal, vecinxs y una fundación realizaron una colecta de donaciones. La mujer pide un techo donde vivir segura. 

La referenta de la Fundación Preparatoria del Pueblo, Claudia Bañagasta, dijo que se enteró de la situación mediante un pedido de asistencia que recibió de parte de vecinxs por facebook y de una joven a la que había asistido antes. 

Describió que la mujer "está en una carpita con un plástico negro" y que junto a sus hijxs y un bebé "dormían en el piso lleno de piedras del río". "Se mudó hace 6 meses. Tuvo que escapar de donde vivía en Joaquín Víctor González (...) (El violento) estaba preso, ella pensaba que ya lo iban a soltar y se vino. Ella no sabe leer ni escribir. La madre le contó que él la anduvo buscando. S. se vino porque tenía miedo de que la mate", manifestó. Detalló que le contó que el agresor "intentó prenderle fuego con los chicos". 

La mujer se encuentra en la extrema pobreza y vulnerabilidad, tiene dos hijas, una de 17 años que fue madre de un bebé hace 20 días y otra hija de 11 años, cuyo padre no le pasa la cuota alimentaria, pese a que ya inició la demanda por alimentos correspondiente en el juzgado de Joaquín V. González. 

Además tiene otros dos hijos, uno de 8 años y otro de 2 años con su última pareja, Miguel Omar Veleizán, contra quien realizó "como 20 denuncias en la comisaría de Joaquín V. González" por violencia de género y afirmó que no recibió contención ni protección estatal. Relató que el hombre solo era demorado unos días en la comisaría y que cuando salía la volvía a hostigar. "Yo me vine a Salta porque sufría mucha violencia de género, hace dos años me quemó la casa, después yo andaba alquilando y me iba a molestar o me hacía quedar mal en los alquileres", contó. 

Relató que cuando su expareja le quemó la casilla realizó la denuncia, en ese caso quedó imputado un amigo del exconcubino quien habría estado con él y la causa se elevó a juicio en abril de este año. "El (imputado) declaró que mi marido fue el que le prendió fuego a la casa pero terminó acusado él", detalló C. S. 

Dijo que "no tenía apoyo de nadie" y finalmente volvió con su expareja violenta, algo propio del ciclo de violencia de género. En diciembre del año pasado, él le pegó de nuevo, esta vez con una manguera, ella lo volvió a denunciar y  tomó la determinación de irse de la localidad porque sabía que este hombre no dejaría de hostigarla. "Mi mamá me llamó anoche (jueves) y me contó que él pasó por el alquiler donde vive", dijo la mujer y detalló que el ex le dijo a su madre "hola suegra", le indicó que ya sabía que ella se había trasladado a Salta y le preguntó en qué parte estaba. 

La mujer afrontó el desarraigo ante la falta de asistencia, contención y resguardo de las instituciones locales. Sostuvo que no quiere regresar más a Joaquín V. González porque estaba peor allí. "Quiero estar en paz con mis hijos y no quiero volver a González. Mi marido le pegaba con un cinto a mi hijo de 8 años. Yo como pude los crié a mis hijos, vine acá porque quiero salir de González, vivía muy mal ahí. Quiero hacer otra vida para mí y para mis hijos, hacerlos estudiar", aseveró.

La mujer también tiene denuncias contra otro amigo de su expareja, quien ya falleció, "me quiso violar", relató. Otra de las denuncias que surge del sistema informático fue contra un cuñado porque "él estaba ebrio y me pegó con un palo. Quería pegarle a mi primo", afirmó. 

C.S. solo pide un techo para vivir con su familia. Contó que colabora en un merendero, y se las rebusca para conseguir la comida diaria, además advirtió que no puede salir a trabajar porque permanece al cuidado de sus niñxs pero que quiere poder hacerlo. "Yo antes trabajaba mucho. En General Pizarro, trabajaba en la cosecha de verduras: zapallitos, berenjena, cebolla, me iba con todos mis hijos y ahí tenía la casa de mi abuelo", relató. 

C.S. solo cobra el salario universal de 3 hijxs, de su hija de 11 años no cobra "porque me decían que el padre trabajaba en blanco, me cansé de hacerle denuncias" por la cuota alimentaria, sostuvo. El niño de 8 años tiene retraso madurativo pero no cobra una pensión por discapacidad y tampoco  pudo inscribirlo en la escuela primaria.  

El caso de la mujer fue difundido por redes sociales y algunos portales de noticias. Por ello empezó a recibir donaciones. Del Polo Integral de las Mujeres fueron a verla y contó que solo la ayudaron a tramitar los DNI de sus hijxs ya que los perdió en el colectivo. No le brindaron refugio ni un lugar donde trasladarse para estar en condiciones seguras con sus hijxs y su nieto. 

En Joaquín V. González la mujer indicó que "no sabía que existía un área de la mujer. La asistente social me ayudaba a veces con una leche y tenía que hacer como 10 papeles, también para pedir un kilo de fideos te piden de todo. Cuando se me quemó mi casita, me dieron una cuchetita, un colchón y una frazada", relató. 

"Lo que más pido es un techo para que estemos todos nosotros los 6. Hoy hablé con la policía, hice otra denuncia. Pedí la prohibición de acercamiento (de la expareja)… quiero estar tranquila con mis hijos", sostuvo.

Bañagasta señaló que esta mujer lleva mucho tiempo sin recibir asistencia estatal. Dijo que se contactó con el área de acción crítica del Ministerio de Desarrollo Social, "decían que no la podían asistir porque no tenían un lugar. Solo la podían asistir con colchones y mercadería". "Del Polo fue una abogada, de parte de Federico Uldry, les pedí que no la filmen y bajaron el teléfono (…) Recién (el viernes) se acercaron, dijeron que iban a hacer trámites y que ya se iban a comunicar".