Luego de 15 meses de caídas consecutivas, la actividad de la construcción logró en marzo su primera mejora en la administración de Cambiemos, según informó ayer el Indec. El sector registró un alza de 10,8 por ciento respecto de igual mes del año pasado, con el impulso de la obra pública y el ingreso de fondos provenientes del blanqueo que activaron algunos desarrollos puntuales. La cifra confirma que el sector llegó a un piso desde el cual empieza a asomar. Debido al fuerte rebote de marzo, el primer trimestre cerró en positivo con un alza de 1,8 por ciento. La encuesta de expectativas dio cuenta de que los empresarios que realizan obra pública son más optimistas que los dedicados a construcciones privadas respecto a que haya una mejora en el próximo trimestre.
El Indec informó además los datos del empleo en el sector, con resultados a febrero. La cantidad de trabajadores avanzó hasta 411.934, 0,8 por ciento más con relación al mes anterior. Contra igual mes del año pasado registró una suba de 2,2 por ciento (8709 puestos), pero si se los compara con febrero de 2015, se encuentra aún 4,2 por ciento por debajo de esos registros, lo que implicó la pérdida de 18.135 puestos.
La apuesta del Gobierno es que una parte del dinero ingresado en el último blanqueo ayude a reactivar la construcción. A esto debería sumarse el impacto de los planes de acceso a la vivienda y las obras viales. Sin embargo, todavía no se registró una recuperación sólida del segmento inmobiliario y la mejora en la actividad responde a obra pública. La pérdida de poder adquisitivo y las altas tasas de interés que mantiene el gobierno para frenar la inflación conspiran con el sueño de la casa propia.
En informe sólo aporta datos de actividad desde inicios del año pasado, lo que imposibilita hacer una comparación a más largo plazo y determinar cuál fue el grado de deterioro de las políticas del gobierno. Desde diciembre de 2015 el desempeño de la actividad fue de desmejora, con retrocesos de hasta más de 24 por ciento en términos interanuales y en marzo último arrojó su primera alza.
El informe oficial señala que los consumos aparentes de insumos para la construcción en marzo exhibieron subas de 85,5 por ciento en asfalto, 31,2 por ciento en hierro redondo para hormigón, 18,3 por ciento en resto de insumos (incluye vidrio para construcción y tubos de acero sin costura), 16 por ciento en cemento, 10,2 por ciento en placas de yeso, 6,8 por ciento en pinturas y de 0,3 en pisos y revestimientos cerámicos. Se trata en su mayoría de insumos dedicados a grandes obras públicas. En el caso de insumos que se utilizan para viviendas continuaron los retrocesos. Hubo bajas de 10,9 por ciento en artículos sanitarios de cerámica y 1,6 por ciento en ladrillos huecos.
Otro dato que anticipa el desempeño de la actividad en los próximos meses es la superficie cubierta autorizada por los permisos de edificación. Este indicador para la ejecución de obras privadas en una nómina representativa de 41 municipios, registró en marzo una suba de 40,5 por ciento con relación al mes anterior. Con respecto al mismo mes de 2016, registró una suba de 3,5 por ciento. La superficie cubierta autorizada en el primer trimestre representa una disminución de 1,4 por ciento respecto de igual período del año anterior.
En la encuesta cualitativa, que recoge las previsiones de empresarios del sector sobre el comportamiento de la actividad en el próximo trimestre (abril-junio). “Quienes prevén cambios en el nivel de actividad se inclinan preferentemente hacia la suba, se dediquen tanto a realizar principalmente obras privadas como públicas, siendo más optimistas estos últimos”, detalla el informe.