Médicos por la verdad "es una organización criminal con fines destituyentes" le dijo a Rosario/12 el subsecretario de Seguridad Preventiva Diego Llumá, muy molesto por el resultado de la audiencia imputativa del día jueves en la que el líder de ese movimiento negacionista Mariano Arriaga fue liberado tras el pago de una fianza y la prohibición de renovar su convocatoria a marchas y actos anticuarentena. "Le escupen en la cara a un policía generando una potencial contagio de una enfermedad que puede ser mortal y no pasa nada", se quejó el funcionario, antes de desplegar un verdadero rosario de nombres de funcionarios de esa cartera y jefes policiales internados por covid en toda la provincia.
-¿Por qué pasó esto?
-Porque la familia judicial está todo el tiempo midiendo para delegar las responsabilidades potenciales, como por ejemplo que den una orden y después se termine descarriando a la policía y se produzca un muerto. Lo que hay que saber es que cuando vos tenés 500 personas juntas en un lugar, la única forma de dispersarlos es a los escopetazos o con gases lacrimógenos, y esa foto no la quiere nadie. Ni en Rosario ni en Santa Fe. Nosotros tampoco la queremos pero cuando no queda más remedio, el ejercicio de la fuerza es eso, y siempre que vos tiras gases vas a tener un despliegue espectacular que va a comunicar violencia.
-Y entonces, ¿cómo se debió haber actuado ?
-Actuar antes, a lo mejor el día anterior al acto del Monumento, cuando hubo otro encuentro de esta gente. Una cosa que hay que destacar: esta gente tiene un financiamiento, están organizados y en esa organización tienen jerarquía, con lo cual esa es una organización criminal que debería ser acusada por eso y esa es la figura a aplicarle. Además, si deliberadamente vos estás viendo a alguien escupir a un policía, eso es amedrentar, porque puede ser que eso contagie una enfermedad potencialmente letal. La figura jurídica, entonces, debería ser otra. Porque pareciera ser que cuando alguien viene corriendo con un cuchillo a atacar a un policía, por la figura previa, es un abuso de armas, pero ahí en realidad hay un intento de homicidio. Y así vemos que el Poder Judicial invisibiliza estas segundas figuras, cuando nosotros creemos que intentar escupir o golpear a un policía no es atentado de la autoridad simple sino que están intentando contagiarle una enfermedad que potencialmente conduce a la muerte. Así que la figura debería ser otra.
-¿Por qué cree que pasa esto?
-En verdad, este es un gran problema, que es el mismo que tenemos cuando pedimos un allanamiento y hay demoras en resolverlo, como si el cuadro de situación a atender fuera la violencia institucional, que no está ocurriendo en la provincia de Santa Fe. Y el punto que digo: yo le regalaría a los fiscales que se paren ahí la próxima vez y reciban ellos los escupitajos, a ver si lo sostienen con la misma integridad con la que la sostuvo la policía. Y no estoy sobreactuando, porque si no tenés un poder político que le dice a la jefa de policía (Emilse Chimenti) que se vaya y se ponga al frente este dispositivo, vos tenés ahí un quilombo. Entonces, actuaron profesionalmente, porque hubo una decisión política de supervisar, poniendo directamente a la jefa de policía al frente. Entonces, hubo profesionalismo de la policía en los términos que conocemos, pero la dimensión central del tema es que si una persona anuncia que va a cometer un delito y convoca a otros a cometer un delito, esa persona pertenece a una organización, independientemente de los argumentos y los valores y la paranoia y los dislates. Todo eso es totalmente secundario, porque sino la cortina argumentativa de los tipos éstos termina instalando una lectura jurídica de los eventos que es cerrada.
-¿Cómo describiría a este movimiento?
