Desde Santa Fe

El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo condenó a la maestra de quinto grado de una escuela de Santa Fe, Evelyn Beltrame, que reivindicó a los nazis porque “hicieron desaparecer a los judíos” y quiere que “algún día” también “hagan desaparecer” a los peronistas. Su blanco fue una trabajadora de prensa, Salomé Sencar, a quien la docente le revisó el facebook y cuando descubrió su identidad política y su identificación con Néstor y Cristina Kirchner, le dejó su mensaje: “Ojalá que algún día los hagan desaparecer como los nazis hicieron desaparecer a los judíos”. A tres años de aquel hecho que ocurrió en mayo de 2018, el INADI dictaminó que la conducta de Beltrame es “discriminatoria" en "los términos de la ley 23.952” y la encuadró en el “antisemitismo” y la “descalificación por ideología política”. “No cabe duda que utilizar el exterminio de personas judías de Europa a manos del nazismo como ‘deseo’ para cualquier otro grupo señala no sólo el odio hacia ese grupo, sino que legitima una de las catástrofes humanitarias más importantes de la civilización”, dijo. Y subrayó uno de los agravantes del caso: “Es innegable la gravedad de este tipo de expresión, agresiva, sin ninguna tendencia al diálogo, en una persona que está cargo de la educación de niñas y niños”.

La resolución del INADI se conoció esta semana porque Salomé la publicó en las redes. “Termino de recibir el dictamen por mi denuncia de 2018 contra la docente Evelyn Beltrame”, quien me agravió “por mi pensamiento político y en mi persona a toda la comunidad judía, al reivindicar el exterminio de seres humanos”, contó. “Deseo que este documento oficial sirva para que el caso continúe avanzando en el Ministerio de Educación de la provincia y en el Poder Judicial”, donde poco después del ataque le inició a Beltrame una causa penal por supuesta “apología” e “instigación a cometer delito”.

“Confío –dijo la colega- que se sigan abriendo instancias de memoria y sensibilización sobre hechos de nuestra historia, que no se deben repetir ni reivindicar. En tiempos en que grupos fascistas levantan el odio como bandera”, es “imprescindible seguir el camino que nos enseñaron las Madres y las Abuelas”. “Nunca más. Democracia para siempre”, expresó Salomé, quien agradeció a la delegada del INADI, Paula Saini y “a todo el personal que trabaja con amor y compromiso” en el organismo.

En su denuncia ante la Fiscalía de turno, Salomé reveló que ella no era la primera agredida por Beltrame. Mencionó un ataque anterior, en abril de 2016, contra una abogada santafesina, a quien la maestra le descargó su “xenofobia en las redes”. Y ofreció como prueba el testimonio de la letrada y una captura de pantalla de los insultos: “Sos una kaka. Negra chota”, escrito con mayúsculas.

Paula Saini, delegada del Inadi en Santa Fe. 

En el mensaje de voz a Salomé, Beltrame la llamó “necia”, “ignorante”, “hippie” y “bruta” porque apoya a Cristina (“la delincuente más grande que tuvo la Argentina”) y valoró la liberación de los dirigentes peronistas Carlos Zanini y Luis D’Elía.

El INADI coincidió que “los discursos de odio” buscan un “efecto silenciador”, para “acallar” y “silenciar las otras voces”. Transcribe el audio que Beltrame le mandó a Salomé y su cierre tenebroso: “Ojalá que algún día los hagan desaparecer como los nazis hicieron desaparecer a los judíos”.

Y luego analiza el mensaje en sus dos “aspectos”: “el antisemitismo” y la “descalificación por ideología política”. “En relación con el primer punto -explica-, no cabe duda que utilizar el exterminio de las personas judías de Europa a manos del nazismo como ‘deseo’ para cualquier otro grupo señala no sólo el odio hacia ese grupo, sino que legítima una de las catástrofes humanitarias más importantes de la civilización”.

“En la expresión (de Beltrame) se representa ese discurso y parece legitimarse, ya que no existe salvedad alguna respecto al exterminio en masa del pueblo judío en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Por el contrario, el mensaje insinúa efectos benéficos de semejante acto, al punto que se lo desea para otro colectivo, en este caso el representado por los/as adeptos/as a los gobiernos del doctor Kirchner y la doctora Cristina Fernández de Kirchner, colectivo compuesto (vale recordarlo) por una porción mayoritaria del electorado nacional”, puntualizó.

Esto “nos permite detectar que, además del evidente antisemitismo” de Beltrame, su mensaje “constituye una expresión cargada de odio, intolerante hacia el que piensa diferente en lo político”.

“La vida democrática supone la tolerancia en la diversidad y va mucho más allá de introducir un voto en una urna cada dos años. La democracia es una construcción muy compleja que actúa en todos los estratos e instituciones de la sociedad como idea rectora a la que se debe aspirar, aunque jamás se alcance materialmente en toda su perfección teórica”.

“Si bien resulta rescatable que la denunciada haya asumido lo errado de su acción y pidió disculpas a las personas afectadas por sus declaraciones, es innegable la gravedad de ese tipo de expresión (agresiva, sin ninguna tendencia al diálogo) en una persona a cargo de la educación de niñas y niños”.

“Sólo la denunciada sabe si en verdad es antisemita o desea conscientemente la desaparición (término especialmente funesto en nuestra historia) de gran parte del pueblo argentino”. El objetivo y la función del INADI “no es remachar sobre la indiscutible nocividad de las expresiones” de Beltrame, sino instarla a que “recapacite sobre la peligrosidad de ese tipo de discursos en todos los ámbitos sociales”.

Por lo tanto, consideró que la “conducta” de la docente “se encuadra en los términos de” la ley 23.592, normas concordantes y complementarias como conducta discriminatoria”, concluyó.