-Acá hubo una organización con un financiamiento y una intencionalidad desestablizadora que la justicia está tomando muy a la ligera y que no ordenó que la policía actuará deteniendo a todos, no sólo a Mariano Arriaga sino a todos y no lo hizo por un sesgo ideológico que tienen la mayoría de los fiscales, teñidos no de progresismos sino de especulación sobre las consecuencias. Acá hay una especulación sobre las consecuencias a la que están muy acostumbrados los fiscales, como se dice, a sacarle el culo a la jeringa. Porque tarde o temprano lo que pase en el territorio se lo van a imputar a la policía. Porque cuando vos tenés a la barra brava de Rosario Central convocando y organizando a 700.000 personas y vos decís 'actúen aplicando la fuerza moderada' yo quisiera que expliquen esa abstracción imposible a la acción policial sin que las imágenes de televisión no traduzcan en corridas gases, escopetazos, detenciones gente aplastadas contra el piso con los brazos retorcidas, eso es el ejercicio de la fuerza. El ejercicio moderado de la fuerza que después le van a imputar a la policía que no fue lo que dijeron los fiscales es una abstracción cómoda de gente que está especulando de qué forma zafar de las potenciales consecuencias de lo que pudiera ocurrir en el territorio.
-¿Que había que hacer entonces Llumá?
-Había que detener a todos los que habían participado de la manifestación anterior, uno por uno, casa por casa y eso lo tiene que hacer la justicia como garante de las libertades y de los derechos civiles de las personas que vas a detener. Y además para resguardo de la integridad de los profesionales policiales que tienen que obedecer las órdenes de los fiscales. Eso es así, pero hay un problema estructural: todos los fiscales están todo el tiempo ponderando cómo hacen para que en la eventualidad de que se produzca una consecuencia previsible de la acción del ejercicio de la fuerza pública, y los medios y la política le vayan a reclamar, ellos puedan decir fue la policía. Como lo hizo el MPA de Rosario, le sacan el culo a la jeringa, y de paso quiero remarcar lo que hizo la jueza: una lectura todavía más laxa de lo que ocurrió, cuando acá el problema político estructural de fondo es la acción destituyente que va generando una cultura de desobediencia civil cada vez más organizada. En este caso hay payasos, bufones incluso llegan al punto de expresar abiertamente su neonazismo abiertamente. El neonazismo parasita las teorías del complot.
-¿Qué le preocupa de esta decisión judicial?
-A nosotros nos preocupa mucho la proliferación de las teorías del complot, como le preocupa a España, Francia, Estados Unidos y a todo el mundo, porque dentro de esas teorías que reemplazan la racionalidad lógica por una racionalidad emocional, es que empiezan a proliferar acciones directas en el territorio que pueden ser de un individuo o de un grupo organizado, delirante, paranoico y 'covidoico' como este. Hay que decir también que hay otros grupos que casualmente tienen las mismas banderas: los antivacunas, los terraplanistas, los conspiracionistas, que dicen que el grupo Billderberg encubre un gobierno mundial que es oculto, siniestro y conspiracionista de los reptilianos. Todas estas leyendas urbanas están estudiadas por los organismos de inteligencia y la justicia en otras partes del mundo y son alarmantes. Por eso digo que deberían serlo para la justicia de la provincia de Santa Fe, evidentemente no lo son. Y nosotros lo podemos decir con esta claridad porque no somos candidatos a nada y porque, si no, nos va a llevar puesto. Este proceso de especulación política nos va a llevar puestos.
-¿Cuál es el delito que cometió este grupo ?
-Violaron la ley en particular las normas para garantizar la seguridad sanitaria de la población en medio de una tremenda crisis en la que se murió el jefe de policía de Rosario, tenemos a la jefa del Organismo de control internada, tenemos al secretario de Seguridad Pública y actual viceministro internado, tenemos a la jefa y subjefa de la Unidad Regional 1 internadas, al subjefe de policía que también acaba de ser internado, al jefe de la Guardia Rural con covid, al jefe de la Guardia Rural de Tostado internado. Es más, este grupo se ha conformado con gente que ha venido de Santiago Del Estero, Mendoza, de Córdoba y en este contexto dramático están detonando los servicios de salud al generar actitudes desafiantes, de desobediencia civil. Eso está teorizado y protocolizado y son acciones destituyentes. Por eso, a esos confabulados se los detiene, porque esa confabulación y esa convocatoria a otra persona para que cometan delitos está tipificado en el código penal.
-¿Por qué cree que no se tomó una decisión más firme con Arriaga?
-No se hizo por un sesgo ideológico, en este caso de la jueza María Chiabrera. El fiscal Marcelo Vienna argumento bien, pero se quedó corto, porque habia sedición también.